Implicados en linchamiento y secuestro se hicieron pasar por testigos de brutal homicidio
POLICIAL. Se trata de un hecho que comenzó con una reunión de una mujer con sus hijastros y su yerno, quien les contó de una supuesta agresión sexual. Esto hizo que ella junto al grupo de jóvenes buscaran a una persona para golpearlo. Sin embargo, no hubo denuncia por parte de la mujer, quien llamó a Carabineros cuando lo golpeaban.
Tenía tan sólo 34 años cuando M.A. apodado como "pollo" fue linchado y golpeado con piedras, palos y patadas en una agresión que se extendió por más de media hora, lo que terminó en su muerte en el Hospital Regional. Antes de esto, una mujer con sus hijastros y su yerno, se concertaron para concretar una venganza, sin importar que conocían a la víctima.
Según los antecedentes que entregó el fiscal Christian González, el 17 de enero, el grupo de cinco personas llegó a la casa de M.A. Allí se hicieron pasar por funcionarios de la PDI y preguntaron por él, pero al no hallarlo sustrajeron una bicicleta.
Una de las características principales que observaron los vecinos fue un vehículo gris en el que se trasladaban los desconocidos el que tenía una calcomanía de un escorpión en el área posterior del vehículo.
La búsqueda de M.A. continuó por parte de los integrantes del grupo, la razón de ello radicaba en que momentos antes habían sostenido una reunión con su madre, quien les contó de una supuesta agresión de carácter sexual, de la cual no hubo denuncia, ocurrida en horas de la madrugada. Fue así como se concertaron para la golpiza que culminó de la peor forma.
Tratando de dar con su paradero llegaron hasta Rivera Medina con Miraflores, en este sector y M.A llamó por teléfono a su padre diciéndole que lo fueran a buscar y que lo matarían. Le dio el número de teléfono de la mujer, le pidió que la llamara y le preguntara "cuánto vale mi vida".
El grupo de desconocidos encontró a M.A posiblemente en ese sector, y lo subieron a la fuerza al vehículo y lo trasladan hasta el pasaje Sargento Aldea de Copiapó trayecto en el que lo golpeaban entre todos y posteriormente.Una vez en el destino, comenzaron a golpearlo nuevamente de manera violenta con pies, puños y un bate de béisbol, para luego arrastrarlo hasta una cancha ubicada en las inmediaciones donde el linchamiento se extendió por cerca de media hora. Una agresión que fue observada por testigos que llamaron a Carabineros. Entre las llamadas hubo dos de ellas que revelan la implicación de los detenidos, una de ellas efectuada por la mujer, quien dijo a Carabineros que estaban golpeando a un joven que abusó "de mí y me violó".
La segunda fue efectuada al número de emergencia de Carabineros, por uno de los hijastros de la mujer quien dijo "hoy en la mañana violaron a mi mamá, mi mamá nos dijo quién fue y le están pegando a palos unos niños. Necesito que lo lleve preso o lo vamos a terminar matando señorita".
Otro testigo crucial, señaló en su declaración que lo "traen y lo bajan del auto gris y varios hombres y una mujer participaron". Tras esto, llegó Carabineros y los mismos autores del hecho conversaban con la policía, incluso la agresión siguió cuando estaba la policía, cuando uno de ellos le lanzó tierra a la cara, cuando este ya estaba en el suelo muy mal herido.
Por cerca de media hora fue agredido, sin ser auxiliado por nadie. Solo hubo llamadas telefónicas que buscaban la llegada de Carabineros y cuando concurrieron, los autores del hecho señalaron que otros lo habían golpeado y se transformaron en los supuestos testigos de la agresión.
La golpiza causó lesiones de tal gravedad que la víctima