Correo
Salud mental e inversión
Desde hace un par de años, los índices de depresión han aumentado en Chile por la pandemia, sobre todo en los niños y adultos mayores, la población más de cuidado, por lo que se hace urgente contar la atención de profesionales en salud mental, eso lo sabemos, pero la pregunta es ¿a qué costo? En las miles de familias existe el dilema de asistir o no a una consulta por la incertidumbre de cuál es el valor de la sesión, si se cuenta con el tiempo necesario, si se reembolsará parte de ese valor. Esto último en el caso de quienes cuentan con Isapre.
No es un secreto que el sistema de salud debe repensarse, porque no es posible que se le reste importancia a una depresión no tratada frente a un esguince, por ejemplo. Más aún si hablamos de niños, quienes serán los adultos del mañana. Esto se suma a la relevancia que cobra la educación emocional de la familia en la infancia, entregando las herramientas necesarias a los más pequeños para cuidar su esfera afectiva a lo largo de su desarrollo vital, lo cual permitirá decidir a futuro de manera asertiva sobre el invertir en salud mental como un aprendizaje fundamental, en lugar de experimentarlo como un gasto innecesario en nuestras vidas, en el que veremos logros a largo plazo.
Valeria Godoy Mondaca, psicóloga infantojuvenil
Fake news y desinformación
Nunca en la historia de la humanidad el individuo ha estado más conectado con su entorno como en los últimos 20 años. Esta evolución tecnológica la marca la masificación de la internet y como derivado, las conocidas redes sociales. Es indudable que la mayoría de las personas usa estos canales de información para obtener datos respecto de diversas situaciones y cosas, y con ellos tomar decisiones relacionadas por ejemplo con la crianza, compras, pareja, política, economía y participación ciudadana.
Respecto a este último punto, los expertos ponen la voz de alerta en este bombardeo de información que puede influir en las personas. Luis Pino, Director de Carrera de Psicología de Universidad de Las Américas, explica que internet no discrimina y muestra todo tipo de información: "Los sujetos toman la información que la experiencia o su sentido común les dice que es real, lo correcto o verdadero, generando el razonamiento que 'información es igual a conocimiento y por tanto verdad'".
Luis Pino asegura que cambios sociales estructurales derivados de la política o el sufragio en un plebiscito, se pueden generar de información distorsionada, exagerada o simplemente irreal, pero que no es producto de una conspiración, sino que las personas son convencidas sencillamente de aquello que creen que es posible. El académico señala que los votantes ejercen su derecho por emociones o por afectos, alejados de la racionalidad: "Las personas ya creen o ya están dispuestos a aceptar lo que las redes sociales van a reproducir, por tanto, la información que no posee sustento científico o sencillamente las noticias falsas, no son falsas en sí mismas, si no que las aceptamos porque coinciden con lo que la gente ya cree posible". Podemos centrarnos en la intencionalidad o en lo doloso de las fake news, pero más complejo es que las personas están dispuestas a creer cualquier cosa como verdadera. Es relevante, por tanto, considerar esta cadena de eventos en la que la noticia falsa se convierte en una post verdad, es decir, la gente se queda con el primer enunciado, aunque resulte falso.
Un individuo responsable, no se tiene que cerrar a un solo canal de información, y por sobre todo, siempre debe estar dispuesto a ampliar la visión respecto de un fenómeno, es decir, aceptar diversidad de informaciones y opinión porque siempre implicará crecimiento. Lo mejor es tomar decisiones bien informados y no procedente de emociones disfuncionales como el miedo o la alegría extrema.
Luis Pino, director de Carrera de Psicología de Universidad de Las Américas
Inclusión financiera
Hace algunos días, la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados aprobó en general y por unanimidad el proyecto de ley que crea un Registro de Deuda Consolidada, lo cual es una muy buena noticia debido que se demuestra el compromiso con la inclusión financiera y el endeudamiento responsable que tienen el gobierno y el parlamento.
La experiencia comparada y los incontables argumentos provistos por organismos como el Banco Mundial, la OCDE, la CMF y el Banco Central, muestran la urgencia de avanzar decididamente con esta política pública para generar mayor bienestar financiero a personas y empresas, por no dejar de mencionar que a la fecha somos el único país de Sudamérica que carece de un Registro de Deuda Consolidada. Esperamos que la tramitación siga con la misma determinación y celeridad, para que podamos seguir forjando un sistema financiero sin asimetrías de información y competitivo, que permita a la ciudadanía satisfacer mejor aún sus necesidades de financiamiento en forma responsable.
Ángel Sierra, director ejecutivo de FinteChile
Lactancia Materna
La lactancia materna es la política más costo-efectiva en salud pública a nivel mundial; inversión cero y recompensas miles. Sin embargo, los porcentajes de lactancia exclusiva no superan el 60% en todo el planeta y ese logro ha estado amenazado por más de dos años. No podemos olvidar las repercusiones de la pandemia, donde se agudizaron las brechas de acceso a actividades de promoción de salud, tampoco la crisis sociopolítica que vivimos, donde el riesgo de inseguridad alimentaria aumenta.
En el contexto de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la Alianza Global para la Acción en Lactancia Materna, propone para este año el lema "Impulsemos la lactancia materna, apoyando y educando". Uno, porque el rol de recuperar los cuidados de salud post pandemia es un imperante; dos, porque ante esta crisis que vivimos debemos apoyar aún más el proceso de amamantamiento.
Las mujeres que amamantan necesitan no solo el apoyo de los servicios de salud, sino que también de sus lugares de estudio o trabajo, y de su comunidad, para alimentar a sus hijos de manera óptima. El apoyo educativo debe ir orientado además a la transformación de estos determinantes y así otorgar garantías de contextos amigos de la lactancia materna, fomentando el sentido de sociedad en el apoyo a esta práctica.
Paulina Araya Orellana y Natalia Burattini Fredes, académicas de la Escuela de Enfermería Universidad Diego Portales