Un duro golpe para la Convención
El caso de Rodrigo Rojas debe ser motivo de alerta para el proceso y para los convencionales. El valor primordial de un constituyente debe ser la transparencia, incluso por sobre la experticia. Ser probo es lo esencial para este cargo, incluso más que un experto en diversos temas. Junto a esto cabe preguntarse ¿es posible aceptar que alguien como él tenga injerencia en el sistema que usarán todos los habitantes del país?
El caso de Rodrigo Rojas, quien confesó que no tenía cáncer, causó impacto a nivel transversal y el rechazo de buena parte de la ciudadanía. El convencional dijo tener otra enfermedad y que se arrepiente de lo ocurrido, incluso poniendo su puesto a disposición. "Me tengo que retirar", mencionó.
Lo cierto es que lo ocurrido es un duro golpe para la Convención y para sus propios compañeros de un proceso que reúne los sueños de millones de chilenos, pero que lamentablemente está siendo rodeado por un actuar que cuesta calificar.
Los problemas de la Lista del Pueblo y la masiva salida de convencionales no se comparan a lo vivido con Rojas. En él convergía la lucha por tener una mejor salud, pero con lo ocurrido se pierde el mensajero y se va perdiendo el sentido esencial de quiénes deben llevar estos procesos, hablamos del sentido de transparencia total.
Nadie puede pensar que los 155 convencionales son una especie de santos o mesías que no pueden cometer errores, pero sí se deben fijar ciertos aspectos básicos de la persona y eso no representa Rojas.
Su situación la llevó más allá de una lucha dada en las manifestaciones, sino que hizo una campaña en la que supuesta enfermedad era un ancla y mintió en su declaración de intereses por una deuda de 27 millones de pesos que la atribuyó a un tratamiento de quimioterapia contra el cáncer.
Su actuar debe ser analizado por sus pares, como también es indispensable que se mida el impacto que pueda tener lo ocurrido en su labor. Uno de los aspectos claves de la nueva Constitución es el "rayar la cancha" del modo en que el país concibe su modelo de salud y el voto de Rojas claramente estará condicionado a partir de lo ocurrido.
¿Es posible aceptar que alguien como él tenga injerencia en el sistema que usarán todos los habitantes del país?
Nadie se puede quejar que se está haciendo "leña del árbol caído", sino que simplemente tener claro que lo ocurrido es grave para la esencia del proyecto. Y es que el primer valor de los representantes de esta instancia, más que la experticia en los distintos temas, es el tener probidad y transparencia. Sin estas cualidades, lo mejor es cerrar por fuera.