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tren de Copiapó- Caldera, en sus inicios, era uno de los salones más lindos del lugar.
La música, su otra pasión
Junto a otros amigos de la escuela normal formaría un grupo llamado "Los Cumbancheros". Alegrando las fiestas del mejor establecimiento que existía en aquella época: "La Iquiqueña", donde se presentaban artistas de la talla de Lucho Gatica.
Conocido era su buen gusto musical. Fanático de los boleros y las grandes orquestas, su selección personal inundaba los salones de la quinta y en otras ocasiones con su vozarrón, en las largas mesas familiares, acompañándose del tintineo y coro de los comensales.
El hormigón de Liparita, la minería y la innovación
La minería también lo ocupó. Se interesa y estudia las cualidades de la Liparita (roca volcánica), que mediante cortes permitiría la fabricación de ladrillos, bloques y paneles, para la construcción de casas económicas al alcance de todos los chilenos.
Dado el alto nivel de inversión de este proyecto, y luego de golpear todas las puertas que le fue posible, logra el interés de uno de los más importantes consorcios empresariales de Chile, asociándose para contar con su apoyo en la puesta en marcha.
Experimentó con una mezcla de cemento y Liparita obteniendo un hormigón aglomerado. Este novedoso proceso fue patentado como invento en el Ministerio de Economía y desde entonces es reconocido como inventor.
Supo que su intuición no le fallaba, cuando se encontró con la curiosa oposición de parte de las empresas cementeras de Chile. Defendió con fuerza su invento triunfando frente a esa gran industria.
"La Casa Industrializada", cuyo prototipo se encuentra en uno de los patios de la Universidad de Atacama, fue elaborada íntegramente con hormigón de liparita. Este material, se fabrica hasta la actualidad por sus hijos y ha sido validado por múltiples certificaciones técnicas del Estado de Chile.
Guido Copiapó te recuerda inmortal
En los últimos años de su vida volcó su característica forma de ser, para estudiar con el mismo ímpetu que en su juventud, las ciencias, especialmente la cosmología.
Finalmente, el viernes 18 de febrero recién pasado, Guido se encaminó a la eternidad. "Recordaremos siempre tu fortaleza, generosidad, innovación y alma comerciante. Abandonaste tu materialidad para convertirte en un ser de luz, atemporal e inmaterial y formaras parte de la inmensidad del universo, del que tanto nos hablaste. Te recordaremos con mucho amor, risas y boleros. Tu querida familia".
18 de febrero de este año, Guido Lobos navea dejó este mundo para encaminarse a la eternidad.
3 horas demoraban en hacer un pantalón a medida en su tienda, La Europea.
12 años de edad tenía Guido cuando se inició en el rubro del comercio, trabajando como el niño de los mandados en "La Porteña".