¿Qué vigila la Junta?
Lo que se presumía hace décadas, ya ocurrió. El Embalse Lautaro ya no embalsa agua. Contiene sedimento y los millones de litros del líquido de cordillera que tuvo desde los años 40 del siglo XX se esfumaron ante la preocupación de casi todos los habitantes de la provincia de Copiapó.
La Junta de Vigilancia del Río Copiapó intenta explicar lo que debía tener absolutamente claro desde hace décadas.
Recordamos que el año 1998, en nuestras clases de Técnica de la Comunicación para los primeros años de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Atacama, un grupo de alumnos investigó el cambio climático y sus posibles efectos en el medio ambiente de la zona.
Como investigadores, concurrieron a las dependencias de la Junta en calle Salas. Fueron tratados en forma despectiva por los encargados, incluso, motejados de alarmistas ante una situación "que jamás va a ocurrir".
Ocurrió paulatinamente en el tiempo, demostrando con ello que la Junta de Vigilancia del Río Copiapó nunca se preocupó de qué pasaba con las aguas naturales en la zona.
Como todos los empresarios, nunca han estimado que la industria de todo tipo contribuya a la destrucción de los sistemas de la Tierra "y que es un tema de grupos ambientalistas que han fomentado esas opiniones vinculadas con la izquierda".
La situación es regional ya que la provincia de Huasco tiene un problema serio al determinar la justicia la entrega de 920 litros por segundo de aguas a tres privados dejando fuera a 600 agricultores de la zona de San Félix.
Los privados especulan con las aguas lo que ha sorprendido a la Junta de Vigilancia del Río Huasco quien habría determinado defender las aguas de todos, al contrario de su par del río Copiapó. La Dirección General de Aguas no ha intervenido en la situación, lo que también ha llamado la atención.
Las aguas son de todos, por lo que no es posible permitir que el agua de todos no tenga defensa en épocas de crisis hídrica a nivel mundial. El denominado Poder Económico desea continuar con el aprovechamiento de los recursos colectivos, para ello está en un campaña en contra de las determinaciones de la Convención Constituyente y de las futuras acciones del nuevo gobierno que deberá asumir en alrededor de 25 días.
¿Qué aguas vigila de la Junta de Vigilancia del Río Copiapó?
Osman Cortés Argandoña
Real descentralización
Seguimos en la rueda de una o dos cámaras, aunque ambas ideas siguen más bien la actual lógica centralista del país. Por qué no pensar en parlamentos regionales (o zonales) que trabajen físicamente en sus territorios y designen al ejecutor de las políticas -autónomas y con límites bien establecidos- que ellos determinen a nivel regional. Si ese "ejecutivo", hoy llamado intendente o gobernador, lo hace mal se puede remover y el poder, la legitimidad y la estabilidad siguen intactas. A nivel central lo mismo, representantes de todos esos parlamentos regionales conforman una cámara central de cuyo acuerdo surge el "ejecutor" -hoy conocido como presidente- de políticas nacionales, como por ejemplo la unidad del país o la política exterior. Si lo hace mal y con causas justificadas, se cambia. Así, el futuro y la unidad del país ya no descansa en una sola persona, el pequeño "rey", en cuyos aciertos y errores corre su suerte todo un país. Además, las regiones autónomas permiten flexibilidad en los matices políticos. Podrán ser de "izquierda", "derecha", "neutrales" u "otras" y no empujar a todo un país hacia un mismo camino, que también puede ser acertado o equivocado. Pongamos más ideas sobre la mesa.
Ignacio Jara G.
Tecnología municipalidades
Señor director: Recientemente el Consejo de Defensa del Estado informó que un 52% de las municipalidades del país están siendo investigadas por diversos delitos de corrupción. Hay más de 1.119 causas activas en 260 municipios, un dato muy revelador.
Esta noticia -y tantas otras similares- revelan falta de transparencia y regulaciones insuficientes en los organismos públicos o dependientes del Estado, sobre todo en materia de licitaciones y gasto fiscal.
Hoy ya se cuenta con tecnología capaz de corregir estas situaciones. La digitalización y automatización de este tipo de procesos en el sector empresarial ha permitido el surgimiento de poderosas herramientas que proporcionan total apertura al mercado, utilizando incluso Inteligencia Artificial, promoviendo con ello la libre competencia.
Estas plataformas, además, proveen sistemas de analítica que pueden detectar irregularidades y situaciones que se desvían del estándar confiado.
Será de esperar que la tendencia al uso de estas tecnologías, que se ha dado desde hace un tiempo en la empresa privada, se traslade también al mundo de organismos dependientes del Estado.
Felipe Manterola, co-founder de wherEX