Los pueblos originarios celebran con diversos rituales el solsticio de invierno
Las antiguas comunidades consideraban de suma importancia conocer con exactitud el momento en que cambian las estaciones para saber cuándo comenzar las actividades de siembra y cosecha. La forma más evidente de dividir el tiempo es utilizando los días y noches como unidades básicas. Luego, no resulta difícil constatar que la luna repite sus fases cada 29 días. Observando el horizonte es posible darse cuenta de que cada 365 días el sol sale por el mismo lugar. Todos estos datos nos hablan de los ciclos de la naturaleza.
Desde siempre las personas anhelaron ordenar los días, meses lunares y años solares en un mismo sistema para medir el tiempo, de modo que los meses lunares fueran múltiplos de los días, y los años solares fueran múltiplos de los meses lunares. Esto, sin embargo, es matemáticamente imposible, ya que un año hecho de 12 meses lunares (29,5 días cada uno) no calza con el año solar.
El calendario gregoriano -por el cual estamos regidos- señala el 31 de diciembre como último día del año y el 1 de enero como el primer día de uno nuevo. Su nombre se debe a las reformas que el papa Gregorio XIII hizo en 1582 al calendario creado por Julio César en el año 46 a.C. Según este calendario, un año dura 365 días (366, si es un año bisiesto), cifra que corresponde a la cantidad de tiempo que toma nuestro planeta en dar una vuelta completa alrededor del sol.
No obstante, esta afirmación es relativa, ya que considera a la Tierra como punto de referencia. Los demás planetas del Sistema Solar también giran alrededor del sol, y demoran una cantidad de tiempo diferente. Mientras más lejos están, más tiempo demoran en su movimiento de traslación. Asimismo, esta división del tiempo es natural de los países que se encuentran en el hemisferio norte, lugar de origen de la mayoría de los imperios o reinos que conquistaron el hemisferio sur.
Y es que en el hemisferio sur, el inicio de un nuevo año es durante el mes de junio (alrededor del 21 de ese mes), fecha en que se produce el solsticio de invierno. Es la noche más larga del año y la ocasión en que el sol se encuentra más lejos del polo. Desde esa noche los días se hacen más largos y comienza a acercarse la primavera.".