Pamela Vásquez/Redacción pvasquezf@diarioatacama.cl
Ayer se inauguró el Archivo Regional de Atacama, el servicio público encargado de recopilar, preservar y poner en valor la documentación histórica de la región, tanto aquella emanada por la gestión del Estado, como la privada que concita interés público. Un lugar donde estará la memoria histórica a la que todos ya pueden acceder.
"Este es el inicio de todo un proceso que es la instalación del Sistema Nacional de Archivos, que es esta red de archivos regionales en todo Chile y que parte en Atacama con un archivo que tiene la misión de recopilar, preservar y dar acceso a la documentación que produce el Estado y aquella no estatal que es relevante para la historia y el desarrollo del país", comentó la directora del Archivo Nacional Emma de Ramón.
La autoridad, conversó respecto a la importancia de esta inauguración para los atacameños.
Ustedes ya tienen material de Atacama, ¿Cuándo lo recopilaron?
- Nosotros de mucho tiempo que estamos trabajando en la descentralización de archivos, tenemos mucha documentación de Copiapó y de la región en Santiago, expedientes judiciales, documentos conservatorios de Bienes Raíces, Comercio, Minas, y así fondos documentales completos producidos en la región y están en Santiago. La idea original es trasladarlos cuando estén las condiciones para el alcance de la gente de la región. Además hay muchos documentos que están guardados en sus propias instituciones productoras.
Nosotros somos en primer lugar un archivo de Estado, es decir todo lo que tiene que ver con el gobierno regional, tribunales de justicia y órganos colaboradores de la justicia como notarios, conservadores, archiveros judiciales tienen que entregarnos a nosotros por ley la documentación. Además, por ahí están en instituciones privadas o personas con colecciones documentales que a veces no hayan que hacer con ellas, que puedan donarlas o tal vez más adelante venderlas al archivo nacional que está en un lugar público, el accesible es libre.
Es como la memoria histórica de la región en esta casa...
- Exactamente, donde se reúnen los investigadores o las personas interesadas, trabajan, van a la esquina a tomarse un café, conversan, vuelven.
¿De esos documentos de la región, cuáles o cuál le parecen más interesantes?
- A mí me llama mucho la atención los expedientes judiciales, muchos de ellos muy antiguos del siglo XIX, incluso del IIXX referidas acá, donde aparece la historia de la ciudadanía, son causas civiles, criminales, muchas de ella de familia, donde está la gente común y corriente que habitaba acá, donde uno puede construir esa vida, como se vivía, más allá de los grandes héroes y las grandes personalidades que desde luego son súper importantes de conocer, pero que rodeaba el ambiente y el contexto en el que se dieron todas esas manifestaciones para conocer mejor no sólo al dueño de la mina, sino al obrero, al trabajador que tuvo un problema con su familia o al que cometió un error y que hablaban de él.
Hubo muchos momentos en que las mujeres han estado invisivilizadas, eso también se ha dado en la historia...
- Por supuesto, esa mirada hacia los grandes héroes, siempre esos grandes héroes desgraciadamente eran hombres, porque en general el poder ha estado depositado sólo en las manos masculinas. No quiero decir si eso es bueno o es malo, simplemente ha sido así, entonces cuando se dan las mirada sobre esos personajes y no a otros u otras que hayan sido menos favorecidos con el poder, con la riqueza. Por lo tanto, el archivo también es una oportunidad para poder ver a esos otros protagonistas de la historia, destacar otros aspectos de la vida.
¿Hay un rango de años para entregar documentos?
- Desde que hay lápiz y papel se puede hacer, esperamos tener varios proyectos a través de los cuales las personas puedan hacer ejercicios de memoria, recordar eventos que han ocurrido, por ejemplo los dos aluvciones que tuvieron, alguien me hablaba del estallido social, eso también es algo. Hoy el estallido social puede ser algo muy conflictivo, pero en cien años más va haber alguien que va a a querer ver esas diferentes visiones y si no queda por escrito, grabado o lo que sea, nadie va a poder recordarnos.