En el marco del llamado que realiza el Ministerio de Educación para el retorno presencial a clases cobra importancia lo que constata el informe Anual de Derechos Humanos 2021, elaborado por la Universidad Diego Portales, respecto al derecho de la educación en pandemia, sus análisis y recomendaciones.
El informe grafica que la brecha tecnológica que existe entre los estudiantes ha afectado directamente su participación en el proceso escolar no presencial, generando bajos aprendizajes, deserción escolar y en algunos casos hasta de trabajo infantil.
Detrás de ese abandono también hay otro tipo de vulnerabilidades que afectan críticamente a este grupo de niños y adolescentes que tiene relación con la falta de acceso a alimentación, evidenciable en un incremento de la desnutrición, y el desarrollo socioemocional tan relevante en esta etapa del crecimiento.
En el informe se detalla cómo organismos internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha llamado a los Estados a extremar el cuidado a los grupos que requieren mayor protección en la sociedad, en especial, los niños, niñas y adolescentes con mayores vulnerabilidades.
También, se reseñan las acciones desarrolladas por el Ministerio de Educación en relación con programas, dispositivos y ajustes como la priorización curricular, televisión educativa o los resultados de la Prueba Día, Diagnóstico Integral de Aprendizajes, aplicado por la Agencia de Calidad, para demostrar que el aprendizaje de los estudiantes se ralentizó preocupantemente a nivel nacional.
De igual forma, recomienda contar con un mecanismo que permita actualizar las cifras de desertores escolares, especialmente por el denominado desencuentro progresivo que implica la participa del estudiante del sistema escolar y que se da de manera paulatina.
Se propone analizar la desigualdad territorial que se evidencia con la calidad de Internet, su acceso y potencia, existiendo zonas donde es muy precaria la conectividad que obviamente afecta la participación en las plataformas, junto a la importancia de contar con estadísticas actualizadas para tomar mejorar decisiones respecto a estas materias.
Finalmente, una de las propuestas más determinante tiene relación con asegurar la presencialidad de los niños, niñas y adolescentes en los establecimientos educacionales, ajustándose a las medidas sanitarias y a las realidades de los territorios, promoviendo que los estudiantes puedan acceder al estudio sin ningún tipo de discriminación.
Cristian González Verasay
Director de ONG Supérate