Desintegrar el sistema tributario
La desintegración del sistema tributario es una de las propuestas del programa de gobierno del presidente electo. La experiencia de los países OCDE muestra que la mayoría tiene sistemas desintegrados o clásicos; y otros tienen pocos sistemas totalmente integrados y regímenes intermedios, como Chile. Que la mayoría cuente con uno clásico indica que vale la pena estudiar si nuestro sistema es el adecuado.
Para la discusión, se deben tener en cuenta algunos elementos. Por ejemplo que la disyuntiva no debe ser entre volver a integrar o desintegrar el sistema, ya que existen fórmulas que permitirían atacar los inconvenientes que trae cada alternativa y están en un punto intermedio, como aquellos que desintegran, teniendo una tasa reducida a nivel de dividendos.
A ello, se suma la complejidad de este sistema que considera factores como la historia reciente; evidencia sobre los efectos en ahorro e inversión; tratados internacionales, entre otros; el tiempo de tramitación del proyecto, y el lapso que toma que los agentes conozcan, entiendan y operen las nuevas normas.
La gran ventaja de la desintegración es su simplicidad, pero en nuestra situación, con múltiples tratados internacionales en operación, tiene un germen de complejidad derivada de las distinciones entre grandes y pequeñas empresas; y, contribuyentes domiciliados en Chile, contribuyentes domiciliados en países con y sin convenio, por el lado del impuesto final.
Es difícil encontrar evidencia contundente sobre cuál es el mejor sistema. Sin embargo, lo peor sería aprobar una reforma sin discutirla. Esta debe contar con amplio consenso, otorgar estabilidad en las reglas del juego, y evitar la permanente discusión que se ha hecho costumbre.
Gonzalo Polanco Director Centro de Estudios Tributarios de la U. de Chile
El uso de la lógica
El 14 de enero se conmemoró el día Mundial de la lógica, una palabra que todos hemos escuchado pero que pareciera ser lejana al quehacer de las personas, sin entender que esta se utiliza de manera más frecuente de lo que uno tiene conciencia.
La lógica se entiende como la capacidad de pensar que tienen todas las personas, pero al igual que en otras materias, la evolución del mundo exige que hoy las cosas requieran de más lógica que antes, lo que ha hecho que se trabaje en un impulso especial.
En el ámbito laboral, la lógica es lo que permite entender y razonar acerca de cómo funcionan e interaccionan todas las cosas que nos rodean, por ejemplo, como se mueve cada parte de este todo que es la empresa. Cada problema del día a día conlleva a un razonamiento propio para un fin último, y este mismo razonamiento es en el que la lógica se expresa al darle estructura y organización en su solución.
Es por esto que su enseñanza para las nuevas generaciones, entre ellos quienes en estos días están viviendo la postulación a la educación superior, es vital. El uso de la lógica en las profesiones futuras nos llevara a mejorar los procesos productivos de la empresa, optimizarlos y refinarlos de manera de mantener una respuesta oportuna y optima frente a cada escenario. En definitiva, a mayor disciplina frente al razonamiento humano y utilización del estudio de este, mayor será en enriquecimiento por sus aportes.
Y en específico para el área de la computación esta es clave, sin lógica no existiría, ya que es la que posibilita el aprendizaje, deducción y crecimiento, generando hasta Inteligencias Artificiales, permitiendo optimizar y automatizar flujos completos que agilizan todo.
El enseñar mediante pensamientos lógico-matemáticos, estimulación que debe partir desde lo más básico y edades muy tempranas, para luego ir progresando y complejizándose, además de mantenerse en constante uso, experimentando cosas nuevas que generen que uno razone regularmente.
Nicolás Fuchs G.
Uso del idioma
Hay un asunto que es crucial en la economía actual y que va más allá de cualquier política económica o fiscal que un país quiera impulsar: incentivar que la población genere el gusto por aprender un nuevo idioma. Esto permite tener ciudadanos más cosmopolitas y abiertos a los cambios, además de atraer más visitas turísticas y mejorar en relaciones comerciales, generando más oportunidades para todos.
En un año que los expertos proyectan como el del "fin de la pandemia", dominar una lengua se anota como decisivo para la reactivación y un valor agregado de proporciones más que relevantes para el comercio.
El inglés es la lengua materna de 340 millones de personas. A este dato debemos agregar que casi la misma cantidad habla inglés como segunda lengua. Sin embargo, en el plano local solo uno de cada 10 chilenos puede mantener una conversación fluida en este idioma.
Pablo Parera Gerente General de EF Education First Chile