FMI empeora proyección para Chile, el único país de la región que se contraerá este año
ECONOMÍA. Organismo provisiona un negativo 1,5% para 2023 y advirtió además que los disturbios y la "parálisis política" afectarán el crecimiento en Latinoamérica.
AGENCIAS
El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó ayer que los disturbios y la parálisis política que se viven en distintos lugares de Latinoamérica podrían tener consecuencias para la actividad económica y el crecimiento del continente, al tiempo que empeoró el pronóstico de contracción para Chile, la única economía americana que tendrá este año un desempeño negativo.
Chile decrecerá 1,5% en 2023 y será el único país de América Latina y el Caribe que sacará números rojos este año, mientras que un año después crecerá 1,9%, indicó el organismo.
Ayer se conoció que el país creció 2,7% en 2022, luego del Imacec de 1% negativo que anotó diciembre (ver nota anexa).
En cuanto al resto del subcontinente, el FMI advirtió, en un artículo escrito por los analistas Gustavo Adler, Nigel Chalk y Anna Ivanova, "la posibilidad continua de disturbios y parálisis política tiene el potencial de erosionar la confianza y pesar sobre la actividad económica".
"descontento social"
Aunque no menciona ninguna de las crisis políticas que se han vivido en las últimas semanas en países como Brasil o Perú, el Fondo explica que "el creciente descontento social y la disminución de la confianza en las instituciones públicas ha sido una tendencia importante en la región desde hace algún tiempo".
"Las tensiones sociales ciertamente se exacerbaron durante la pandemia. Las personas más pobres, en particular las que trabajan en servicios presenciales, fueron las más afectadas por las consecuencias económicas. Si bien el apoyo del Gobierno ayudó, muchos no pudieron aislarse por completo del impacto negativo, como lo demuestra el notable aumento de la pobreza", añade el artículo.
Los analistas del FMI explican que, a pesar de que en 2022 la economía de la región se expandió casi el 3,9%, la inflación retrocedió y el empleo se recuperó con fuerza, "es probable que 2023 sea un año desafiante para la región".
Esta semana el organismo publicó sus últimos pronósticos de crecimiento mundial y apuntó que Latinoamérica y el Caribe crecerá el 1,8%, por debajo de la media global del 2,9%. También en 2024, cuando crecerá el 2,1%, frente al 3,1% de la media mundial.
Todo ello se deberá, entre otros motivos, a las tasas de interés más altas, la caída de los precios de las materias primas, la desaceleración de la creación de empleo, el debilitamiento de la confianza de los consumidores y el menor crecimiento de sus socios comerciales, en particular EE.UU. y la Eurozona.
A pesar de las "dificultades evidentes", las políticas "deben centrarse en asegurar la estabilidad económica, estimular el crecimiento y la creación de empleo, apoyar el espíritu empresarial y atender las necesidades sociales apremiantes que enfrentan muchas personas".
"Esto ayudará a mitigar el descontento social y restaurar la confianza en las instituciones públicas", señala el artículo.
El FMI menciona además que los bancos centrales no deben reducir su determinación de bajar la inflación y que la política fiscal "deberá enfatizar el gasto social para apoyar a los pobres al mismo tiempo que reduce la deuda pública".
La previsión por país arroja que México crecerá este año 1,7%, Brasil 1,2%, Argentina 2%, Colombia 1,1%, Ecuador 3%, Uruguay 3,6%, Perú 2,5%, Costa Rica 2,9% y Panamá 4%.
En cuanto a la inflación, tras registrar 7,9% en 2022 (excluyendo a las volátiles Argentina y Venezuela), en 2023 el FMI estima que se situará en 5,2% como promedio en 2023 y 4,4% en 2024.