La ex Miss Universo, Cecilia Bolocco, abrió un debate de manera impensada tras un "en vivo" que hizo en su Instagram. Ante la petición de tallas más grandes por parte de las seguidoras de la exmodelo, la respuesta fue: "Si ustedes creen que necesitan más talla, yo creo que lo que necesitan es comer menos, ¿ya?". Aparte de ser desafortunada, esta declaración tiende a simplificar un problema que es multifactorial. Lo peor es que lo reduce a un tema de alimentación, lo que podría ser incluso hasta discriminatorio.
La literatura científica indica que la ansiedad es un factor fundamental para potenciar la obesidad. Y -como toda enfermedad mental- es más bien silenciosa y con pensamientos incontrolables, que llevan a recurrir a la comida como una mala forma de control y no lograr hábitos saludables.
El estrés también aparece en el listado. Los investigadores Foss y Dyrstad encontraron que la aparición de esta condición produce cortisol y un alza en ingesta de distintos elementos. Otro investigador, Rosenbaum, estableció tasas de obesidad abdominal de 49 % en personas con trastorno por estrés postraumático.
Los factores mentales son fundamentales,más no los únicos. Incluso haciendo una dieta sana sin estrés ni ansiedad, el cuerpo engorda sin control.
Es acá cuando aparecen los desequilibrios hormonales, que pueden convertirse en causa como también consecuencia de la obesidad y sobrepeso, llegando a puntos que hacen imposible retroceder.
Junto a esto, también bueno es poner en relevancia que el hacer una vida sana muchas veces es más costoso, y por ende, menos accesible que los alimentos altos en grasas saturadas o bebidas azucaradas que son mucho más baratas.
Como vemos hay variadas condicionantes que llevan a la obesidad y sobrepeso, por lo que es muy útil que se expanda la discusión y no centrarla a "comer menos".
De todas formas, está muy claro que las personas deben cuidarse cuando el cuerpo y las circunstancias lo permiten, lo que no solamente implica una dieta balanceada sino que cuando hay ansiedad, estrés o depresión se debe llevar un tratamiento que abarque lo mental, pero también lo alimentario.