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Minería con respeto
Empresarios de la gran minería están vaticinando descensos futuros en la producción del cobre de Chile debido a la antigüedad de los yacimientos y bajas de leyes, esquema que se está presentando hace décadas, lo que se reflejó en el cambio de sistema de producción a labores abiertas con Rajo Inca que ya estaría operando en la región de Atacama, desechando las tareas subterráneas de El Salvador.
La acción natural de la minería la entienden los mineros artesanales, pirquineros y pequeños trabajadores del sector porque la actividad en el norte de la nación tiene vestigios ancestrales que comenzaron a vislumbrarse desde la tercera década siglo XIX (Mineral de Chañarcillo) en la entonces frontera norte del país como era Atacama, antes de la denominada Guerra del Pacífico.
Son los empresarios de la gran minería los que están insistiendo en la necesidad de no hablar más del establecimiento del tributo calificado como royalty "porque dañaría el cada vez más deprimente negocio minero".
Culpan de ello también a las que denominan exageradas protecciones al medio ambiente "que dificultan las inversiones que hacen con esfuerzo las trasnacionales mineras". Da la impresión que las trasnacionales están realizando heroicos esfuerzos por apoyar la minería de nuestra pobre nación, resignándose a obtener reducidas ganancias.
Las inversiones en la extracción de minerales son inmensas y las realizan los empresarios porque es el mejor negocio que pueda existir en el planeta, transformando a los retornos también en cifras no despreciables en ganancias. De lo contrario no invertirían millones de dólares en una nación que posee los mayores yacimientos del planeta.
Hemos planteado que el cobre fue nacionalizado en julio de 1971, en el gobierno de la Unidad Popular, con el objetivo que fuera de utilidad para todos los ciudadanos de la nación, creándose para ello la Corporación del Cobre. Desde hace 53 años el cobre favorece a todos los ciudadanos, incluidas las FF.AA., como la comunidad lo sabe. En el futuro próximo habrá que crear la Corporación del Litio para que podamos vivir con mayor tranquilidad.
Los inversionistas en minería, tienen claro que el cobre pertenece a todos los ciudadanos que deben recibir lo que corresponde en seguridad social, salud, educación, cultura, seguridad con protección de los organismos que la ley determina. Es decir, con el cobre es posible que la nación sea más democrática y humana.
No es posible soslayar los efectos perjudiciales que tienen para el entorno de todos, el trabajo sistemático de la extracción minera en cuanto a poluciones al aire y contaminaciones de napas de aguas, cuyos contenidos son captados por los seres humanos.
El sector ha declarado que cumple con las normativas exigidas por los organismos legales formalizados para controlar los niveles de contaminación. Las investigaciones y multas que se han generado registran situaciones distintas a las declaraciones de los empresarios.
Las negaciones y actitudes de suficiencia de los denominados industriales mineros en torno a la explotación de los yacimientos del metal rojo de todos los chilenos, y que ellos optan a pertenencias por las cuales deben pagar arriendos, demuestra que los mencionados royaltys son tan legales como sus rescates de minerales.
Las actitudes catastrofistas de declinación del negocio minero en el futuro nacional y mundial no pueden transformarse en una advertencia contra los intereses de todos los ciudadanos de nuestro país minero.
Osman Cortés Argandoña
No olvidar el sur
Recientemente se reportaron 130 extranjeros indocumentados en Chiloé, en lo que va del año 2023. La misma situación durante el año anterior, consideraba a 300 extranjeros indocumentados, es decir, se han reportado un 43% de los casos del año pasado en solo dos meses.
Lo anterior, deja una clara evidencia de que la cuestión migratoria sigue sin solución y esta vez no solo latente en el norte del país. Sino que además, ha logrado desplazarse a lo largo del territorio nacional producto de un abandono de las zonas críticas por parte de las autoridades.
Sin embargo, mientras los ciudadanos esperan respuestas concretas, el gobierno retira el decreto que permitía el despliegue de las FF. AA. En el Norte, producto de que en el texto contenía "errores". Una vez más la improvisación prima en esta administración.
Sebastián Millán Calisto
Niños, jóvenes y pantallas
Durante las vacaciones tuve la posibilidad de detenerme a observar a muchas familias con niños y adolescentes. Vi como las pantallas se han apoderado de la vida cotidiana: Niños en las pantallas mientras sus padres conversan o están en sus propias pantallas, guaguas con pantallas para que coman más rápido, niños riéndose solos frente a una pantalla mientras su familia pasea. ¿Qué está pasando con nosotros, los adultos responsables? ¿En qué minuto nos perdimos? ¿Comprendemos realmente las implicancias de esto para la actual y futura sociedad? Me permito compartir parte de lo que las investigaciones han dicho.
Lo primero es tener conciencia que el desarrollo de la conectividad cerebral es clave para poder procesar y hacer asociaciones para así poder comprender y esto nos abre al mundo. Y en ese sentido, sabemos que la lectura, la socialización, los diálogos y el ocio fortalecen esa conectividad cerebral, la que nos lleva a un mejor desarrollo de las funciones ejecutivas. Siendo estas últimas, habilidades complejas que permiten autorregularnos, gestionar nuestras emociones, aprender y propender a una salud mental adecuada.
Segundo, es que las pantallas se han diseñado para generar adicción y lo logran. Nos acostumbran a la inmediatez, a la gratificación instantánea y por lo tanto no desarrollamos la capacidad de posponer la recompensa, de esperar. En definitiva, entorpecen la voluntad, disminuyendo así la conectividad cerebral y por ende la capacidad de regularnos.
Necesitamos que nuestros niños, niñas y jóvenes sean futuros adultos con criterio, con capacidad de regularse y discernir, con tolerancia a la frustración y perseverar. ¿Lo van a lograr si se continua con esta realidad?
¿Y frente a eso, los adultos en qué estamos?
Andrea Pardo Lagos, directora Pedagogía Básica con menciones de la Facultad de Educación Universidad de los Andes