El auge de la cultura sísmica partió con terremoto y maremoto de 1922
EN CHILE. En conmemoración de la catástrofe que afectó principalmente a las costas de la región de Atacama, diferentes historiadores de la zona concuerdan que este desastre, junto al terremoto de 1918 en Copiapó, dieron el pie para que se modernice los estudios de la actividad sísmica en nuestro país. Según expertos, no sólo se sintió el terremoto en países vecinos, como Argentina y Perú, sino también en otros lugares lejanos como Bélgica e Italia.
Rodrigo Silva Illanes Hilda Valdivia Ardiles
Un día como hoy hace 100 años y a las 23:53 horas se originó en la cordillera de Vallenar con Argentina un temblor con una magnitud mayor a lo ocurrido en Copiapó en 1918. Tras el terremoto, en la madrugada del 11 de noviembre un maremoto devastó por completo ciudades de la costa de la Región de Atacama, como Caldera y Chañaral
El terremoto y posterior maremoto de 1922 dejó un saldo de 1.500 muertos y 2.000 damnificados, números que impactan y dan cuenta el nivel de desastre que creo el movimiento sísmico en la región.
Hace un siglo atrás no habían los estudios para establecer el epicentro de los temblores. De hecho, tuvo que pasar un buen tiempo para que el mundo estableciera el lugar exacto del temblor, que se sintió en diferentes países y continentes del mundo, como Bélgica e Italia.
Así también lo establece el historiador de la Provincia del Huasco, Mario Rojas Madrid, quien detalló con este Diario que "en un primer momento se hablaba de cuatro posibles lugares que hayan sido el epicentro. Imagina que hasta desde Bélgica, donde los midieron con sus instrumentos en ese entonces, se dijo que el terremoto debió haber pasado en América de sur, situándolo en el Lago Titicaca de Bolivia. Posteriormente el mundo descubrió que fue en Chile y lo situaron a la Región de Atacama, específicamente en el sector de la Provincia del Huasco cerca de territorio argentino".
Si bien este sismo produjo un maremoto que daño los puertos y principales centros urbanos de las costas de la región de Atacama y Coquimbo, también llegaron olas desde Arica hasta Chiloé.
Según cifras oficiales, en el caso de Chañaral el maremoto arrojó 60 mil metros cuadrados de terrenos destruidos, contabilizándose 51 propiedades comerciales y 71 casas. Además, se contabilizaron cerca de 40 heridos y más de 300 damnificados.
Según Miguel Cáceres, historiador y geólogo de la región, que el pasado martes público su libro "El Terremoto que destruyó Atacama", antes de terremoto en Valparaíso de 1906 "no había centros sismológicos, por tanto, no había forma de medir los temblores. Con el apoyo de la