Correo
Carabineros I
Señor director: Cuando pequeño viví en una hermosa localidad llamada Barquito, nuestra vida ahí fue idílica, éramos una gran familia, como niños jugábamos diferentes deportes, teníamos grandes profesores y profesoras realizábamos hermosos paseos a los cerros o a un lugar en la costa llamada La Pampilla.
Dos carabineros formaban parte de nuestra comunidad, uno de ellos era de apellido Amaya y el otro era el Sargento Fredes , el carabinero Amaya vivía en las casas de la compañía por lo tanto era un vecino más, el Sargento vivía en el Retén un poco más alejado de la población, como niños íbamos a jugar con su hijo y disfrutábamos nuestra infancia viviendo esas aventuras propias de niños, escalando pequeños cerros, jugando a las escondidas, etc.
Esa convivencia tan hermosa nos ayudó a descubrir que el Carabinero también es Papá, esposo, vecino , amigo, un ser humano al igual que todos, que viste uniforme y tiene la gran labor de protegernos a los ciudadanos y ciudadanas y para cumplir su misión requiere de una gran vocación porque cada día arriesga su integridad física y su vida.
La esposa del Sargento era nuestra Catequista y muchos niños y niñas recibíamos hermosas enseñanzas para que fuésemos personas de bien, cuando en la Escuela se celebraba el día del Carabinero era una hermosa fiesta y valorábamos la altruista labor de los uniformados y por supuesto de nuestros vecinos carabineros.
Hoy como adulto veo a través de las noticias como un Carabinero y una Carabinera son asesinados y pienso en los niños que quedaron huérfanos, en la familia que perdió a un ser querido, en los vecinos que perdieron a una persona que con su presencia les daba seguridad, al carabinero que se estaba preparando para ser suboficial y una persona rompe sus sueños y le quita la vida, la carabinera estaba próxima a jubilar seguramente pensando en estar más tiempo con sus jóvenes hijos y seres queridos…sin embargo un delincuente impidió que esto se pudiese realizar…sus disparos terminaron con una existencia de entrega y servicio a la ciudadanía.
Lamento la odiosidad que algunos (as) manifiestan hacia los Carabineros(as),son seres humanos que cumplen con una labor arriesgada, cada día exponen sus vidas para protegernos , manifiesto mi respeto hacia tan noble vocación, que el sacrificio de Alex Salazar y Rita Olivares no sea en vano y que como comunidad los respetemos ,valoremos y cuidemos , su labor es fundamental para una convivencia civilizada.
Miguel Angel Aguirre, Chañaral
Carabineros II
No me queda más que reconocer y valorar a los Carabineros de nuestro país, que realizan su labor sin el apoyo de las autoridades políticas, legislativas y judiciales, que se enfrentan a un poder de fuego mayor, largas jornadas laborales y sin el apoyo de un sector minoritario de la sociedad. El problema de seguridad desatada tiene a los tres poderes del Estado como cómplices. Sin seguridad ciudadana no hay desarrollo, ni progreso.
Gonzalo Valdés Lufi
Carabineros III
Doce días de terror es lo que hemos vivido este mes de marzo y que reflejan, de manera cruel y violenta, las consecuencias de la crisis de seguridad que estamos sufriendo como país y que parece sólo ir sumando muertes y dolor en este 2023.
Cinco carabineros han sido asesinados en los últimos once meses. Cinco uniformados, familias y comunidades que se convierten en el reflejo de la peor crisis de seguridad que podemos estar viviendo. Mártires que no deberían serlo.
Chile está enfermo y se está volviendo crónico. Los llamados a suministrar la cura entregan, de manera poco oportuna, paliativos que no le devuelven la salud que alguna vez tuvo.
Por eso, majaderamente, volvemos a hacer el llamado a las autoridades, a hacer más y hablar menos; a responder con acciones concretas que por sí mismas reflejen si están con Dios o con el diablo. Con los ciudadanos o en contra de ellos.
Desde el comercio vemos con horror como la violencia y el delito se han tomado la agenda pública, sin que el Gobierno tenga el control sobre ella. El mediático y anunciado Acuerdo Transversal por la Seguridad no fue más que eso: un anuncio vacío donde presenciamos un triste tira y afloja de las fuerzas políticas, mientras la ciudadanía sigue desprotegida y a su suerte.
Necesitamos con urgencia un aumento de las penas y de las facultades de investigación, una coordinación entre las entidades públicas que permita combatir este crimen, que parece más organizado que el mismo Estado, para que cuando se anuncie que a los delincuentes les caerá todo el peso de la ley, de verdad, les pese.
Cámara Nacional de Comercio
¿40 horas para quién?
Señor director:
Esta semana el Senado aprobó el proyecto de ley que reduce la jornada laboral a 40 horas semanales. Varios actores, sobre todo desde el oficialismo, celebran la iniciativa aludiendo a que "mejorará la calidad de vida de los trabajadores".
Pero, ¿a quiénes mejorara la calidad de vida? A aquellas personas con empleo formal. Lamentablemente pocos chilenos tienen acceso a este tipo de trabajo y a todas las ventajas que trae: sólo el 43% de los hombres en edad de trabajar y el 30% de las mujeres en la misma condición.
¿Cómo podemos ampliar esta cobertura? Los datos muestran que la formalidad de los países, incluido Chile, aumenta en la medida que Pymes y emprendimientos entran en un círculo virtuoso de crecimiento, productividad y más empleo. También, distintas investigaciones señalan que la actual rigidez en la jornada laboral de Chile dificulta la formalización, sobre todo en mujeres.
Desde Pivotes planteamos que si queremos que más chilenos gocen de los beneficios y protección social que trae la formalidad, debemos avanzar hacia un régimen tributario que incentive el crecimiento de emprendedores y Pymes, y la vez debemos profundizar en la flexibilidad de nuestra jornada laboral, que facilite la conciliación entre empleo y familia.
En esta celebración de las 40 horas no hay que olvidar uno de los grandes desafíos que Chile tiene pendiente: generar más y mejores empleos formales.
Elisa Cabezón, directora de Evidencia de Pivotes