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Visita de Biden refuerza rol de príncipe heredero árabe

GIRA. Diversos analistas coinciden en que el polémico Mohamed, señalado como sospechoso de ordenar el asesinato de un periodista, ganó terreno.
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El príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, conocido como MBS, ha visto consolidada su figura política y su visión para modernizar el conservador reino árabe gracias al impulso dado por la visita del presidente de EE.UU., Joe Biden, interpretada como una "clara victoria" del polémico líder de facto de Arabia Saudí en el juego del tira y afloja entre Washington y Riad.

"Hoy vemos que el príncipe heredero saudí es el primer vencedor en Oriente Medio (...) sus planes internos y externos no han cambiado, si bien aquellos que estaban tratando de limitar su papel corren para conseguir una cita con él", dijo el analista político saudí Sultán al Qahtani.

Durante su visita a Arabia Saudí, la primera a Oriente Medio, que le llevó también a Israel y Cisjordania, Biden tuvo que tratar con MBS, de 36 años, como interlocutor del reino árabe, pues su encuentro con el monarca saudí, Salmán bin Abdelaziz, de 86 años, duró media hora y tuvo un perfil protocolar.

MBS, de 36 años, a quien la CIA responsabiliza del asesinato del periodista disidente saudí Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Estambul en 2018, encabezó el lado saudí en la mesa de reuniones frente a Biden, acompañado de sus más altos colaboradores.

El controvertido príncipe saudí moderó la cumbre que el mandatario estadounidense mantuvo en la ciudad de Yeda con los líderes de los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG)+3 -Egipto, Irak y Jordania-, para abordar temas como la asociación económica, el problema energético mundial o el programa nuclear iraní.

Esta ha sido la primera conferencia regional de gran peso político y económico que modera MBS desde que se convirtió hace cinco años en el príncipe heredero del mayor exportador de petróleo del mundo, lo que consolida su figura el líder político más joven en Oriente Medio.

Capítulo cerrado

"Es la mayor evidencia de que la política realista y firme seguida por el príncipe Mohamed tuvo grandes resultados positivos", agregó Qahtani, redactor jefe del independiente diario Riyadh Post, que se dedica a publicar estudios y análisis políticos del golfo y Oriente Medio.

Tanto él como otros numerosos expertos políticos y columnistas árabes dan por cerrado el capítulo en el que se presentaba internacional a MBS como el responsable del asesinato de Khashoggi y que buscaba modernizar un país que el propio Biden había tildado de "paria".

Amjad Taha, director regional del Centro Británico de Estudios e Investigación de Oriente Medio, destaca como ejemplo de esa pasada de página un vídeo que circula en Twitter de la reunión con MBS, en el que se escucha a una periodista preguntando en inglés: "Presidente Biden, ¿Arabia Saudí es todavía un paria?".

"Joe Biden ignora todas las preguntas (...) Y MBS se ríe, una sonrisa de la victoria (...) Creo que ya sabemos quién ganó, quién liderará en el futuro, quién permanecerá en su puesto y quién se irá pronto", comenta el también saudí Taha en su cuenta oficial de Twitter.

Biden no es el único líder occidental que visita a Bin Salmán, pese a las acusaciones en su contra, ya que fue precedido por el presidente francés, Emmanuel Macron, en diciembre, y el ex primer ministro británico, Boris Johnson, en marzo.

Desde que se convirtió en príncipe heredero en 2017, MBS ha dado numerosos pasos reformistas en el país, como permitir a las mujeres conducir coches o asistir a partidos de fútbol, además de anunciar una larga lista de asociaciones con empresas multinacionales y proyectos multimillonarios en el marco de su "Visión 2030" para la apertura y modernización del ultraconservador reino árabe.

Mandatario le resta importancia

El presidente Joe Biden consideró ayer que su saludo con el príncipe Mohamed, al que EE.UU. acusa del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, no es un tema importante. En su llegada a la Casa Blanca tras su gira, y cuando la prensa le preguntó si se arrepentía de haber chocado el puño con bin Salmán, respondió: "¿Por qué no me preguntan algo que importe? Responderé a cuestiones que importen". La imagen del viaje fue el choque de puños entre Biden y Bin Salmán después de que, durante la campaña de 2020, el demócrata dijo que trataría a Arabia Saudí como un "paria".