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Carlos Peña

El triunfo de Lula

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El triunfo de Lula en Brasil posee una obvia repercusión -ya se verá si para bien o para mal- en el caso de la política chilena y regional.

Desde luego, los resultados electorales de Brasil vienen a coronar lo que podría ser llamada una ola de izquierda en la región. La mayor parte de la población de América latina pasa ahora a estar gobernada por una coalición de ese signo.

¿Cuál es el significado de ese fenómeno?

La política, como la vida individual, no se sostiene nunca en sí misma, en la simple originalidad o en el gesto puramente idiosincrásico. Requiere siempre confirmarse en la conducta ajena, ver en los otros aquello que se ha decidido para sí mismo. Desde este punto de vista, el triunfo de Luis Ignacio Da Silva fortalece las opciones de izquierda en la región -la de Chile, desde luego- solo sea porque cuando varios adoptan un camino similar, ello se ve como una confirmación de que se trata de la vía correcta. Es una de las rarezas de la vida y de la política: creer que el número es una garantía de veracidad en lo que se cree.

Pero además de ese efecto -¿cómo llamarlo? ¿psicosocial?- el triunfo de Lula, sumado al de Petro en Colombia y antes el de Fernández en Argentina y el de Boric en Chile, posee un significado estrictamente político. Se trata de que la región comienza a desconfiar del tipo de modernización que, hasta ahora con vaivenes, traía de manera casi uniforme. La política más o menos optimista que se alimentaba con el ciclo de expansión del consumo, ha entrado en declinación y está siendo sustituida por demandas hacia el estado, demandas redistributivas (es el caso de Brasil y el programa de Lula, o el de Petro en Colombia) o intentos de que sea el estado quien impulse el crecimiento y el desarrollo (como se ha previsto al parecer para el caso de Chile). No hay nada nuevo en esto, desde luego. Basta recordar que la región ha vivido otras veces este mismo impulso y ha sentido este mismo anhelo, solo que ahora lo hace en un ciclo distinto y con grupos sociales que son muy otros o muy diversos a las viejas clases sociales cuyas reivindicaciones fueron el combustible de la política de masas en la región.

Lula, y antes de él Cardozo, lo mismo que Lagos en Chile, fueron parte de una izquierda distinta a la que era tradicional en la región. Durante buena parte del siglo veinte -hasta avanzada la segunda mitad- la izquierda se decía anticapitalista, antiimperialista y reñía con la modernización centrada en el mercado. Lula, Cardozo y Lagos enseñaron en cambio que una política de izquierda podía ser amistosa con la modernización capitalista y tuvieron mucho éxito, entre otras cosas, en la reducción de la pobreza. Ahora resta por ver si acaso esa renovación de las izquierdas en la región (de la que Lagos fue el paradigma, junto con Cardozo) se mantendrá en esta nueva ola o si, en cambio, como a veces pareció insinuarlo el presidente Boric en sus discursos, o Petro, se intentará retomar un espíritu más afín con esa izquierda de los sesenta. Es poco probable, claro, que lo logren en la práctica. Las teorías de desarrollo o de la dependencia, que animaron el esfuerzo modernizador del centro y de la izquierda en la región no parecen muy adecuados para un mundo globalizado y de mercados abiertos y eso hace probable que el impulso hacia la izquierda en la región, del que es muestra Lula, no se aparte demasiado de esa otra izquierda que impulsó la reducción de la pobreza y la modernización y que la vieja izquierda sea redivida solo en las palabras.

Después de todo eso es lo que está ocurriendo en Chile ¿verdad?

Petro pide a Boric y tres líderes más que acepten a Venezuela de regreso en la CAN

CARACAS. Se reunió con Maduro y promoverá retorno a Comunidad Andina.
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Después de más de dos horas de reunión en el Palacio de Miraflores, en Caracas, el anfitrión, Nicolás Maduro, y el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ofrecieron una declaración sobre el primer encuentro bilateral oficial después de reanudarse las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Entre otros temas, los gobernantes dijeron que trataron el regreso de Venezuela a la Comunidad Andina (CAN), la recuperación de la frontera común, que se mantuvo cerrada por siete años, y el acuerdo conjunto de defensa del Amazonas en la COP27 de la próxima semana en Egipto.

Junto con reafirmar la integración bilateral "total" que firmaron ambos Gobiernos en materia de comercio, migraciones, democracia y medio ambiente, entre otras materias, el líder venezolano, Nicolás Maduro, calificó la cita como "fructífera" y anunció que "Venezuela regresará a la Comunidad Andina".

También indicó que evaluará su reingreso al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, como le pidió su invitado.

Petro, al tomar la palabra, confirmó que solicitó a los países miembros, Chile, Ecuador, Bolivia y Perú, que acepten el reintegro de Venezuela "en la Comunidad Andina con todos los poderes, derechos y deberes. Igualmente, hemos solicitado que Venezuela pueda integrarse al Sistema Interamericano de Derechos Humanos".

Piñera, Macri, Uribe y Rajoy avisan falta de liderazgo mundial

ARGENTINA. En foro llamado "El otro cambio limático", líderes advirtieron que la gobernanza global no está preparada para nuevos desafíos.
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Agencias

El expresidente Sebastián Piñera y los exmandatarios Mauricio Macri, de Argentina, Álvaro Uribe, de Colombia, y Mariano Rajoy, de España, advirtieron ayer sobre la falta de liderazgo mundial y renovaron sus críticas al "populismo".

"En el mundo están pasando muchas cosas. Ocurrió el covid y recientemente la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Todo ello ha generado consecuencias de todo tipo. La sensación que hay es que en el mundo no hay liderazgos fuertes para enfrentarse a este tipo de situaciones", aseveró Rajoy en el foro "El otro cambio climático", organizado por la consultora Abeceb, informó Efe.

"Tenemos una crisis de liderazgo porque la gobernanza mundial no está preparada para enfrentar los desafíos que tenemos", coincidió Piñera. "Y van a venir más desafíos, probablemente más pandemias, y no estamos preparados", advirtió el expresidente.

Rajoy, presidente del Gobierno español entre 2011 y 2018 , dijo que "lo que prolifera son los populismos" e hizo un llamado a defender, mejorar y unir las democracias.

También sostuvo que los populismos hacen "promesas de un mundo feliz que no se cumplen jamás", "dividen a la gente" y "polarizan a la sociedad", y "lo peor es que incumplen la ley".

Exportación tóxica

A su turno, Mauricio Macri lamentó que en los últimos años se hayan ido desarticulando espacios como el G7 y el G20, donde se coordinaban políticas para el mundo, y sostuvo que esta desarticulación se ha notado en el manejo de la pandemia, con acciones "improvisadas" y abusos de las libertades individuales.

Como Rajoy, también condenó el populismo, al que consideró la "exportación más tóxica que ha hecho Argentina al mundo", un "problema" que solo afectaba a Latinoamérica y que ahora "es una nueva amenaza global".

Además, Macri observó que la guerra en Ucrania ha puesto en entredicho si la globalización funciona o no, una discusión que, a su juicio, "va a durar poco, porque las ventajas económicas en aquellos países que se globalizaron son enormes".

"que china no influya"

Álvaro Uribe, por su parte, consideró que, "a pesar de las corrientes políticas predominantes en América Latina, hay que persistir como disidente en defensa de la democracia, de la integración entre la empresa privada y las políticas sociales, del Estado austero".

"Es bien importante mantenerse como disidente, crítico", subrayó el exmandatario colombiano, quien gobernó su país entre 2002 y 2010.

Por su parte, Rajoy abogó por una pronta firma y ratificación del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), un "tratado que generaría empleo, más libertad y uniría más las democracias".

Sostuvo que China, principal cliente de Mercosur y también el mayor socio comercial de Chile, "no es una democracia", "tiene una cuota de mercado muy grande" y "llamó a la modernización de las Fuerzas Armadas, con un aumento importante de la producción de bombas atómicas", factores todos que hacen "aconsejable que no influya demasiado" China ni en Latinoamérica ni en Europa.