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Llega la cinta en que una princesa se transforma en una heroína de acción

ESTRENO. La actriz Joey King habla de "The Princess", donde protagoniza intensas secuencias de lucha.
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Amelia Carvallo

Conocida en Netflix por su rol de Elle Evans para la trilogía "El stand de los besos", la actriz estadounidense Joey King luce pelirroja y harapienta, despeinada y desafiante blandiendo una espada en "La princesa", película original de Hulu que desde el viernes se puede ver en la plataforma Disney+.

Ataviada con un vestido de novia y con los decibeles de "Bad reputation" de Joan Jett como fondo sonoro, la actriz da rienda suelta a una princesa que lucha por su amenazada vida y no se rinde a su destino de ser casada a la fuerza.

"He estado esperando por este rol desde hace 18 años", dice la actriz de 23 años -debutó ante las cámaras en 2006- que se acompañó por un elenco formado por Julius Dominic Cooper, Olga Kurylenko y Veronica Ngo, entre algunos que dieron vida a este cuento donde hay una princesa que no es una "damisela en apuros" que espera su rescate.

"Una de mis cosas favoritas que tiene esta película es la cantidad de dudas que plantea. La princesa tiene confianza, sabe que puede luchar, pero no sabe cuánto puede lograr dando un paso a la vez. Está abrumada, cansada, es una pelea infernal, hay una lucha por delante y no importa cuán fuerte sean tus dudas, puedes superarlas, salir adelante victorioso", explica King aludiendo a los retos que debe enfrentar su personaje que, desde el inicio del filme, está encerrado en una torre mientras su familia y pueblo son amenazados por un usurpador que la quiere como su esposa.

Llena de escenas de acción, que requirieron exhaustivas jornadas de entrenamiento físico, la actriz debió soportar duras jornadas ensayando las verdaderas coreografías que estilizan batallas de la princesa contra sus enemigos. Desde que se saca sus grilletes, la joven princesa de la que nunca sabremos su nombre, emprende una vertiginosa huida de sus captores desde una inaccesible torre. Recuerda, en sucesivos flashblacks, las enseñanza que le dio a espaldas de su padre su maestra oriental de artes marciales.

Astuta y sigilosa, la princesa se esconde en ese castillo que tan bien conoce y como un ratoncillo escurridizo logra llegar hasta donde tienen cautiva a su familia. Escenas de acción en las escaleras, en los pasadizos y en la cocina del castillo acompañan la hora y 34 minutos que dura este filme salpicado de humor y parlamentos de una princesa que se salva sola y que se rebela a ser considerada un ser pasivo.

Dirigida por Le Van Kiet ("Fury"), la película fue rodada en Bulgaria bajo jornadas muy exigentes.

Balance

"Fue extenuante", dice Joey King. "Absolutamente increíble, es algo que nunca había hecho y de lo que me sentiré orgullosa por mucho tiempo" dice entre risas. "La cantidad de trabajo que involucró es increíble, ver el producto final me vuela la cabeza, no podría estar más orgullosa y excitada por la gente que la verá", añade.

El director cuenta que siempre tuvo a King en mente para dar vida a la protagonista y que lo sorprendió su entrega, tanto física como dramáticamente. Las secuencias de peleas son cuidadosamente coreografiadas y se cuenta con un selecto grupo de dobles que apoyan la acción. Personal que en el caso de Joey tuvo menos protagonismo ya que muchas de las trepidantes escenas de acción fueron hechas por la actriz, que se consagró a una preparación física muy potente.

Una de las escenas más demandantes es la que aconteció en la cocina del castillo, un lugar lleno de ollas, cuchillos y fuego que enmarcó una de las batallas memorables. Otra de ellas fue la de un bosque que necesitó doce horas continuas de grabación con múltiples cámaras prendidas. "Siento que he liberado una nueva confianza en mí que no sabía que tenía", confidencia la protagonista, "eso me hace sentir realmente empoderada".

Sobre la relación que establece con su mentora de artes marciales, interpretada por la actriz vietnamita Verónica Ngo, dice que surgió un cálido vínculo en base a sus escenas de pelas: "Hubo mucho corazón allí, mucho amor, una suerte de hermandad o relación materna, una intensa química entre nosotras".

La joven intérprete además confirmó su próximo proyecto para Hulu, "We were the lucky ones", basado en el best seller de Georgia Hunter sobre una familia judía separada al comienzo de la Segunda Guerra Mundial donde compartirá roles con Nicole Kidman y Zac Efron. La producción podrá ser vista en Netflix y está dirigida por Richard LaGravanese (Behind the chandelier) quien se encuentra rodando en Atlanta, Estados Unidos. Otro proyecto muy esperado donde estará es en la película "Bullet train" de David Leitch (Dead Pool 2) que estrenará el 5 de agosto y que encabeza Brad Pitt como un asesino conocido como Ladybug.

Muere Peter Brook, leyenda del teatro contemporáneo

CARRERA. El director realizó numerosas innovaciones en su trayectoria. "Titus Andronicus" es su montaje más recordado.
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El director de teatro Peter Brook, una leyenda de los escenarios del siglo XX y XXI, falleció este sábado a los 97 años, según adelantó ayer el diario Le Monde.

Nacido en Londres en 1925, hijo de emigrantes judíos procedentes de Letonia, Brook se instaló en 1974 en París donde vivió la mayor parte de su vida y donde recuperó un antiguo teatro para convertirlo en uno de los escenarios más punteros de la capital francesa, el Teatro Bouffes du Nord.

Allí pudo poner en práctica la síntesis de sus investigaciones escénicas, en obras como "Una flauta encantada", basada en la creación de Mozart.

Brook era conocido como "L'enfant terrible" del teatro, capaz de aliar las últimas innovaciones y lo institucional con el teatro comercial.

Aprendió de los mejores, especialmente a su paso por Nueva York, donde llevó a los escenarios "La gata sobre el tejado de zinc", de Tennessee Williams, pero también creaciones de Arthur Miller o Jean Genet.

Fue sobre todo su creación y dirección de "Titus Andronicus" en la Royal Shakespeare Company la que marcó un antes y un después en su carrera y en las propias artes escénicas donde impuso una nueva visión de la obra del autor inglés más reconocido.

En 1970, Brook dio un giro a su concepción del teatro abandonando los escenarios tradicionales de Londres y creando el Centro Internacional de Investigación Teatral con actores llegados de medio mundo, con quienes actuó en América, Oriente Medio, África y, sobre todo, actuando en lugares periféricos y barrios de chabolas en busca de una conexión nueva entre el público y la interpretación.

Aquellas reflexiones se encuentran en el origen del Bouffes du Nord, una sala que descubrió por casualidad cuando se encontraba en ruinas y en la que, manteniendo aquel espíritu decadente, puso en marcha un teatro que profundizara en "una experiencia humana más concentrada", lo que en su opinión era el teatro.

"Brook marcó a generaciones de artistas. Lo descubrí cuando tenía 16 años y llegué a París y descubrí en él otra forma de hacer teatro. Su teoría del espacio vacío me acompaña cada día, así como el lugar del actor, su forma de dirigirlo", señaló a EFE el director Daniel San Pedro, que dirigió recientemente "Andando Lorca 1936" en el Bouffes du Nord.

Para San Pedro, bilingüe por sus raíces españolas, Brook aportó una modernidad y una apertura al teatro al mezclar lenguas y artistas de distintos países sin que esto supusiera un problema.