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Marzo: La "prueba de fuego" para la salud mental en Atacama

SÚPER LUNES. Al estrés de la vuelta a clases e inicio del año laboral, se suma la acumulación del impacto de la pandemia en la población. Jefe de la Unidad de Salud Mental del SSA explicó que los cuadros se pueden ver hasta dos o tres años luego de un episodio como la crisis sanitaria. Director del SSA dijo que las proyecciones de contagios para el próximo mes son de 50 a 70 casos diarios.
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Redacción / R. Moreno

Cada año, la llegada de marzo es un motivo de estrés y ansiedad en muchos hogares de la región. La vuelta a clases, gasto escolar, pago de patentes, y la programación para hacer coincidir los horarios de clases y del trabajo complican a los atacameños, sobre todo ahora que desde el Mineduc aseguraron la presencialidad en los colegios mientras los contagios diarios por covid-19 se mantienen altos desde el arribo de la variante Ómicron.

En ese contexto, desde la Sociedad de Psiquiatría u Neurología de la Infancia y la Adolescencia (Sopnia), advirtieron del escenario que se viene.

"Será un marzo con muchos ingredientes y con una salud mental muy deteriorada en nuestro país", dice el presidente de la Sopnia, Felipe Méndez, quien recomendó "el diálogo familiar, en pareja, con los hijos e incluir a los trabajos de los padres, madres o cuidadores. Será un momento de alto estrés e incertidumbre después de dos años de pandemia".

"El gobierno también debe pronunciarse al respecto. Entiendo que el Presidente electo tiene una sensibilidad particular con el tema, creo que por lo menos, a través del Ministerio de Educación, se debe dar mucho espacio y claridad a los protocolos y cuidados de las comunidades escolares", dijo.

Mientras que Pablo Espoz, miembro del directorio de Sopnia, apuntó a la importancia de crear una rutina efectiva, ya que "marzo sigue teniendo de marzo la necesidad de lograr que el funcionamiento familiar sea efectivo y rutinario, cosa que los problemas a resolver sean a partir de las muchas dificultades que tenemos hoy y no el horario escolar".

Y también señaló la importancia del diálogo. "En momentos de angustia, el diálogo sigue siendo fundamental. Tener un espacio como familia donde comentemos qué obligaciones tendremos por delante, cómo nos podemos ayudar y qué necesitamos de los otros, puede ser el esquema de horarios, las tareas, pero también las angustias e incertidumbres".

Efectos posteriores

Por su parte, consultado por los indicadores de trastornos de salud mental en la región, el jefe de la Unidad de Salud Mental, del Servicio de Salud Atacama (SSA), Esteban Rickle, explicó que "más que verlo en el día a día, porque los cuadros de salud mental se pueden manifestar tanto de forma aguda en crisis, como en forma prolongada hasta 2 o 3 años posterior a un episodio como el que estamos viendo hoy día (pandemia)".

Además, informes como el Termómetro de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), muestran que el 45% de los encuestados ha dicho que su estado de salud mental es "peor o mucho peor" que previo a la pandemia. "Ha habido un aumento de sintomatología depresiva, de sensación de estrés, de sobrecarga por cambio de funciones, en algunas áreas laborales (...) producto de cambios de cómo se ha tenido que trabajar han tenido estrés, sobre todo en personas que tienen dificultades en la capacidad de adaptación. Por ejemplo pasar del análogo de la clase a algo digital, a un profesor que tiene 50 años a más le puede costar mucho más que a un joven, eso principalmente", complementa Rickle.

Igualmente, el jefe de la Unidad de Salud Mental del SSA, comentó que "a medida que ha avanzado la pandemia y de alguna manera normalizando ciertos aspectos, los datos van normalizándose. Aunque no llegan a las tasas prepandemia, se nota que en la medida que va a avanzando la pandemia el impacto va disminuyendo. Pero pasa que ese impacto se mide dentro de los seis meses posterior a un evento, ahí hay un impacto; y de seis meses a dos años hay otro número de personas que se suman a este impacto".

"No sabemos muy bien cómo va a evolucionar, pero junto con lo que se ha visto a nivel internacional, de que si hay afectación suma que además al estrés de estar en pandemia son las consecuencias neuropsiquiátricas que todavía están en observación. Se ha visto niebla mental, hay un estudio en que comparan personas que han tenido covid versus no covid, y las prevalencias de trastornos de salud mental son mayores en las personas post covid, trastornos ansiosos, depresivos, como dificultades cognitivas, sensación de baja energía", enfatizó Esteban Rickle.

Finalmente, dada la preocupación de las familias por la presencialidad de las clases y el avance de la variante Ómicron, el director del SSA, Claudio Baeza, se refirió a las proyecciones de la pandemia para marzo, declarando que "sabemos que subvariante Ómicron dos también es una variante contagiosa, ha sido mucho menos letal y mucho menos grave por el porcentaje de hospitalizaciones versus casos activos, y los fallecimientos que se han producido. El escenario en marzo va a ser un escenario ya con una pandemia que irá disminuyendo su impacto, con un menor número de contagios, no van a desaparecer los casos activos, deberían mantenerse según las proyecciones entre 50 a 70 casos diarios aproximadamente en la región".

Y que "esta enfermedad va a coexistir con otros virus respiratorios que ya hemos visto la circulación, por lo tanto vamos a tener un aumento importante en las consultas respiratorias asociadas a otros virus que hacen su circulación de manera más rápida como es el Adenovirus, Influenza, Parainfluenza, que ya han comenzado una circulación y que en marzo será mucho más importante (...) Si tenemos como hasta ahora una buena capacidad diagnóstica de covid-19 nos va a permitir discriminar entre enfermedades respiratorias con origen por SARS-CoV-2 u otro origen, para focalizar los tratamientos en materia respiratoria".

"Ha habido un aumento de sintomatología depresiva, de sensación de estrés de sobrecarga por cambio de funciones, en algunas áreas laborales"

Esteban Rickle, Jefe de la Unidad de Salud Mental, Servicio de Salud de Atacama

Fiscal judicial acusa que recintos penales de Atacama "son injustamente desiguales"

CORTE DE APELACIONES. Carlos Meneses sostuvo que las condiciones en tales espacios inciden negativamente en los internos e internas.
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El fiscal judicial de la Corte de Apelaciones de Copiapó, Carlos Meneses Coloma, tildó de "desiguales y deficientes", las condiciones que presentan los recintos penales de Atacama, las que a su parecer inciden negativamente sobre la totalidad de los internos e internas que cumplen condena o prisión preventiva en recintos penales de Copiapó, Vallenar y Chañaral, sobre todo si se les compara con los establecimientos penitenciarios de jurisdicciones vecinas de La Serena y Antofagasta.

Las apreciaciones fueron vertidas en la evaluación que la Fiscalía Judicial de Atacama hizo respecto de las condiciones penitenciarias en pandemia durante el año pasado.

"Las cárceles de Atacama desarrollan su labor bajo condiciones absolutamente distintas de aquellas que se observan en los recintos penales de Antofagasta y La Serena; las condiciones en que se cumple la prisión preventiva o la condena de las personas privadas de libertad resultan sustantivamente inferiores o de peor calidad. Esto las hace excesivamente gravosas para las personas que ingresan al sistema", afirma el fiscal Meneses.

Si bien el funcionamiento de los penales de la Región de Atacama durante 2021, en términos de la administración de la política sanitaria de la población interna puede calificarse como correcto, el fiscal judicial de la Corte de Apelaciones de Copiapó, advierte que "sin embargo, debe hacerse notar que no todo debe limitarse a estos términos, y que debe subrayarse que las deficiencias estructurales de los recintos penitenciarios de Atacama, la sobrepoblación y la escasa capacitación de las personas privadas de libertad establece restringidas o muy limitadas posibilidades de reinserción a los internos e internas".

En la evaluación, se consigna que los tres recintos penales de Atacama mantienen limitadas condiciones estructurales. Son recintos que datan de mediados del siglo pasado y, por lo tanto, el espacio físico con el cual cuentan resulta sumamente restringido.

En cuanto a las posibles soluciones, el fiscal judicial manifestó su preocupación por la falta de iniciativas que permitan avizorar una pronta mejoría, básicamente porque el proyectado del nuevo centro penitenciario para Atacama, denominado "El Arenal", no registra avances visibles en la ejecución del proyecto desde 2017. "Esta es una realidad que resulta insoportable para internos e internas, para sus familias y seres queridos, para los responsables de administrar el sistema, para las autoridades del sector justicia y para todos los habitantes de la región", aseguró.