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El duro camino que deben recorrer las familias de menores diagnosticados con cáncer

EN ATACAMA. De acuerdo a los datos entregados por la "Corporación de Familias Oncológicas Atacama" son más de 80 las familias que deben viajar a Santiago para que los pacientes pedriaticos oncológicos reciban sus quimioterapias. "Las familias oncológicas de la región estamos totalmente invisibilizadas", manifestó la presidenta de la agrupación, en torno a las dificultades que tienen para costear los viajes y tratamientos.
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Vanessa Carrasco

El cáncer infantil en Chile es la cuarta causa de muerte de niños, niñas y adolescentes menores de 15 años. De acuerdo con datos del Ministerio de Salud, Los cánceres de mayor frecuencia son las leucemias (35%), los que afectan al Sistema Nervioso Central (17%), linfomas (10%) y sarcomas (6%).

Alrededor del mundo son cerca de 400.000 niños quienes enfrentan esta enfermedad y en Chile casi 500 diagnósticos anuales cambian la vida de las familias para siempre. Los pacientes oncológicos pediátricos tienen además una difícil sobrevida, puesto que 8 de cada 10 niños que superan la enfermedad enfrenta serias consecuencias.

En Chile, la tasa de sobrevida es del 72% debido a estrategias nacionales que apuntan al diagnostico precoz, sin embargo, la pandemia no hizo más que dañar a quienes debían recibir estos tratamientos y aún no es medible cuánto ha impactado en el diagnostico.

Cifras internacionales revelan también que de los niños y niñas que sobreviven, 8 de cada 10 presentan secuelas físicas, emocionales o cognitivas, lo que en concreto significa que es necesario implementar procesos de rehabilitación para poder reintegrarse adecuadamente a la sociedad. Claramente la distancia entre los lugares de tratamiento y los hogares de los niños pacientes no va en la dirección de disminuir la brecha entre el paciente y el adecuado tratamiento.

La tasa de sobrevida está muy relacionada al nivel de ingresos de los países, mientras en países de mayores ingresos el 80% de los niños y niñas sobrevive, en aquellos de menores ingresos apenas supera el 20%.

Actualmente en la Región de Atacama, son cerca de 80 familias las que luchan por otorgar tratamientos a sus hijos para salvar sus vidas. En lo que va de la pandemia, 12 familias perdieron a sus hijos en medio de los duros obstáculos que impuso la cuarentena respecto a la movilidad. Lo más dramático es que no existen especialistas oncológicos en la región, lo que incide en diagnósticos tardíos y la imposibilidad de recibir tratamiento sin tener que pasar por el viaje a la Región Metropolitana.

Así, las familias deben asumir viajar permanentemente a Santiago para recibir las quimioterapias, atenciones y otros tratamientos. Desde el Hospital San José del Carmen mantienen un convenio con el Hospital Roberto del Río, que gestiona los pasajes y la estadía en algunos centros, sin embargo, las listas de espera son largas y las familias que ocupan estos centros provienen de todo Chile. En el caso de niños que necesiten un trasplante, son derivados al Hospital Calvo Mackenna.

En Copiapó, hace 4 años existe la Corporación de Familias Oncológicas Atacama, en la que han pasado más de 80 familias con pacientes pediátricos oncológicos siendo testigos del sinfín de obstáculos que deben superar para poder recibir atención.

El traslado siempre ha sido un problema, pues aun cuando existe un beneficio desde la Unidad de Traslado del Hospital, los pasajes que se compran para que los niños y algún familiar asista a Santiago, muchas veces son en horarios lejanos a las horas médicas en donde incluso las familias han tenido que pernoctar en las urgencias de los mismos hospitales.

Además, los pasajes que incluye el beneficio son en buses convencionales, lo que hace muy complejo el viaje considerando que se trata de niños que van débiles, entre medios de tratamientos de quimioterapia y que se desestabilizan con mucha facilidad.

Existen familias que viajan desde Chañaral, haciendo más