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Carlos III es proclamado rey tras su primer discurso y un trato cercano

REINO UNIDO. El día de la coronación aún es un misterio. El monarca agradeció la compañía de la reina consorte, Camila, nombró príncipes de Gales a William y Kate, junto con "expresar mi amor por el príncipe Harry y Meghan".
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En el Palacio de Saint James, en Londres, Inglaterra, Carlos III iba a ser proclamado rey durante la madrugada en Chile, con lo que asume oficialmente el trono de su madre, la reina Isabel II, fallecida el jueves a los 96 años. Ayer, en sus primeras horas como monarca, el antes príncipe saludó a quienes llegaron al Palacio de Buckingham de mano y hasta un beso en la mejilla, cercanía que nunca experimentó la reina, a quien Carlos III recordó en su primer discurso: "La reina Isabel tuvo una vida bien vivida, una promesa con el destino cumplida. (...) Yo renuevo esa promesa de servicio a todos".

De traje y corbata negra, Carlos III realizó ayer su primera alocución antes de ser proclamado rey por el Consejo de Ascensión, ante quienes juraría como nuevo monarca, tras los 70 años de reinado de su madre, el más largo de la corona británica.

"La reina Isabel tuvo una vida bien vivida, una promesa con el destino cumplida. Ahora es llorada en el momento de su muerte. Yo renuevo hoy esa promesa a todos de servicio a lo largo de toda la vida", dijo el otrora príncipe de Gales.

"A mi querida mamá, mientras comienzas tu último gran viaje para unirte con mi querido papá, quiero decirte simplemente esto: gracias. gracias por tu amor y la devoción a nuestra familia y a la familia de naciones a la que has servido diligentemente todos estos años", sostuvo Carlos III en el discurso grabado en el Palacio de Buckingham.

"Como la propia reina hizo con devoción inquebrantable, yo también me comprometo ahora para el resto del tiempo que Dios me conceda a defender los principios constitucionales en el centro de nuestra nación", agregó el heredero de 73 años, acompañado por una fotografía de Isabel II.

Ahora la línea de sucesión será encabezada por William, a quien Carlos III se declaró "orgulloso" de nombrar príncipe, título que ostentó hasta el fallecimiento de la reina: "Con Kate a su lado, nuestros nuevos príncipe y princesa de Gales seguirán inspirando y dirigiendo nuestros debates nacionales".

El rey no olvidó a su hijo pequeño, Harry, con quien, según la prensa británica, aún se encuentra enojado tras su renuncia a ser parte de la familia real, en 2020. "Expreso mi amor por el príncipe Harry (quien legalmente ahora no posee títulos nobiliarios) y Meghan, mientras siguen construyendo sus vidas en el extranjero".

La reina consorte

Carlos III también se refirió a su esposa, la reina consorte Camila, quien tardó en ganarse el afecto de los británicos por haber sido amante del entonces príncipe cuando estaba casado con Diana de Gales. En respeto a este sentir, Camila no recibió el título de princesa de Gales.

"Cuento con la ayuda amorosa de mi querida esposa Camila. En reconocimiento de su leal servicio público desde nuestra boda hace 17 años, se convierte en mi reina consorte. Sé que ella aportará a su nuevo rol la devoción firme al deber de la que he llegado a depender tanto", aseguró el rey cuya fecha de coronación aún es un misterio: su madre esperó 16 meses la corona.

La conexión chilena

La filósofa y académica chilena Lucía Santa Cruz, al cierre de esta edición, aún no comentaba de manera pública el nombramiento de Camila como reina consorte, pese a que ella, según la revista Vanity Fair, fue quien la presentó al rey en 1971, tras haber mantenido una relación con él mientras su padre, Víctor Santa Cruz, era embajador en Inglaterra.

Hasta hoy la académica y la monarca son cercanas, al punto que ella la invitó a su cumpleaños 70 en su casa en Inglaterra, junto a solo 250 personas. "Camila era muy humana y cercana, una persona muy cálida que pensé que (al rey) le vendría bien tener en su vida", porque "él solía venir a mi casa a tomar una copa o a recogerme. Y un día le dije: '¿Te importa que suba Camila?'", dice Santa Cruz en la biografía de Carlos III escrita por Catherine Mayer.

Otro vínculo de la reina consorte con Chile son dos de sus caballos, Cónclave y Porteña, los que se llevó del criadero de los hijos del exministro Alfredo Moreno, Ana María y Alfredo, en 2018, tras una presentación en Londres. Los dos animales pura sangre viajaron desde Santiago al criadero británico luego de "el 18" de aquel año.

Isabel II "reinventó la monarquía"

La primera ministra británica, Liz Truss, afirmó ayer en la Cámara de los Comunes que la reina Isabel II "fue una de los más grandes líderes que el mundo ha conocido", y "reinventó la monarquía" para adecuarla a la modernidad. El Reino Unido "ha crecido y florecido" durante los 70 años del reinado isabelino, donde la monarca fallecida el jueves, a los 96 años, demostró su devoción "a la unión" de Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte, sostuvo la jefa de Gobierno que recibió el saludo y apoyo de Isabel II este martes en la residencia de Balmoral, Escocia, y ahora deberá continuar su trabajo en el Ejecutivo con Carlos III.

73 años tiene el nuevo monarca, quien el jueves dejó de ser príncipe tras la muerte de Isabel II.

16 meses esperó la corona Isabel II tras la muerte de Jorge VII, en 1952. Fue la primera ceremonia en TV.

Un emotivo servicio en la catedral de San Pablo rindió su tributo a Isabel II

LUTO. Políticos de diversos sectores, entre ellos la primera ministra, Liz Truss, y también unos 2.000 ciudadanos británicos, asistieron a la misa.
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Un emotivo servicio religioso reunió este viernes en la catedral de San Pablo de Londres a algunos de los principales representantes políticos del Reino Unido y cerca de 2.000 ciudadanos británicos para rendir tributo Isabel II.

Al inicio de la ceremonia, en el templo se escuchó el primer discurso a la nación que el nuevo rey Carlos III.

El país estaba paralizado, Buckingham recibía toneladas de flores en sus paredes y hasta el Banco de Inglaterra suspendió su reunión de política monetaria en señal de respeto.

Al final de la misa, se entonó por primera vez de manera oficial el himno nacional con las palabras "Dios salve al rey", en lugar del "Dios salve a la reina" que prevaleció en las últimas siete décadas.

La primera ministra, Liz Truss, leyó durante la ceremonia un fragmento de la Biblia ante los presentes en la catedral londinense.

El ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, el de Relaciones Exteriores, James Cleverly, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, y el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, estaban entre los presentes en el acto religioso, al que sin embargo no asistieron miembros de la familia real.

También acudieron a la misa la viceprimera ministra, Thérèse Coffey, y la líder de la Cámara de los Comunes, Penny Mordaunt, que estuvieron entre los fieles que se levantaron para cantar los himnos sacros durante la ceremonia.

Los coros y la música sacra de órgano, así como el sonido de una gaita escocesa, subrayaron la emotividad y solemnidad de la ocasión, en la que algunos miembros del público derramaron lágrimas.

"Como acto de agradecimiento, nos reunimos con orgullo en esta catedral para llorar la muerte de nuestra señora soberana", declaró el deán de San Pablo, Andrew Tremlett, que ofició la ceremonia.

En la BBC, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, agregó que Isabel II "nunca miraba por encima del hombro (de la persona con la que hablaba) para ver si había alguien más interesante (en el lugar). Todo el mundo obtenía su atención".

"La reina constantemente nos mostraba el significado de la vida; era alegre, tenía humor y tenía una vida llena. Pero nunca, nunca, ni siquiera en los malos momentos, perdía la esperanza", remarcó para explicar por qué sin Isabel II se siente que el mundo es otro.