Cargos de Alta Dirección Pública
La salida de la directora de Mejor Niñez Atacama, Cinthia Rojas, muestra una contradicción en estas designaciones y transforma en un sinsentido el proceso técnico de búsqueda de directores. Quizás lo mejor sea, definitivamente, transparentar que debe ser un cargo de confianza. Esto termina por demostrar a los incrédulos que siempre tuvieron razón, dado que queda patente que una buena idea -como es dar prioridad a lo técnico- no siempre termina siendo plasmada de la mejor forma.
El viernes antepasado a la directora de Mejor Niñez Atacama, Cinthia Rojas, se le pidió su renuncia la cuál no se concretó dado que presentó una licencia médica. A su regreso, ya no debería estar trabajando en un puesto fundamental para la nueva institucionalidad del cuidado de los niños.
Según trascendió, su salida obedece a motivos políticos, esto al ser autoridad en los gobiernos de Sebastián Piñera con lo que se transformaría en una nueva baja por no ser de la confianza del actual Gobierno dado que Claudio Baeza acusó que le pidieron la renuncia como director del Servicio de Salud.
Lo ocurrido revela contradicciones y un mal sistema de designación. Esto debido a que ambos fueron elegidos por Alta Dirección Pública, el cual se define como uno que busca "dotar a las instituciones de gobierno -a través de concursos públicos y transparentes- de directivos con probada capacidad de gestión y liderazgo para ejecutar de forma eficaz y eficiente las políticas públicas definidas por la autoridad".
Su implementación buscaba apartar el sentido político de estos cargos, pero lo ocurrido en Atacama es el fiel reflejo de que el papel aguanta mucho, pero en la práctica se termina por tomar decisiones que se basan en la confianza partidista o cercanía.
El Sistema de Alta Dirección Pública se ha transformado en un sentido sea para un Gobierno de uno u otro color, por lo que parece necesario transparentar que finalmente estos cargos son de confianza, como también parece necesario revisar si los elegidos, aparte de su currículum, no deben estar ligados a conglomerados políticos.
Ya sea por una u otra razón, este proceso termina perdiendo validez y, por otro lado, termina demostrándole a los incrédulos que siempre tuvieron razón, dado que queda patente que una buena idea -como es dar prioridad a lo técnico- no siempre termina siendo plasmada de la mejor forma tomando en cuenta que hay otros factores que pueden pesar más.
Al final, nuevamente, la política hace lo suyo.