Educación
En el marco de la pandemia, más allá de las discusiones que se generaron sobre la urgencia de detener las clases al comienzo y la extensión de su vigencia, la paralización trajo varias consecuencias para las niñas, niños y jóvenes. El primer y más obvio fue el impacto negativo en la calidad del aprendizaje, cuyos efectos y consecuencia recién estamos empezando a comprender, pero también los estudiantes se vieron afectados por la falta de interacción social con otros niños de su edad, la carencia de espacios para desarrollar actividades deportivas y artísticas, y la dificultad de poner en práctica el contenido que aprendieron vía remota.
El reporte "Efectos de la suspensión de clases presenciales en contexto de pandemia por COVID-19", realizado por el Centro de Estudios del Mineduc, revela que además de todo lo mencionado, se debilitó la estructura social que aporta la educación al aumentar los casos de deserción escolar, violencia intrafamiliar y brechas sociales, ya que los estudiantes que abandonaron el sistema educativo pertenecen en su mayoría a los estratos socioeconómicos más bajos.
Por eso, para enfrentar los desafíos educativos de la actualidad creo urgente y necesario que la innovación educativa esté unida con el desarrollo integral, holístico y emocional de los estudiantes, adaptándose a las necesidades, intereses y habilidades de cada uno. En lugar de seguir anclados a un enfoque tradicional centrado en el traspaso de conocimientos, debemos complementar con la participación activa y colaborativa de los estudiantes en su propio proceso de aprendizaje. Además, quienes nos dedicamos a esta área debemos estar actualizados con las mejores prácticas a nivel mundial, por ejemplo aquellas que aplican conceptos de neurociencia para entender cómo aprenden los estudiantes y cómo se pueden mejorar las prácticas educativas.
Este inicio de 2023, con un panorama más claro de posibles acciones y esfuerzos, es momento de abordar los problemas que nos dejó la pandemia y darles un giro, verlos como una nueva oportunidad de robustecer la comunidad educativa, entendida como todos los actores involucrados en promover iniciativas que ayuden a mejorar la calidad de la educación y el bienestar integral de las niñas, niños y jóvenes.
Necesitamos de distintos actores que estén dispuestos a formar alianzas y, a través de cada una de sus miradas, puedan trabajar en las falencias que dejaron los meses de clases telemáticas, ausentismo y abandono escolar.
Después de todo lo que vivimos, no podemos pretender que la educación sea exactamente igual a como lo era antes de la pandemia. El entorno cambió, nosotros cambiamos y también lo hicieron las prioridades. Si queremos que los estudiantes regresen y se sientan motivados, debemos entregar una educación que cumpla con los requisitos básicos de aprendizaje y que además incorpore nuevos enfoques para hacer frente a los desafíos del mundo actual: pensamiento crítico, empatía, capacidad para resolver conflictos, mayor autonomía para tomar decisiones, trabajo en equipo, inclusión, etc.
En todo esto, la comunidad educativa puede cumplir un rol clave como apoyo y complemento a la educación tradicional y también en considerar a cada niño, niña y joven como un todo indivisible y holístico, promoviendo que cada uno pueda desarrollar su potencial y se genere un impacto positivo tanto en los colegios, la familia y la sociedad en su conjunto. Aquí la colaboración es fundamental.
Domingo Errázuriz, director Ejecutivo de Fundación Mustakis
Reforma tributaria
El rechazo de la idea de legislar la Reforma Tributaria es un hecho lamentable para nuestro país. Ese resultado, lejos de solucionar el tema tributario, lo complicó mucho más pues impide avanzar, perdiendo como sociedad la oportunidad de discutir y perfeccionar el sistema. Si bien es cierto los distintos sectores hacen mención a que se debe buscar una solución denominada "pacto tributario" o bien formar una "Comisión de Expertos", con esto queda más que claro que las discusiones recurrentes generan incertidumbre en los mercados y grandes costos para ajustar los sistemas tributarios.
Discutir acerca del contenido del proyecto ya no tiene sentido y varias voces han señalado que hay algunos temas que no deberían incluirse en un nuevo proyecto, siendo estos el impuesto al patrimonio y el impuesto a las utilidades retenidas.
Si bien es cierto la necesidad de obtener recursos es fundamental para cumplir con los compromisos de gasto del Estado para financiar, por ejemplo, la Pensión Garantizada Universal, esto no puede hacerse únicamente desde la mirada recaudatoria, sino que debe incorporar enfoques tan fundamentales como son la promoción de la inversión y el desarrollo de los negocios, además de otros temas relevantes como el combate a la elusión y la evasión, siendo estas medidas realmente urgentes ya que las cifras indican que éstas podrían representar incluso un 4% del PIB.
Rodrigo Rojas, director FESIT
Día mundial del autismo
El pasado 21 de marzo se conmemoró el Día Mundial de las Personas con Síndrome de Down, fecha en la que se invitó a la comunidad a utilizar calcetines diferentes. Ahora nos aproximamos al día de Concienciación sobre el Autismo y para esa fecha -2 de abril- se empiezan a ver, en distintas ciudades del mundo, edificios iluminados de azul, color que representa a las personas que se encuentran dentro del espectro autista.
Estas iniciativas muestran que las sociedades están haciendo un esfuerzo por visibilizar colectivos que usualmente enfrentan situaciones de exclusión, recurriendo a medidas que visualmente nos recuerden la diversidad en la que convivimos a diario.
Sin embargo, acciones aisladas como las mencionadas no bastan; la inclusión no debe limitarse a un día o a una iniciativa en particular; debe ser un compromiso continuo en todas las esferas de la sociedad. Esto implica la implementación de políticas públicas inclusivas, promoción de la accesibilidad universal, respeto por los derechos humanos y eliminación de las barreras que impiden una participación plena y efectiva en la sociedad.
En este sentido, la recién promulgada "Ley de Autismo" (21.545) muestra que como sociedad vamos en la dirección correcta, toda vez que dicha normativa tiene por objetivo la "promoción de la inclusión, la atención integral y la protección de los derechos de las personas con trastorno del espectro autista en el ámbito social, de salud y educación". El marco normativo ya está definido, ahora depende de la sociedad toda, si se transforma en una ley más o si realmente logramos incorporarla en nuestra convivencia diaria.
Alejandra Ríos Urzúa, UNAB