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ventilación mecánica y estímulos de drogas que impiden que sus órganos dejen de funcionar, encontrándose entonces dentro del criterio de muerte neurológica y manteniéndose así, sólo para resguardar los órganos que serán la opción para que otros puedan retomar su estado de salud.
Estos momentos, si bien pueden ser duros, en muchos casos también ayudan a las familias a resignificar la pérdida de un ser querido y es vital por lo anterior, tener las conversaciones necesarias para conocer la voluntad de nuestros seres queridos respecto al momento de su muerte, conversando incluso sobre la posibilidad de ser cremados o no o qué hacer con ciertas pertenencias, más allá de una herencia, por ejemplo.
Cuando las familias están en conocimiento de la voluntad de la persona fallecida, se hace mucho más llevadero tomar la decisión y ayuda a transitar el momento de la pérdida y lo que viene posteriormente relacionado con la donación, por eso es importante tener estas conversaciones de manera de poder respetar lo que era la voluntad de nuestros seres queridos y a la vez, nuestra voluntad al momento de fallecer, alivianando mucho la carga para la familia al saber qué era lo que quería su ser querido.
Sobrevida para un trasplantado
El momento de la donación es sólo el umbral en el largo camino que debe seguir la Unidad de Procuramiento, quienes deben velar por el traslado de los órganos a Santiago, coordinando tanto la toma de exámenes como todo lo necesario para que los órganos donados sean trasplantables.
Desde allí ya se desvincula la información del destino de los órganos, puesto que se respeta en extremo la confidencialidad tanto del donante como de quienes reciben los órganos. En Chile, la lista nacional de espera para trasplante es única y manejada por el ISP, lo que otorga total transparencia al proceso.
La sobrevida de un paciente trasplantado, por ejemplo, de riñón, es retomar su vida prácticamente en normalidad, salvo una medicamentación de por vida de inmunosupresores para que el órgano no sea rechazado por el sistema inmune del paciente.
En la región, desde el año 2013 se partió con una donación, 2014 con dos donaciones, 2015 con tres donaciones, 2016 sólo dos donaciones, 2017 con cuatro donaciones, 2018 con 3 donaciones, 2019 con 5 donaciones y 2020 y 2021 con dos donaciones respectivamente.
Por supuesto que la pandemia afectó el desarrollo de los procuramientos y de las donaciones, puesto que toda la atención se encontraba en el desarrollo del virus SARScov2. Sin embargo, este año nuevamente se han iniciado tanto en Santiago y, por ende, desplegado en regiones, todas las gestiones para aumentar las donaciones tanto de pacientes fallecidos como pacientes vivos.
Donación de tejidos
placenta como tejido útil para la recuperación y el manejo del dolor en pacientes con quemaduras graves como apósito biológico. Este tipo de donación y trasplante requiere un seguimiento a embarazadas sanas que, bien informadas y con partos por cesárea programada, deseen donar el tejido de su placenta, el cual es enviado a Santiago para un tratamiento que permite posteriormente su uso, el cual mayoritariamente se realiza en pacientes pediátricos con heridas o quemaduras graves y que dan gran soporte en el tratamiento del manejo del dolor.
Otro tejido que se puede donar es el hueso de aquellos pacientes operados de cadera, quienes al recibir una prótesis por artrosis pueden donar su cabeza femoral, que es un huesito que luego de un tratamiento en Santiago puede ser usado para pacientes con labio leporino o fisura palatina.
Actualmente en Copiapó, también se está realizando el procuramiento de córneas. Recientemente dos médicos del Hospital San José del Carmen estuvieron capacitándose en Santiago para iniciar la tarea del procuramiento de córneas, un tejido para el cual también hay lista de espera con pacientes de la región de Atacama.
Los donantes de córnea incluyen una lista más amplia que en el caso de los demás órganos, pues personas fallecidas en otras circunstancias como paros cardiorrespiratorios también pueden ser parte de quienes donan esta membrana para personas a las que recibir este tejido, les cambia la vida.
La donación de córneas, además, cuenta con el factor a favor que al ser un tejido sin irrigación sanguínea permite que prácticamente todas las personas puedan ser donantes universales por lo que no se requiere examen de compatibilidad entre donante y receptor.
Otro punto importante, es que el éxito en estas operaciones en Chile es mayor al 90% de los casos, en donde personas con graves afecciones en su capacidad visual (generalmente por queratocono, que es una afección de origen desconocido que genera que la córnea sobresalga hacia delante en forma de cono, adelgazándose y causando visión borrosa y sensibilidad a la luz, entre otras molestias) recuperan de manera casi total su capacidad visual.
2.397 personas están a la espera de ser candidatos para recibir un órgano donado.
1 donación de órganos se realizó en 2021 en Atacama. 2017 fue el año con más donaciones con cuatro.