Tras el Plebiscito de Salida, el Gobierno realizó un cambio de gabinete que era necesario en medio de una baja desaprobación a nivel país y que debería dar un nuevo aire con énfasis en un manejo adecuado de los temas que importan a los chilenos como seguridad ciudadana y economía. La experiencia del "bacheletismo" y la reestructuración del comité político deberían ser importantes para afrontar el llamado "segundo tiempo", luego de un "primer tiempo" marcado por la falta de manejo en áreas como el Ministerio del Interior y Salud, que finalmente terminaron con sus ministras fuera de La Moneda. La salida del ex ministro de Ciencias Flavio Salazar también parece acertada, dada la escasa visibilidad y descentralización de lo que se había trabajado, sin avances que realmente se notaran a nivel local en una cartera ya invisibilizada por no ser considerada como importante.
El Ejecutivo no puede dar un paso en falso y dejar atrás la imagen de amarre que tenía con el Apruebo, propiciada por parte de sus ministros y el propio Presidente Gabriel Boric que rozaron los límites de la prescindencia, lo que a la larga más allá de los dictámenes de la Contraloría quedó una sensación de ausencia de manejo en temas que son de urgencia para el país.
Hay factores, dentro de varios, que estarán marcando la agenda. Uno es que al probado el sabor de la derrota y el fracaso, se tiene la opción de reinventarse y crecer en aprobación en base logros y metas, que vaya generando en el camino. Sin duda que el proyecto de 40 horas será bienvenido para la ciudadanía, claro está cuidando aspectos como la productividad.
Pero en asuntos más profundos, como las reformas corre el riesgo de estancamiento al estar amarradas a la rechazada propuesta constituyente. La reforma a la Salud parece ser la más difícil, dado que en contenidos se parecía mucho al texto elaborado por los convencionales y desde ya en la oposición advierten que no están los votos. "No tiene ningún piso", dijo el presidente de Renovación Nacional, Francisco Chahuan, que el martes en la tarde finalmente asistió a la reunión convocada por Boric para seguir con el proceso constituyente y luego de haber anunciado que no iría.
¿Qué es lo mejor que requiere el país? Sería un error desechar toda la propuesta constituyente a partir del amplio triunfo del Rechazo, incluso sería subestimar a la ciudadanía. Y es que se demanda una economía sana y buen empleo, pero también anhela una mejor salud, mejores pensiones y una mejor educación.
El sistema actual de salud, por ejemplo, actualmente naufraga entre listas de espera que crecen, Isapres que se declaran en quiebra y en el caso de Atacama, la ausencia de convenios con la Clínica RCR Atacama para afiliados de Isapres que deberán pagar el total en caso de hospitalización.
¿Será acertado no cambiar nada de lo actual? Parece que no y para ello las voluntades deben estar disponibles ya sea con reforma u otras ideas.