Acuerdos amplios para gobernar
Sus votantes esperan que avance con prontitud en demandas sensibles y que golpean a la sociedad. Y pese a que existe consenso en todas ellas, cómo enfrentar el recorrido es lo que deberá dialogarse. La amplia votación lograda en la segunda vuelta le da un piso al para trabajar con sectores opositores y con quienes lo apoyaron sin ser parte de la coalición que cataultó su candidatura.
Aún no se instala en el sillón presidencial y Gabriel Boric ya está de lleno trabajando en lo que será su futuro gobierno, en su programa reformulado y en la designación del Gabinete con quienes deberá iniciar el recorrido de las transformaciones planteadas tratando de suma voluntades, aunando esfuerzos y buscando acuerdos con los distintos sectores.
Esta realidad la tiene asumida el Presidente electo y de hecho en su discurso habló de ir avanzado con gradualidad, pero con paso firme en los cambios propuestos.
Esto no tiene que ver con olvidarse de sus propuestas sino que en el modo de lograr acuerdos amplios que puedan ir entregando fuerza a sus ideas y que auguren una tramitación legislativa expedita.
La amplia votación lograda en la segunda vuelta le da un piso al para trabajar con sectores opositores y con quienes lo apoyaron su candidatura sin condiciones, pero que no son parte del conglomerado que lo apoyó y llevó al triunfo.
Su discurso, tras el triunfo electoral, sin figuras políticas que lo rodearán le dio libertad para expresarse como lo estimaba y de paso entregar la solidez al alto cargo que empezará a ocupar a partir de marzo próximo.
Allí proyectó mucha independencia y claridad para afrontar las demandas sociales, muchas de ellas enarboladas en la campaña y que deberá cumplir, porque eso es lo que esperan sus votantes.
Quieren más inclusión para las minorías sexuales, una relevancia en el rol de la mujer, mejores pensiones, más descentralización, un trato digno en la salud y otros que no sólo requerirán de creatividad para encontrar los recursos y ejecutarlos, también de un trabajo de negociación, diálogo y de transparencia que es lo que sus electores esperan.
Son muchas las expectativas y esperanzas (como lo decía su eslogan) de contar con un Estado que le procure una mayor igualdad en temas sensibles como salud, educación, vivienda y pensiones.
Esos son los ejes que duelen en nuestra sociedad y que la comunidad espera avances que los favorezcan. Y, en ese sentido, nadie querrá estar al margen porque todos quieren lo mejor para l país. Cómo se hace y cómo se materializan será la clave de su gestión.