Aquel llamado que angustia
Que importante, necesario y urgente, es que la familia tenga la capacidad de acompañar de manera amorosa a un enfermo que está en el tránsito de cruzar al otro lado del valle de la vida
Recién Joaquina y Gabriel habían terminado de tomar el té, cuando sonó el celular. Era una videollamada y ahí se encontraban a través de la pantalla con cara de preocupación los hermanos del joven. Joaquina percibió de inmediato se trataba de algo delicado y se agregó a la conversación familiar. En ese momento escuchó lo que sus cuñados decían sobre su madre, que se encontraba hacía meses enferma, pero todo daba a entender que la situación de salud se había complicado gravemente. De inmediato Gabriel junto a su mujer decidieron viajar a la capital ya que ellos vivían lejos, en otra ciudad.
Queridos amigos lectores, cuántas veces todos hemos sufrido con aquel llamado que angustia y la sensación habitual no estando cerca, es de una impotencia irrepetible. En el caso de nuestros amigos de la historia llegaron a tiempo y por aquellos milagros de DIOS para los que somos creyentes, ya la urgencia estaba controlada. Marina, en su dormitorio, se encontraba durmiendo serenamente con oxigeno permanente. A las horas despertó y se puso feliz al ver a cada uno de sus hijos cerca alrededor de la cama y emocionada agradeció a los viajeros hubiesen arribado.
Hacía cuatro días que Marina no había probado alimentos, sin embargo, aceptó servirse una sopa caliente ya que sentía frio, al terminar de comer se durmió nuevamente. Transcurridas unas horas tomó una taza de té con un trozo de queque y en medio de eso llegaron a visitarla una nieta con sus dos pequeños hijos, su alegría era evidente. Se cubrió su alma de tranquilidad y la esperanza pareció florecer en ella nuevamente.
Que importante, necesario y urgente, es que la familia tenga la capacidad de acompañar de manera amorosa a un enfermo que está en el tránsito de cruzar al otro lado del valle de la vida. Tomarle la mano, hablarle al oído, abrazarlo sin prisa, agradecerle su amor, sus desvelos, su entrega sin pausa, le harán pensar que puede partir sin tener pendientes que hieren. Ojalá todos estemos cercanos en estas horas difíciles, de los seres que amamos y que sin pedir nada a cambio, en sus tiempos de gloria nos dieron tanto.
Mily Soler Grez
Comunicadora Social