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Colombia y Venezuela reabrieron su frontera común después de permanecer cerrada siete años

HITO. El presidente Gustavo Petro fue el único mandatario en el puente Simón Bolívar, por donde pasaron masas de migrantes y algunos camiones.
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Agencias

La reapertura después de siete años de la frontera colombo-venezolana dio ayer un nuevo inicio a las relaciones entre ambos países, que duraron más de un lustro en estado crítico y ahora comienzan a ver los frutos del vuelco impulsado por el presidente colombiano, Gustavo Petro.

En un acto caótico y bajo el inclemente sol de la región fronteriza, Petro estrechó la mano del gobernador del estado venezolano del Táchira, Freddy Bernal, y de los ministros de Transporte e Industria, Ramón Velásquez e Hipólito Abreu, y dio por reanudado el comercio en el puente internacional Simón Bolívar, el principal paso fronterizo entre ambos países.

Sin embargo, ni el mandatario ni los funcionarios venezolanos dieron muchos detalles sobre cómo será el tránsito diario de camiones. Ayer apenas pasaron cuatro de un lado y cuatro del otro, y lo que ocurra a partir de hoy es una incógnita total.

Hermetismo venezolano

Una vez más, el hermetismo reinó del lado venezolano. Las personas que parecían llevar el control del asunto no daban detalles sobre las autoridades que participarían y prácticamente sobre ningún tema relacionado con el acto. En cambio, repetían que "todo puede cambiar en cualquier momento" al tratarse de una "actividad presidencial".

Hasta último minuto se especuló con la posible asistencia del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en el festejo, una hipótesis que, a juzgar por los cientos de funcionarios de seguridad desplegados, podía ser cierta, hasta que los ministros iniciaron su andar sobre el puente.

Junto a ellos, el gobernador Bernal y el superintendente del Seniat (Hacienda), José David Cabello, un cuarteto de caballeros vestidos de blanco que caminó sonriente por el Simón Bolívar hasta encontrarse con Petro y todo el séquito que lo acompañó del lado colombiano.

La algarabía ya estaba implantada en la trinchera venezolana, pues cientos de personas fueron acomodadas desde bien temprano a lo largo de la vía que lleva hacia el puente, sobre la aduana y hasta el punto limítrofe con Colombia, con lo que el chavismo se aseguró un pasillo de vítores de hermandad y otros gestos de apoyo.

La puesta en escena fue ensayada no menos de 10 veces y, aun así, la actividad se llevó a cabo con dos horas de retraso, lo que alteró el orden acordado para el trabajo de un millar de funcionarios, pero, sobre todo, la dinámica de entrada y salida de personas en esta zona, pues los pasos peatonales estuvieron cerrados durante buena parte de la jornada.

Mientras ocurrían los apretones de mano, se entonaban los himnos de cada país o pasaban los camiones con sus bocinas victoriosas, siempre hubo alguna persona cruzando la frontera a través del río Táchira, sin saber cuántas más cruzaron por algunos de los 164 kilómetros de límite que hay entre el departamento colombiano de Norte de Santander y el estado venezolano del Táchira.

Venezuela celebró la efectividad de la medida que significará el paso constante de vehículos de carga por estos puentes, sin que haya claridad sobre cuándo se reanudará el transporte público binacional o la fecha para que los ciudadanos puedan cruzar con sus automóviles.

Aún quedan problemas

Petro, que llegó casi dos horas tarde al acto, dijo que confía en que la reapertura de la frontera propicie que al final de su Gobierno, en 2026, las exportaciones a Venezuela lleguen a los 4.000 millones de dólares y, en el mediano plazo, a los 8.000 millones de dólares.

Petro cree que ambos países deben integrarse y crear "una zona especial entre el Táchira y Norte de Santander que sea una plataforma de la industrialización, para que la calidad de vida sea general".

Ese optimismo lo tienen también las autoridades y los gremios colombianos, que confían en que la normalización sea "un nuevo comienzo para ambos países", como dijo a Efe Carlos Flores, el primer conductor del país que llevó a Venezuela un camión cargado de insumos médicos.

Sin embargo, Petro es consciente de que aún hay muchos problemas en la frontera, uno de los cuales es la inseguridad marcada por la presencia de disidencias de las FARC, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y bandas narcotraficantes.

"Esto debe redundar en un salto cualitativo en materia de derechos humanos en toda la frontera (...) debe redundar en un aumento de la calidad de vida", afirmó el mandatario, que recalcó además que no se inmiscuirá en los asuntos internos del país vecino en medio de la reanudación de las relaciones.

Petro calificó este día como "histórico" no solo para Colombia y Venezuela, sino para toda Sudamérica, porque "la globalización es antes que nada una relación entre vecinos".

8 camiones pasaron la frontera el primer día de su reapertura.

Argentina acuerda con Twitter acciones para frenar el odio en las redes

VIOLENCIA. Gobierno asume ofensiva en el tema tras atentado a vicepresidenta.
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El Gobierno argentino acordó con Twitter impulsar "acciones conjuntas" que eviten la proliferación de los discursos de odio en las redes sociales, debido al "recrudecimiento" de estas prácticas desde la pandemia por coronavirus, informaron fuentes oficiales.

El secretario argentino de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, tuvo un encuentro virtual con las autoridades de Twitter en América Latina para abrir "una instancia de diálogo" que permita generar acciones vinculadas a frenar la propagación de comportamientos abusivos en las redes, destacó la Secretaría de Derechos Humanos

Durante el encuentro, el funcionario ofreció la "colaboración técnica" de su secretaría para "mejorar la calidad del debate público en redes y prevenir situaciones de violencia".

"El secretario manifestó su intención de trabajar en la realización de campañas de concientización destinadas a la población en general con la finalidad de trabajar esta temática y problematizar sus consecuencias para la sociedad", detalló.

El Gobierno argentino sostiene que el "recrudecimiento" de los discursos de odio en internet fue uno de los factores tras el intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Fernández.

Miles de personas protestan por primera vez contra los cambios de Petro

COLOMBIA. Por las reformas y el alza de los precios de los combustibles.
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Las reformas tributaria, laboral y a la salud; el alza a los precios de la gasolina y la invasión de tierras sacaron ayer a miles de personas a las calles de Colombia en la primera manifestación contra la administración del presidente Gustavo Petro, quien asumió el cargo hace menos de dos meses.

"No más Petro", "vamos por mal camino", "quiere acabar con todo", fueron las frases más recurrentes en Bogotá, donde dos marchas que salieron de diferentes puntos de la ciudad llegaron a la Plaza de Bolívar.

Allí hubo un conato de enfrentamiento en el que afines a Petro rodearon a los que iban en la marcha e incluso alcanzaron a lanzarles objetos, pero la situación no pasó a mayores.

La denominada "Gran marcha nacional" impulsó concentraciones en más de 20 ciudades colombianas y en varias de Estados Unidos, México, Panamá y Suiza, dijo a Efe el arquitecto Pierre Onzaga, uno de los gestores de la movilización, quien anunció una segunda jornada para el próximo 24 de octubre.

Las manifestaciones más concurridas estuvieron en Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla. Allí, miles de personas, la mayoría con camisetas blancas y enarbolando banderas de Colombia, lanzaron consignas contra el Gobierno de Petro.

El descontento que mostraron es, entre otros, por la reforma tributaria presentada por el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, en agosto pasado que busca recaudar unos 5.550 millones de dólares.

También reclamaron contra la reforma laboral, que será presentada al Congreso el año entrante, al considerar que para los empresarios será cada vez más difícil crear empleos porque traerá mayores costos.

Otro foco de descontento es la "paz total". El jueves pasado en Nueva York, Petro anunció en la ONU que en cuestión de días se va a plantear un cese al fuego multilateral con varios grupos armados que se han acercado al Gobierno.

A lo anterior se suman las críticas contra varios de los ministros y contra el Partido Liberal y Conservador, que se declararon de Gobierno y por ende apoyan las reformas que impulsa Petro en el Congreso.