El pasado 10 de enero, el gobernador de la Región de Atacama, Miguel Vargas, interpuso un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Copiapó con la finalidad de frenar el proceso de licitación del litio. Días más tarde, el 12 de enero, el Ministerio de Minería anunció que dos empresas se adjudicaron dos de los cinco lotes que ofrecían, en detalle, las empresas BYD Chile SpA y Servicios y Operaciones Mineras del Norte S.A. recibieron cuota de 80.000 toneladas de litio metálico comercializable cada una, por las cuales BYD Chile SpA presentó una oferta por US$ 61 millones y Servicios y Operaciones Mineras del Norte S.A. ofertó US$ 60 millones, respectivamente. Todo parecía perdido para la oposición y los parlamentarios que incluso presentaron proyectos para frenar el cuestionado proceso.
Sin embargo, ayer la Corte de Apelaciones de Copiapó acogió a trámite el recurso de protección presentado por el gobernador Vargas en conjunto de comunidades colla y decretaron de forma unánime la orden de no innovar, vale decir, se suspende el proceso de licitación, por ahora.
En efecto, la resolución dicta: "Pídase informe a los recurridos (ministro de Minería y subsecretario de minería), el que deberá evacuarse dentro de décimo día, debiendo acompañar todos los antecedentes que obren en su poder", es lo que ordena la corte copiapina.
Las reacciones del mundo político - sobre todo de la oposición - no se hicieron esperar, en su mayoría celebrando la resolución del tribunal de alzada copiapino. No obstante, cabe recordar que este es solo un paso más no es el definitivo.
Esto, debido a que el freno se extenderá hasta que la corte analice el caso y luego los ministros resolverán, eso no quiere decir que fallen a favor o en contra de los intereses de la comunidad colla, del gobernador y de todos quienes se oponen al proceso de licitación.
A esto se suma el hecho que aún queda una instancia, que es la Corte Suprema, recién allí se resolvería todo, y queda en condicionante porque en paralelo esta orden de no innovar le da tiempo a los parlamentarios de insistir con sus iniciativas de freno en el Congreso y al Gobierno de preparar sus argumentos en materia jurídica.
En el fondo, hay que dejar que las instituciones funcionen, será la institucionalidad quien resuelva este litigio enmarcado en la "Fiebre del litio", que tiene en tensión al gobierno saliente y al gobierno entrante. Lo importante es que, más allá de las divisiones que genera este conflictivo proceso, es que el resultado de las negociaciones sean por el bien de Chile.