( viene de la página anterior )
Al respecto Romina Carmona, comentó que empezó a vender otro tipo de prendas, sin embargo dijo que "decidí traer estas máscaras porque me las han pedido mucho, vi la serie para poder comprender y satisfacer a mis futuros clientes y di con este stock limitado de máscaras, las cuales me ha ido bien", agregando que son muy cotizadas y vendidas, tanto las máscaras de los soldados como del líder de la serie.
Mencionó además que "creo que al ser una serie tan exitosa y sangrienta me asombra la cantidad de papás que han buscado estos disfraces para menores de edad, ya que me han pedido el disfraz para menores de 5 años", enfatizó la vendedora.
Añadió también, respecto a la polémica de la serie, que "al menos yo como mamá, no le pondría un traje de una serie tan sangrienta a mi hijo".
Consultada por si vendería los buzos de la serie, expresó que los costos son muy elevados y respecto a disfraces para niños, señaló que "se han visto como capuchas bordadas para niños simulando la máscara, pero tampoco lo vi como opción".
Dentro de los aspectos logísticos de su emprendimiento, Romina señaló que "hago envíos a regiones al interior del valle de Vallenar y alrededores. Los despachos dentro de Vallenar son gratis, y solo venta por Facebook, no tengo tienda física".
Además, en grupos en redes sociales diversas personas han consultado por la galleta dulce de la serie.
Psicóloga
Por otro lado, respecto al impacto que puede provocar en niños y adolescentes el contenido de la serie, Camila Véliz, psicóloga Infanto Juvenil, expresó que "realmente es una serie que no es apta para niños, porque hay un alto contenido violento que puede afectar notoriamente la salud mental de ellos".
En ese sentido, la profesional expresó que "las redes sociales ya no se pueden controlar como antes, los niños tienen un libre acceso a internet en cuanto a las redes, entonces a los adolescentes al prohibir da más curiosidad", dijo.
En esos casos, Véliz recomendó que "se tiene que acompañar a los adolescentes si quieren ver la serie, explicar de qué se trata la serie, como también ponerles ciertos límites".
En cuanto a los niños, "si llegan a ver la serie encuentro fundamental que primero el manejo de los padres, cuáles son los límites reales que le están poniendo al acceso de los niños a las redes sociales".
Adicionalmente, indicó que "si mi hijo vio la serie y si yo como papá no me di cuenta, debo conversar con él, preguntarle qué le generó, qué dudas le quedan, explicarle también la diferencia entre la ficción y la realidad, porque a un niño eso no está claro todavía".
Respecto a esto último, la psicóloga mencionó que "el cerebro de los niños se va desarrollando por etapas, entonces la parte racional del cerebro de los niños se empieza a desarrollar en el periodo de la adolescencia y termina como a los 21 años". De este modo, Véliz detalló que "la parte racional es la que ayuda a las personas a decidir, a planificar entonces si un niño ve una serie de este tipo, con cerebro racional que aún no está desarrollado, va a adquirir quizás los conocimientos y experiencias que entrega la serie y las va tener como guardadas o las va a usar como referencia. Porque todavía no sabe razonar que eso que pasa ahí es real o no es real, si lo puedo o no hacer".
Además, la profesional analizó que esta serie resulta llamativa para niños y adolescentes porque "es una muñeca, algo infantil, entonces el niño lo asocia como algo que es común para él, está normalizado, es una muñeca, están jugando entonces". Por el contrario, "quizás muchos niños van a escoger esa máscara o disfraz por moda y no entiendan el contexto aún de la serie o no la han visto".
Por tanto, Camila determinó que "la conversación padres e hijos es fundamental porque si un padre empieza a notar conductas extrañas en su hijo, que está violento o anda repitiendo los juegos o las canciones, o las frases que escuchó en la serie, preguntarle si quiere hablar sobre eso, si noto un cambio en su conducta ahí tengo que poner atención", cerró la psicóloga.
"Incluso tenía presupuestado hacer los buzos, las poleras y todo eso, pero no me alcanzó el tiempo. Como tenía material naranja y amarillo, me atreví a hacer los vestidos".
Rosa Valdarrama,, dueña de Rosa Nadya, Confecciones
"Creo que al ser una serie tan exitosa y sangrienta me asombra la cantidad de papás que han buscado estos disfraces para menores de edad"
Romina Carmona,, dueña de La Vitrina de la Negra