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Cuidemos nuestro Desierto Florido

Raúl Céspedes , Museólogo e Investigador.
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Cuidemos nuestro Desierto Florido, Patrimonio Natural de Chile: no bote basura, no contamine, no colecte insectos ni dañe su ecosistema pisando, arrancando flores.

Este fenómeno natural ocurre cuando las lluvias se muestran generosas con las tierras áridas que existen en nuestra Región de Atacama. Pero lo que se requiere no es que simplemente haya un superávit de lluvias, o que las precipitaciones superen un cierto número de milímetros; es fundamental que, además de precipitaciones abundantes, estas no ocurran de golpe, sino en varios eventos (a lo menos tres) distanciados entre sí, entre los meses de mayo y agosto.

Es habitual ligar la ocurrencia de estas condiciones con el Fenómeno del Niño, pues la corriente cálida asociada a este fenómeno que recorre nuestras costas provoca grandes alteraciones en las condiciones climáticas de la región, ya que aumenta la evaporación en el mar, y por ende, también aumenta la nubosidad y las probabilidades de precipitaciones.

Se ha contabilizado más de 200 especies nativas de plantas anuales y geófitas. Una planta anual es la que germina a través de semillas "latentes", que esperan las mejores condiciones para surgir, florecer y perpetuarse, continuando su ciclo de vida. En tanto, las geófitas son aquellas que crecen a partir de bulbos, rizomas o tubérculos, los cuales están bajo el suelo. A ellas se agregan las ramas subterráneas de algunas plantas arbustivas.

Los primeros en aparecer son los insectos, que, junto con polinizar las flores, son sustento para diversos animales, como reptiles, aves y mamíferos. A lo anterior se agrega la alta presencia de semillas, alimento de hormigas, aves y roedores, los que, a su vez, son el alimento de carnívoros como el zorro.

Especial importancia reviste para el guanaco, camélido silvestre protegido en nuestra región, el que dispone de alimento en mayor cantidad, lo cual incide positivamente en su población.

Cuidemos nuestro Desierto Florido, Patrimonio Natural de Chile: no vote basura, no contamine, no colecte insectos ni dañe su ecosistema pisando, arrancando flores. Con el cambio climático que hemos comenzado a experimentar en nuestro planeta, es posible que también tengamos un efecto devastador en nuestro Desierto en los próximos años. Ojalá esto no acontezca.

"Sincericidio"

Claudia Peñailillo , Periodista y Licenciada en Comunicación Social.
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Dicen que mucha sinceridad no es buena y puede que sea así. El "sincericidio" es un término usado por expertos como el caso del psicólogo y doctor en sexualidad humana, Rodrigo Jarpa Schäcker, quien nos señala que "es importante tener presente que no todas las verdades son útiles y menos cuando no se pueden cambiar".

¿Cuántas veces al iniciar una relación en pareja conversamos todo aquello que nos pasa en el día a día? Creemos que cada vez que sinceramos nuestras emociones y actos con el otro u otra avanzamos por el camino correcto para consolidar, cada vez más, esta unión entre dos personas. Sin embargo, hay verdades que no deben ser transmitidas, sobre todo, como bien apunta Jarpa, cuando no existe ninguna posibilidad de transformar aquello que no nos gusta.

Si bien la honestidad es un factor muy importante en las relaciones, en algunas ocasiones puede generar sólo daño a quien tenemos al frente nuestro. Se dice que el "sincericidio" es sinceridad sin prudencia. Señalar, por ejemplo, que algunos aspectos de la anatomía sexual son de tal o cual tamaño, en nada va a cambiarlo, sino más bien, va a generar cierto rechazo y distanciamiento y, por ende, esa "sinceridad" ocasionará en definitiva un "suicidio" en la relación.

En ocasiones el ocultar la verdad no nos convierte en mentirosos por el resto de nuestras vidas, sino más bien, es ponernos en el lugar de la otra persona y aceptarla tal cual es, aprendiendo a amarla y trabajando desde ese amor para conectarnos en complicidad y crecimiento mutuo. Una verdad sin criterios, sólo perjudica en extremo.

Complejo es cuando queremos cambios desde nuestros deseos y egoísmos, destruyendo con las verdades, sin comprender que mediante una conversación sin que dañe es posible comunicar lo que nos pasa o lo que queremos de la relación que estamos construyendo. Somos seres individuales, con temores, fantasías y secretos. Estar en pareja es compartir desde lo que soy, sin permitir dominar, trasmutar o moldear a nuestro antojo, sólo es saber disfrutar en afinidad.

Tomar el control de la situación

El Estado debe realizar acciones para evitar las tensiones con los migrantes y que estos sean víctimas de mafias. Si el Estado no lo hace, habrá otros que se aprovechen de su vulnerabilidad. Se les debe ayudar a regularizar su situación para que accedan a trabajos y no queden a manos de mafias del narcotráfico, trata de personas o el prestamismo ilegal
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Es muy simbólico que en una ciudad como Iquique se hayan producido las avergonzantes imágenes del día sábado. Postales que no solo se vieron plasmadas en los medios de comunicación a nivel nacional, pues hubo eco incluso a nivel internacional.

Más allá de que parte de los argumentos de quienes participaron en la marcha contra la migración irregular puedan ser razonables, como por ejemplo el abandono de parte del poder central ante esta crisis migratoria y la ocupación de espacios públicos que le pertenecen a todos, nada justifica que se hayan quemado las pocas pertenencias de personas en extremo vulnerables y que además turbas les hayan perseguido solo por haber nacido en otro país. Un país -Venezuela- que hace tres décadas era uno de los más desarrollados de Latinoamérica, pero que por una serie de malos gobiernos de corte populista se convirtió en un desastre económico del que solo queda huir.

Y es que el caso venezolano debería hacernos reflexionar: la historia nos ha mostrado que las democracias se deben cuidar, que los mesías esconden ansias de poder, que las soluciones mágicas no existen, que el endeudamiento se paga, y que en muy poco tiempo un país puede destruirse y sus ciudadanos convertirse en refugiados.

Chile hace tres décadas tenía más ciudadanos que salían del país en busca de un futuro mejor, que los que recibía. Bien lo saben en Suecia, el sur de Argentina o la misma Venezuela.

Ahora nos tocó estar al otro lado de esta moneda y puede ser difícil para un país que parece tener tantos problemas propios, tender una mano solidaria, pero es un deber moral y la única vía para que esta olla de presión no estalle con más fuerza. Cuanto antes se deben habilitar albergues para que los migrantes que siguen ingresando al país, puedan estar en condiciones dignas y no en espacios públicos donde se genere tensión con los habitantes locales y focos de insalubridad. Además se les debe ayudar a regularizar su situación para que accedan a trabajos y no queden a manos de mafias del narcotráfico, trata de personas o el prestamismo ilegal. Si el Estado no toma el control de la situación, serán las mafias las que lo harán.