Correo
Reforma previsional
Señor director:
Las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) han cumplido acertadamente su función, pues los fondos de sus afiliados han tenido una excelente rentabilidad. Sin embargo, ellas no pueden hacer milagros. En el actual sistema de AFP solo se cotiza el 10% y la esperanza de vida ha aumentado significativamente con posterioridad al año 1980. Diversos estudios técnicos -entre ellos los de las comisiones Bravo y Marcel- concluían que para mejorar las pensiones era necesario aumentar la tasa de cotización y la edad de jubilación; igualando la de los varones con la de las mujeres cabría agregar. No obstante, los legisladores nunca efectuaron las modificaciones legales que la situación exigía.
Lo que no se dice sobre el antiguo sistema de pensiones es que cada trabajador cotizaba el 20% o más de su sueldo y que para recibir una pensión debía haber cotizado durante al menos quince años, por lo que algunas personas no recibían pensión aun habiendo aportado parte de su sueldo durante sus años trabajados. Aproximadamente un 50% de las personas terminaba sin recibir pensión. Lo ahorrado por el trabajador durante su vida laboral no era de su propiedad y, por lo tanto, no era heredable a diferencia del sistema de AFP de capitalización individual.
Adolfo Paúl Latorre , abogado
Reforma previsional II
El dinero que junta el trabajador, fruto de su trabajo, debe ser de propiedad del trabajador, sí o sí, el debe decidir, cualquier otra forma, y en particular, dar como razón la solidaridad con sus similares, no convence.
Palabras más, palabras menos, tiene mucho aroma a fondo de reparto, sistema de reparto, etcétera, por lo que sería fundamental, que se entregara claramente, con mucho detalle, cuál ha sido la experiencia de otros países al respecto, con ventajas y desventajas, porque si en algo debemos estar de acuerdo, palabras más, palabras menos, buenas intenciones y otras hierbas, a estas alturas del partido, nadie inventará la rueda en el tema de las pensiones...
Luis Soler
Inversión en innovación tecnológica para la salud
Durante esta semana está de visita en nuestro país la prestigiosa economista y profesora de la University College de Londres Mariana Mazzucato, quien es presidenta del Consejo sobre la Economía de la Salud para Todos, entidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La presencia en Chile de esta destacada académica es una buena oportunidad para reflexionar sobre uno de los principales desafíos que enfrentamos en el ámbito de salud: las significativas brechas de infraestructura y equipamiento que padece el sistema público, y cómo generamos estrategias de inversión eficaces con miras a asegurar una atención equitativa de la población.
El Consejo nació en noviembre de 2020, en uno de los momentos más álgidos de la pandemia de Covid 19, emergencia sanitaria que dejó en evidencia la existencia de importantes inequidades a escala global respecto del acceso a una salud de calidad. En ese contexto, esta instancia busca repensar "cómo se mide, produce y distribuye el valor de la salud y el bienestar en la economía", con el fin de "construir sociedades saludables que sean justas, inclusivas, equitativas y sostenibles".
Justamente, una de las áreas de trabajo prioritarias del Consejo es la del financiamiento, que es concebido como una inversión a largo plazo y no como un costo a corto plazo. Es necesario -sostiene la entidad- "dirigir las inversiones para garantizar que la «Salud para todos» se convierta en el objetivo central de las actividades económicas", para lo cual se debe reforzar el liderazgo y capacidades dinámicas del Estado, generar un entorno propicio en los ámbitos regulatorio y fiscal, y promover medidas que atraigan y dirijan el financiamiento privado hacia la mejora de los resultados de salud con una perspectiva equitativa, entre otros aspectos. En esa línea, Mazzucato afirma que no basta con aumentar el financiamiento de los sistemas de salud, agregando que se debe poner el foco "en reorientar la financiación de forma radical".
Esta mirada es congruente con el diagnóstico elaborado por la Estrategia Nacional de Salud 2021-2030, que define los lineamientos sanitarios del país para el periodo. Este instrumento de política pública fue construido por medio de un proceso participativo, donde intervino la Asociación de Dispositivos Médicos de Chile, junto con técnicos del sector, organizaciones científicas y académicas, colegios profesionales, representantes de la sociedad civil y agrupaciones de pacientes, entre otros actores.
Ricardo Cortés, director de la Asociación de Dispositivos Médicos de Chile (ADIMECH)
Adiós carbón
Por primera vez en la historia de nuestro país, las energías limpias superaron al carbón u otras fuentes en la generación de electricidad en un período de 12 meses, logrando un 27,5% de participación con base solar y eólica, versus un 26,5% de carbón.
En términos simples ¿Por qué se vuelve tan relevante? Si bien desde 2016, el aumento de la demanda de electricidad en Chile se ha cubierto en un 100% con energías limpias, haber superado al carbón en un año marcado por la guerra, la incertidumbre energética en distintas partes del mundo y la mayor demanda por combustibles fósiles, dan un triple mérito al logro conseguido desde este rincón del planeta.
Y haberlo hecho durante 12 meses también prueba la sostenibilidad del modelo en el tiempo, considerando además que el suministro potencial no toca techo, y puede aumentar mucho más con la incorporación de almacenamiento, y el proyecto que está listo para ser promulgado y convertido en ley.
El papel que juegan los proyectos fotovoltaicos y eólicos es fundamental para continuar restando espacio al carbón, privilegiando las bajas emisiones y en particular, eliminando la dependencia de commodities, como son los combustibles fósiles, que generan incertidumbre y cuellos de botella. La energía infinita es el camino y Chile acaba de demostrar que sí se puede.
Nataliia Savkiv, office & communication Manager de Solek