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Muerte del líder de Al Qaeda reaviva fantasmas en Afganistán

KABUL. Ataque de EE.UU. que liquidó a Ayman al Zawahiri reflotó la idea de un supuesto apoyo talibán en su territorio a grupos yihadistas.
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Agencias

La muerte del líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, tras el ataque con un dron estadounidense en Kabul, reavivó los fantasmas del supuesto apoyo talibán en su territorio a grupos yihadistas, después de que los islamistas se limitaran ayer a condenar el bombardeo sin hacer referencia al terrorista.

El área en el que se encuentra la residencia en la que impactó en la mañana del domingo el cohete que mató a Al Zawahiri cuando se asomó al balcón, se encontraba ayer completamente acordonada por las fuerzas de seguridad de talibanes impedían el acceso a punta de fusil.

Mientras la gente se pregunta si la muerte del líder de Al Qaeda en Kabul, protegido aparentemente por el régimen, significará un mayor aislamiento y restricciones internacionales dentro de la ya crítica situación que vive el país, los talibanes han evitado por ahora nombrar al fallecido.

Apoyo talibán

El Gobierno talibán "condena enérgicamente este ataque, que se produjo por el motivo que fuera, y lo considera una clara violación del derecho internacional y del acuerdo de Doha", aseguró el principal vocero islamista, Zabiullah Mujahid, tras la confirmación del presidente de EE.UU., Joe Biden.

A su vez, explicó que estos ataques "repiten la experiencia fallida de los últimos 20 años y van en contra de los intereses de EEUU, Afganistán y la región. Repetir esas acciones dañará las posibles oportunidades" de estabilizar la región.

En el acuerdo de Doha, firmado en febrero de 2020 entre Estados Unidos y los talibanes, se acordó la retirada completa de las fuerzas estadounidenses de Afganistán después de dos décadas de conflicto, que concluyó hace un año tras la toma de Kabul por los islamistas.

No obstante, la salida de EE.UU. se hacía bajo la condición, entre otros puntos, de evitar que Afganistán volviera a convertirse en santuario de terroristas como ocurrió durante su anterior régimen entre 1996 y 2001, marcado por el apoyo a Osama bin Laden y los ataques del 11-S, algo que aparentemente incumplieron los talibanes.

Así, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, acusó por su parte al régimen talibán de violar "gravemente" el acuerdo de Doha al haber cobijado en Kabul al líder de Al Qaeda, traicionando las "repetidas" garantías al mundo de que no permitirían que el territorio afgano fuese usado por terroristas.

El antiguo Gobierno afgano respaldado por EE.UU. ya había insistido en que los talibanes no habían cambiado y seguían manteniendo lazos profundamente arraigados con Al Qaeda. En las últimas dos décadas, sus miembros ayudaron a los talibanes a financiar la guerra contra las tropas estadounidenses, y proporcionaron conocimientos en materia táctica y armamentística, así como en la fabricación de explosivos y ataques suicidas y con autos bomba.

"La muerte de Al Zawahiri (...) es una sólida evidencia de que el Gobierno talibán no rompió su relación con Al Qaeda y otros grupos terroristas", dijo el analista político Wais Nassiry a Efe.

¿Quién viene después de Al Zawahiri?

El asesinato de Al Zawahiris es un fuerte golpe para la organización extremista Al Qaeda en un momento que reivindicaba volver a ser la líder de la yihad global. Ahora, su sucesión podría crear "verdaderos problemas" en el grupo, dado que ya apenas quedan figuras tan respetadas como la del egipcio. El 15 de julio, el Consejo de Seguridad de la ONU destacaba a dos personas que podrían ser sus sucesores según antigüedad: el egipcio Seif al Adl o el marroquí Abdelrahman al Maghrebi, yerno de Al Zawahiri. Sin embargo, ambas figuras han sido vinculadas a Irán y no tienen la misma experiencia ni credibilidad de Al Zawahiri.

Comienza en Ucrania evacuación obligatoria de la región de Donetsk

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Ucrania dio inicio ayer a la evacuación obligatoria de la población de las zonas que controla en la región de Donetsk, en prevención del recrudecimiento de los combates mientras intenta potenciar una ofensiva en el sur del país.

"Ha comenzado la evacuación obligatoria de la región de Donetsk. El primer tren llegó a Kropyvnytskyi esta mañana. Mujeres, niños, personas mayores, muchas personas con movilidad reducida. Todos fueron recibidos y acomodados, todos recibieron ayuda", escribió la viceprimera ministra ucraniana Iryna Vereschuk en Telegram.

El comienzo del éxodo masivo, que podría afectar a más de 200 mil residentes, se produce al día siguiente del anuncio de un nuevo paquete de ayuda militar de Estados Unidos por un monto de 550 millones de dólares, que incluye 75.000 proyectiles y cohetes para lanzadores HIMARS.