Académico UAH cuestiona estudio del año 2013 y pide que un "ente independiente" realice un nuevo análisis en Tierra Amarilla
SEBASTIÁN URETA. El director del Magister en Ciencia, Tecnología y Sociedad agregó que, con el crecimiento de la comuna, "probablemente ya hayan algunas casasque estén directamente arriba de faenas mineras".
El reciente socavón de Tierra Amarilla, no es el único en la historia de la comuna, de hecho existen al menos cuatro "cráteres de hundimiento" anteriores a este, algunos de carácter antrópico.
Uno de ellos, salió recientemente a la luz en redes sociales. Se trata de un socavón que ocurrió en marzo de 1993 en la minera "Santos", que cabe agregar, estaba ya en ese entonces localizada muy cerca del área urbana de la comuna. En aquella ocasión, sucedió un derrumbe de un caserón de extracción de mineral, creando un cráter de 32 metros de diámetro y 18 metros de profundidad, sus causas fueron atribuibles a la actividad minera.
En los últimos años, se sumaron otras subsidencias, las cuales tuvieron lugar en el área urbana de la zona. Una de ellas ocurrió en el patio de una casa, la cual abarcó 16 metros de profundidad y 105 metros de diámetro; la otra se ubicó en la ruta C-35 a la entrada norte del área urbana de la comuna. Y por último, el connotado "orificio" emplazado a unos 500 metros de la población Luis Uribe en el año 2013.
Eventos, que de un día para otro, se hicieron parte de la geografía de la comuna y que gatillaron el temor e incluso el pánico entre los habitantes de la ciudad, quienes demandaron la necesidad de un estudio que permitiera desmentir la idea de la existencia de cavidades debajo de la ciudad, originadas por faenas mineras.
Estudios
Fueron precisamente estas ideas las que en diciembre del 2013 conformaron una mesa minera integrada por la comunidad, las autoridades de la época y las empresas mineras. Labor que concluyó con un informe que derribó el mito sobre la existencia de cavidades subterráneas en la zona urbana de Tierra Amarilla en un 90%.
El hecho motivó al profesor asociado al departamento de sociología, Sebastián Ureta y al tesista, Andrés Contreras de la Universidad Alberto Hurtado (UAH), a desarrollar un artículo en 2019, en el que concluyen que dicha mesa de trabajo fue un "espectáculo público", que desacreditó la posición de las comunidades, y no realizó una investigación crítica y analítica respecto del potencial riesgo de las faenas mineras bajo las ciudades.
"Por un lado fue una mesa de trabajo que partió con un supuesto básico, de este miedo de las personas, respecto a que de alguna forma hubieran faenas mineras debajo de sus casas, era algo irracional, partieron altiro descalificando completamente la posición de la comunidad, los miedos bastante fundados de la comunidad respecto a las faenas mineras y ese fue el supuesto de base", comentó el director del Magister en Ciencia, Tecnología y Sociedad de la UAH, Sebastián Ureta.
El connotado investigador internacional agrega un segundo punto, indicando que la empresa a cargo del estudio, Ingeosat, paradójicamente colaboraba con las mineras asociadas a la mesa de trabajo desde hace un tiempo atrás, convirtiéndose entonces en una entidad que "desde principio ya se sabía cuál iba ser la difusión de esa mesa, dado que era financiada por las mineras, y quienes hicieron los archivos técnicos, los resultados siempre iban a ir en favor de lo que las empresas mineras querían, que era decir que no habían riesgos en las faenas mineras en Tierra Amarilla ".
Una tercera arista abarcada por el docente, es que el informe expuso que las viviendas no presentan riesgos, ya que estas no estaban encima de las faenas. "Uno ve que estos socavones pueden tener diferentes formas, puede ser tubular o cónica, es decir, puede ser un cono, entonces puede pasar después, que el socavón empiece a crecer hacia los lados, y que termine acercando cosas o viviendas o espacios que no están directamente encima", agregó el ex director alterno del Núcleo Milenio de Investigación en Energía y Sociedad (NUMIES).
Por último, el director del Magister en Ciencias, agregó que los próximos estudios que se realicen deben ser totalmente independientes de la zona y deberán ser financiados por las empresas mineras.
"Ellos tienen que poner el financiamiento para que un ente independiente, que no sean de la región, y ojalá que no sea chileno, pueda evaluar el riesgo de las faenas mineras bajo Tierra Amarilla, porque las faenas mineras están muy cerca de la comunidad y si la comunidad sigue creciendo, probablemente ese que fue hace ya 8 o 9 años, probablemente ya hayan algunas casas que estén directamente arriba de faenas mineras", puntualizó.
"Las empresas mineras deben financiar un estudio totalmente independiente (..), que pueda evaluar el riesgo de las faenas mineras bajo Tierra Amarilla,porque las faenas están muy cerca de la comunidad y si la comunidad sigue creciendo(..) probablemente ya hayan algunas casas que estén directamente arriba de faenas mineras".
Sebastián Ureta, Dir. del Magíster en Ciencia, Tecnología y Sociedad de la Universidad Alberto Hurtado.