Comerciantes del centro relatan sus experiencias a tres años del estallido social en Copiapó
CONMEMORACIÓN. Cuatro locatarios del centro de Copiapó comentan, a través de sus vivencias, las principales aristas y complejidades que tuvo que lidiar el comercio local tras el estallido social. Baja seguridad, poca reactivación en el centro y cambios drásticos de horarios de atención, son algunos de los puntos descritos.
Hoy se conmemoran tres años desde que un 18 de octubre manifestantes marcharon en las calles de todo Chile .
El detonante del estallido social fue el alza de 30 pesos en el pasaje del metro en Santiago. Sin embargo, hubo otras razones que se venían acumulando desde hace años a los ojos de la ciudadanía, como la desigualdad, las demandas sociales, la desconfianza y la desconexión entre los políticos y la población.
Si bien fueron más de 30 días de lucha para que las autoridades escucharan las demandas populares, también hubo grandes consecuencias por los conflictos entre las fuerzas de orden y seguridad y manifestantes en los diferentes centros urbanos del país. Copiapó no fue la excepción.
Según antecedentes de este Diario, entregados en su momento por el subprefecto de los Servicios de la Prefectura Atacama,el teniente coronel Juan Cárdenas, a nivel regional, entre octubre y noviembre del 2019, se registraron 802 eventos (que engloba destrozos, saqueos, incendios, entre otros), resultando más de 600 personas detenidas.
De ese total, se detalló que 297 personas han sido detenidas por desórdenes públicos y 208 detenidos por saqueos en centros comerciales.
Respecto a lo anterior, para que las pymes pudieran solventar la pérdida, tuvieron que endeudarse, pedir créditos o tener que cerrar su negocio definitivamente.
A tres años del comienzo de las manifestaciones, quisimos abordar las principales problemáticas que lidiaron los empresarios locales, especialmente los locatarios de la "zona cero" del centro de Copiapó.
Entre los principales temas que indican está la inseguridad, la pérdidas económicas y el fenómeno de los cambios de horarios de tuvieron que implementar en sus negocios, debido a que no podían recibir clientes por los continuos conflictos en la Plaza de Armas.
Seguridad
La administradora del Café Arábico, Laura Santana, describió que su local estuvo muy afectado porque estaba ubicado en el epicentro de la ciudad y que el estallido los perjudicó mucho. "Ahora vivimos con el temor que en cualquier minuto nos pase algo. Incluso todavía se mantienen los paneles que colocamos para el estallido. Esperamos que haya una solución, pero, así como está al cosa, vamos a tener que seguir encerrados", aludió la empresaria.
Asimismo, Santana recordó como los manifestantes sacaron mesas y sillas del recinto para quemarlas y usarlas como barricadas para enfrentarsecon las fuerzas de orden.