Volvamos a hacer los colegios seguros
Señor director: Hemos visto con asombro y preocupación el aumento de la frecuencia y gravedad de los casos de violencia en las comunidades escolares. El Ministerio de Educación dio a conocer de 1.500 denuncias, de las cuales un 30% corresponden a hechos de violencia, y la Subsecretaría de Prevención del Delito alertó sobre 32 casos críticos en los entornos de establecimientos educacionales, de comunas pertenecientes al Sistema Lazos, entre los que se registran balaceras y golpizas.
Como Colunga llevamos más de 10 años trabajando en contextos de vulnerabilidad. Sabemos que la violencia es un fenómeno estructural en nuestra sociedad y que los colegios son más que recintos de aprendizajes de conocimientos formales, sino también uno de los pocos espacios seguros que tienen miles de niñas, niños y adolescentes en situación de pobreza y vulnerabilidad. No podemos dejar que pierdan esos espacios.
¿Es la desocialización de la pandemia el gatillante en el aumento de esta violencia? Distintas autoridades y personas expertas en la materia han dicho que sí, que la pérdida de herramientas socioemocionales y el deterioro en la salud mental que han vivido las niñas, niños y adolescentes en los últimos dos años debido, entre otras, al encierro que implicó la crisis sanitaria puede ser una explicación al aumento, pero su existencia es anterior y un fenómeno que excede nuestras fronteras.
Tenemos la convicción, y la evidencia lo demuestra, que la violencia está vinculada a la desigualdad y a la vulnerabilidad. En Chile, más de 700.000 niñas, niños y adolescentes sufren pobreza por ingresos, más de 200.000 viven en extrema pobreza y más de 186.000 están desescolarizados por lo que asegurar los mínimos vitales, revertir la escalada de violencia en las calles y volver a hacer de los colegios lugares seguros es un imperativo del que debemos hacernos cargo como sociedad. Nuestra colaboración con decenas de organizaciones trabajando en territorio nos muestran que requerimos de un piso de protección social que, en coordinación con la acción integral de las instituciones educacionales, nos permitan regenerar el tejido social y la confianza que hemos visto erosionarse en estos años de crisis social y pandemia.
Arturo Celedón, director ejecutivo Fundación Colunga
Badén El Palomar
Señor director: Una pena que hayan cerrado el badén del Palomar. Le encargo el taco que se va a formar.
Juan Morales
Autonomía del Banco Central
Al elevar la tasa de política monetaria, el Consejo del Banco Central revela que se preocupa de los estragos que causa la inflación en las personas. Una de las desgracias del aumento sostenido en precios es que afecta más a aquellos cuyos ingresos y ahorros no están indexados a la UF: corroe su capacidad de adquirir bienes, agudiza su stress financiero o profundiza su pobreza. A modo de ejemplo, piense en un trabajador cuyo sueldo a inicios del 2021 era $700.000. Si hoy su sueldo no es por lo menos $761.000, dicho trabajador está impedido de pagar sus cuentas habituales y de adquirir los bienes que solía comprar.
En tiempos difíciles, la acción del Banco Central da cuenta de la importancia de la autonomía. Por ello conviene analizar con cautela la propuesta planteada por la Comisión de Sistemas de Justicia de la Convención Constitucional referida a la estructura y atribuciones del instituto emisor. En particular, preocupan las menciones a la coordinación entre el Banco Central y el gobierno, así como la asignación al Banco Central de ciertos objetivos (protección del empleo, diversificación productiva, cuidado del medioambiente) para los cuales no cuenta con instrumentos adecuados y cuya persecución puede estropear aquello para lo cual el Banco Central existe: la estabilidad de la moneda, el control de la inflación y el buen funcionamiento de los sistemas de pago.
Karin Jürgensen, decana Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Universidad de los Andes
Don Luperciano
Ante la declaración del alcalde de Chile Chico, don Luperciano Muñoz...
"La gente ya está cabreada (sic) del uso de la mascarilla" y que el covid-19 "es prácticamente un resfrío"...
Sería interesante saber, que opinarán de la declaración de don Luperciano, los familiares de los últimos 61 chilenos fallecidos por covid-19, según informe especial, que dan un total de 56.750 fallecidos desde que se inició la pandemia...
Luis Soler