Storytelling del Proceso Constituyente
Identifico cuatro actores relevantes en esta narrativa atrapante de sucesos: 1) Ciudadanía; 2) Militantes de partidos como la DC y PR desmarcados de la opción "Apruebo"; 3) Movimiento ciudadano como Amarillos por Chile; y, 4) Gobierno. ¿Qué aprendizaje obtuvimos? Chile debe avanzar. La elección presidencial fue en diciembre del año 2021 y, al margen de aquello, el Gobierno debe dejar las campañas políticas y preocuparse como ocuparse de las verdaderas urgencias sociales, abandonar esa idea refundacional y ese diálogo con olor a humo. El resultado del 4S fue "fuerte y claro" con un sentido republicano, las personas se manifestaron con un lápiz y un papel de forma cívica y Chile nuevamente en procesos eleccionarios se destacó por su transparencia en tener los resultados en un par de horas al cierre de las mesas.
Para un proceso constituyente, que se pueda avecinar, es importante el rol que asuma el Congreso, donde impere el sentido común y la unidad, se aquilaten los dos procesos constituyentes fallidos y se piense en el país y no en los intereses individualistas de partidos y minorías. El escenario económico es complejo y hay reformas que requieren respuestas, a su vez, la eficacia y eficiencia de la ejecución presupuestaria en regiones.
Paula Guerrero Zaro
Es tiempo de reflexión
Es tiempo de reflexión y mesura. El reciente resultado del proceso constitucional así lo indica.
Un proceso que se inició desde la rabia, desde las frustraciones de millones de chilenos y, no es menos cierto, desde la violencia de un grupo menor pero radicalizado.
Que buscando canalizar y conducir la crispación que existía en el país esos días, el Congreso y el Gobierno buscaron zanjar, en forma apresurada, las condiciones del proceso constitucional que se iniciaría, grave error.
Se instaló, por presiones varias, un sistema de elección que distorsionó, gravemente, la igualdad del voto: convencionales constitucionales de PP.OO con muy baja representatividad en sus bases y con escasos votos, listas de independientes con bajos requisitos de entrada, los cuales fueron los grandes responsables de la escasa posibilidad de lograr acuerdos macizos en el proyecto de constitución.
Hago una mención honrosa a la soberbia e intolerancia de constituyentes como Stingo, Atria, Labraña, Barraza, Baradit, Bassa, Loncon y tantos otros, que por el contundente 80% en el plebiscito de entrada (con voto voluntario) se sintieron llamados a refundar nuestro país.
Un 62% del país, más de 7 millones de ciudadanos, todas las regiones y más de un 95% de las comunas del país le pegaron un portazo al afán refundacional, a la propuesta y al proceso en sí.
Ahora que el proceso debe continuar, no se pueden cometer los mismos errores. Chile dio una lección al mundo que no está dispuesto a procesos refundacionales extremos y con ideologías fracasadas por lo que la inestabilidad que existía, en gran medida, se atenuó y debería seguir así. Ahora el Congreso y el Gobierno deben ponerse de acuerdo, sin imposición alguna, respecto al mecanismo y al plazo adecuado para lograr, de una vez por todas, una constitución que sea realmente un nuevo pacto social para los próximos 50 años. Pensar en Chile y sus familias.
Felipe Cuevas Mancilla
Desafío Constitucional
Este pasado domingo, nuestro desafío constitucional dio un paso muy importante, abriéndose ahora una nueva etapa de construcción colectiva e implementación que nos represente a todos. En la evaluación del proceso recién concluido, no nos podemos equivocar en la interpretación del resultado. Ha quedado ya instalada una solicitud clara de una estructura de derechos sociales los que, correctamente trabajados, pueden hacernos crecer como país y unirnos como chilenos. Entre estos derechos figuran el derecho a la vivienda y a la ciudad.
Como AOA, nos corresponde dar apoyo a la redacción de estos derechos en un nuevo texto constitucional. También es rol nuestro contribuir a la materialización y desarrollo de ellos, en sus dimensiones urbanas, habitacionales y sociales, teniendo siempre a las personas en el centro. Entendemos que estos derechos merecen ser implementados en una lógica sistémica de manera que impacten positivamente en toda la sociedad, generando así un círculo virtuoso donde la mejor calidad de vida sea el factor detonante para una relación social de identidad y cuidado de nuestra ciudad, patrimonio y medio ambiente.
Pablo Jordan Fuchs, presidente Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA
Paridad de género
Señor director: Estoy en desacuerdo con la "paridad de género" en los procesos eleccionarios, pues la inteligencia y las capacidades personales son independientes del sexo.
No obstante, podría ser aceptable tal paridad en la definición de candidaturas pero no en los resultados, puesto que deberían ser elegidos aquellos candidatos que obtengan mayor cantidad de votos. De otro modo, algunos candidatos serían elegidos gracias a su género y no a su talento.
Adolfo Paúl Latorre, abogado
¡No a la misma cazuela!
Estimado director:
Después del rechazo a la Constitución propuesta por la CC, ya se esbozan ideas para continuar el proceso constitucional, porque si hay algo que quedó muy claro, Chile quiere una nueva Constitución, el primer intento lamentablemente, se fue al agua...
Entre las ideas que surgen, está el usar las llamadas "Listas cerradas", sin entrar en detalles, para no marearlo, palabras más, palabras menos, es la misma, pero la misma cazuela que ya se sirvió, y que se rechazó, con las mismísimas presas,, repetidas hasta el cansancio, pero la novedad, es que están camufladas, y de seguro con los mismos escuálidos requisitos para ser, ni más ni menos que el redactor de la Nueva Constitución...
"Chiste repetido, resulta podrido"
Aprendamos, todo indica que Chile necesita a sus más connotados constitucionalistas "de verdad" no aprendices, de todas las tendencias políticas, géneros, etnias, etcétera, para ser elegidos como constituyentes, después de verlos en debates públicos, para conocer de sus méritos y sus idearios, para dejar atrás la imagen de constituyentes votando desde la ducha, otros inventando enfermedades, disfrazándose, etcétera...
Pongámonos serios de una vez, si es para Redactar La Nueva Constitución, no "El Manual de los 15 minutitos de fama de un leguleyo", y esa gracia nos costó más de 68.000 millones de pesos, y no precisamente pagados por Moya (hoy inubicable), sino que por todos los chilenos...
Luis Soler