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Comunidad educativa de Rosario pretenden iniciar una demanda colectiva contra servicio local de Atacama

TOMA. Desde marzo la comunidad educativa a estado expuesta a una serie de deficiencias estructurales y humanas, entre ellas, la emanación de gases, el mal estado de los servicios sanitarios, y el hacinamiento. Situación que desencadenó la toma del recinto. Desde slep no quisieron emitir declaraciones.
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Rochel Saavedra Zepeda

La emanación de olores, es solo una de las tantas situaciones a las que desde marzo de este año enfrenta la comunidad educativa de la escuela Jesús Fernández Hidalgo de Copiapó. Un portón de emergencia totalmente clausurado, servicios higiénicos en deplorable estado, ventanas selladas desde marzo, polvo en suspensión y la irradiación de olores, han impedido que más de 500 estudiantes puedan llevar a cabo sus jornadas educativas.

Un escenario que colapsó la paciencia de los apoderados y estudiantes, quienes decidieron tomarse el recinto educativo de manera indefinida, como una medida de presión para que el servicio de educación pública de Atacama, resuelva sus demandas, las que aseguran vienen presentando desde hace más de 4 años.

En esta línea, la vocera del centro de padres de la escuela, Mariela Rivera, señaló que de no haber avances presentarán una demanda colectiva en contra del servicio y su sostenedor, ya que, han vulnerado por mucho tiempo los derechos de una completa comunidad educativa. Por su parte, el slep no quiso emitir declaraciones al respecto.

Portón de la

discordia

En marzo de este año, un portón cayó sobre un funcionario de la escuela, provocándole fracturas en uno de sus brazos. A la fecha, la estructura se encuentra "reparada", sin embargo, sigue clausurado. Un panorama que preocupa a la comunidad educativa, ya que es la principal salida de emergencia.

Al respecto, Benjamín Araya, estudiante de octavo básico del recinto, indicó que, "Nosotros tenemos dos patios y nos sellaron uno, porque se cayó un portón y lastimó a un inspector que le quebró un brazo y casi aplasta a un niño, ese patio lo sellaron y por ejemplo si hay un temblor o algo parecido, ¿por dónde vamos a salir?, somos casi 500 alumnos y más los docentes son como 60, casi 600 personas saliendo por una salida pequeña, imagínese la aglomeración que se formaría".

Emanación de olores

La emanación de olores se a convertido en la principal problemática de este recinto educativo, causando continuas evacuaciones, y la reducción de jornadas, lo que ha provocado el deterioro del aprendizaje en los alumnos.

"No hemos tenido clases de calidad desde comienzo de año, por los gases e incluso nos achicaron hasta la jornada por esto (…), por ejemplo, ayer estuvimos acá una hora más o menos esperando a que fueran a medir y que se fueran los olores y estuvimos más o menos una hora y mucha gente se fue porque a los niños les dolía la guata, la cabeza y a mí también me había dolido la cabeza", comentó el alumno Benjamín.

Otras de las aristas que se suma a esta deficiencia, es la preocupación de los apoderados, quienes no están tranquilos a la hora de enviar a sus hijas e hijos a clases.

En sentido, la apoderada Verónica Carrizo, comentó que, "Todos los días hay emanación y uno está pegada en el teléfono esperando a que te manden el WhatsApp qué tienen que retirar a los alumnos, porque yo estoy a cargo de mis dos nietas y el tema es que llego acá al colegio y me encuentro con muchas falencias, electricidad, muros, portón, (…), se supone que cuando vienen al colegio, uno puede estar tranquilo en su casa, que tienen la protección, que están en la calidad de vida buena como alumnos".

Infraestructura

"Esto ya lo llevamos hace más de cuatro años, (..) hay muchas falencias que hasta el