K. Grawe / R. Moreno

Hace una semana se viralizó en redes sociales un letrero instalado en Playa La Virgen, en Caldera, el que prohíbe los parlantes en el lugar a menos que el portador utilice audífonos, a fin de permitir que los visitantes escuchen los sonidos del mar y se potencie el descanso. Medida que en la web causó opiniones divididas pero que dejó fascinados a turistas como Daniela Osorio, quien enfatizó que el ambiente propiciado con la norma hace que "esta playa sea como un pequeño Caribe".

Si bien la medida se hizo conocida nacionalmente gracias a la difusión del letrero en Internet, se debe tener en cuenta que no es una normativa nueva, sino que rige desde el 2018 y se trata de una ordenanza municipal que es transversal a todo el borde costero de la comuna.

Reacciones

Enterada de que se trata de una normativa municipal, Daniela agregó que la medida le es idónea, ya que "en mi caso vengo a la playa a descansar, a escuchar el mar, sería muy desagradable que viniera una persona con un parlante, se podría poner audífonos si quiere escuchar música".

Junto a Daniela está su amiga Ana Oregón, quien se sumó a las declaraciones de la joven mencionando que "me parece súper bueno porque a veces vas a una playa y cada grupo de personas tiene distintos parlantes, empiezas a escuchar distintas canciones en distintos lugares, y se convierte en un ruido muy contaminante. Uno quisiera escuchar el viento, las olas, las gaviotas y relajarse en silencio, entonces es difícil que alguien tome la decisión por ti de poner una música determinada arbitrariamente".

Asimismo, Ana dijo que antes de Playa La Virgen "hemos visitado Bahía Inglesa, otra playa a un lado de Bahía Inglesa, pasamos por Caldera. Esta (playa) no la conocíamos y está exquisita".

Más tarde, una joven iquiqueña llamada Paola, también opinó respecto al ambiente en el borde costero de Caldera, manifestando que la prohibición de parlantes es "excelente, lo mejor que puede pasar, porque nosotros vamos a la playa a descansar, a relajarnos, escuchar el mar, no a escuchar música. No todos tenemos la misma preferencia musical, encontré excelente eso".

Y es que para Paola, el ambiente en las playas de Caldera dista mucho de lo que ofrece la costa de la capital regional de Tarapacá. "De acá hemos estado como en cuatro playas, nos llamó la atención que no hay música, porque en Iquique eso es horrible. Me gustaría que esto (ordenanza municipal) fuera en todo Chile, sería ideal porque allá (en Iquique) ponen parlantes gigantes que no dejan escuchar siquiera lo que uno conversa, es horrible", sostuvo la turista.

Por su parte, Víctor Blanco, visitante santiaguino, se refirió al ambiente en el mar calderino, argumentando que a su juicio "por el tema de la ordenanza de los parlantes lo encuentro muy bueno. Yo le pregunté a la autoridad marina si podía hacer algo al respecto (de los ruidos), y era algo en lo que no podía hacer nada".

"Ahora que está la ordenanza si quieres escuchar algo ponte audífonos, pero no le pongas música a toda la gente. Lo encuentro espectacular, felicitaciones para la autoridad local", agregó.

Concesionario

Sin embargo, pese a que la prohibición de ruido es una medida transversal a toda la comuna, y bien recibida por los visitantes, solo hay un letrero en toda la comuna que da cuenta de la norma.

Para entender el por qué de este fenómeno, hablamos con el concesionario de Playa La Virgen, Claudio Aguirre, quien disipó esta duda explicando que el letrero "lo hicimos hace bastante tiempo, en esta playa tratamos que la gente venga a disfrutar en familia, escuchar el ruido del mar, conversar, a toda la gente se le advierte que los parlantes no están permitidos en la playa y pusimos el cartel. Hace unos días lo que hicimos fue subirlo a nuestra página de Instagram y alguien encontró que era buena iniciativa y lo viralizó".

"Los veraneantes están todos felices porque vienen a desconectarse, en esta playa no hay ningún tipo de conexión de celular, la gente se desconecta bastante",señaló el concesionario.

¿y si la mayoría quisiera música?

En su momento la alcaldesa de Caldera, Brunilda González, se refirió a la ordenanza que prohíbe los ruidos molestos en los espacios públicos, aclarando que en ciertos contextos se puede solicitar una autorización para eximirse de la norma.

Consultada sobre los requisitos para dicha autorización, la alcaldesa González declaró que "se tiene que pedir la autorización a la máxima autoridad comunal, es absolutamente gratuita y se tiene que justificar con un bien de carácter general. Esto significa que el bien común prevalece frente al ruido que afecta a una persona. Por ejemplo una clase de zumba en la playa, en un horario que se permita, pero no vamos a hacer clases de zumba cuando haya mucha gente. Por eso como municipio a la Cordep se le tiene autorizado realizar actividades deportivas presencialmente en el horario de la mañana".

"Esto rige para todas las playas, concesionadas o no concesionadas, pero cuando se trata de una playa concesionada, el responsable es el concesionario, él es el primer responsable (de hacer cumplir la medida)", agregó la alcaldesa.