Investigación en Caldera terminó con allanamiento en farmacia en Santiago
POLICIAL. En enero se detectó a una banda dedicada a la venta de medicamentos que requerían receta médica en la comuna puerto.
Una investigación de venta de medicamentos que comenzó en Caldera terminó a más de 800 kilómetros de distancia cuando allanaron una farmacia en Santiago, llamada Santa Rosa de Lima.
La indagatoria en Caldera quedó al descubierto en enero cuando funcionarios de la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de la PDI en conjunto con la Unidad de Análisis Criminal y Focos Investigativos (Sacfi) del Ministerio Público, lograron detener y detectar a una banda liderada por una mujer, la que vendía droga del tipo pasta base y marihuana, además de traer desde Santiago medicamentos de venta restringida como el Tramadol, Clonazepan y Alprazolam. Con la indagatoria, se logró determinar que las sustancias eran trasladadas vía encomienda desde Santiago a Copiapó.
En aquella oportunidad se detuvo a la líder de la banda y a otras tres personas. En tanto, había un punto clave que se debía determinar, cuál era el origen de los fármacos. Fue así como se pudo dar con un local comercial que funcionaba como farmacia, donde los clientes llegaban a comprar sin receta médica.
Ante esto, el local fue allanado y se descubrió una gran cantidad de medicamentos que deben ser comprados con receta retenida.
El comisario Patricio Navarro, jefe de la Brigada de Investigación de Sustancias Químicas Controladas de la PDI, informó que "es un procedimiento enmarcado en la infracción a la ley de drogas, que nace a partir de una investigación de la Fiscalía de análisis criminal y focos investigativos de Atacama que en conjunto con la Brigada Antinarcóticos y contra el crimen organizado de Copiapó, lograron determinar la existencia en esa zona del tráfico de una sustancia controlada por la ley de drogas que se conoce como Tramadol, que también es un fármaco".
Según explicó, tras la investigación se determinó que los medicamentos eran trasladados vía terrestre hacia Caldera y que se abastecía en un local comercial que actuaba como farmacia y según el Instituto de Salud Pública este local no contaba con los permisos correspondientes para operar como farmacia. Por ello, se efectuó un procedimiento de entrada y registro autorizado judicialmente, en conjunto con un procedimiento de fiscalización por parte del Instituto de Salud Pública (ISP).
Al llegar al recinto, la PDI pudo constatar que se comercializaban medicamentos controlados por la ley 20 mil como Tramadol y codeina, y que además había bodegas internas con medicamentos.
Solo en término de los fármacos controlados por la ley 20 mil tenían 100 mil unidades y el local no estaba autorizado para guardar este tipo de productos.
Por ello, dos personas fueron detenidas por infracción al artículo 3 de la ley de drogas. En la indagatoria, se estableció que existían pedidos para ser revendidos.
En tanto Renán Gallardo, fiscal de focos investigativos de la Fiscalía, señaló que la indagatoria comenzó en Caldera cuando "se recabaron antecedentes de circunstancias relativas a armas de fuego que estaban en posesión de distintas personas y estaban determinadas por el tráfico de droga. Había personas que realizaban tráfico de drogas tipo fármacos y estaban protegidas por bandas criminales que usaban armas de fuego".
Tras la información, el fiscal informó que se detectó a "los proveedores que remitían droga tipo fármaco en encomiendas. Se identificó una farmacia en la comuna de La Granja, donde se descubrió una organización dedicada al tráfico de droga y al expendio de medicamentos adulterados".