Catastro de árboles en la capital regional
En la semana un aromo cayó sobre locales comerciales en avenida Copayapu, lo que pudo haber pasado a mayores. Lamentablemente, estamos dependiendo de la suerte para evitar tragedias. Copiapó es una de las ciudades del norte que debe sentirse con el privilegio de contar con árboles en distintos puntos. Es de esperar que el análisis con el resistógrafo se haga lo más luego posible.
En la semana unos locales comerciales de avenida Copayapu amanecieron con un aromo en sus techumbres en un nuevo incidente que involucra a árboles y que, por suerte u otro motivo, no han provocado tragedias en Copiapó.
La caída de diversas especies ha sido una constante en los últimos años, especialmente tras el año 2015. Y es que a la falta de agua, se sumó que el barro formó una especie de barrera alrededor de árboles lo que terminó por afectar el consumo del vital elemento y por ende han sufrido un debilitamiento, del cual se siguen viviendo las consecuencias.
Lo ocurrido en avenida Henríquez es materia de investigación, pero en teoría en otros puntos tienen identificados a los árboles "adultos" que podrían precipitarse, lo que da cierta tranquilidad aunque no del todo. La ausencia de una evaluación mayor con un resistógrafo es motivo de intranquilidad y a estar atentos a lo que pueda venir desde los cielos de forma intempestiva. Al menos el municipio anunció que hará el análisis con ese dispositivo, lo que habrá que ver si se concreta con el tiempo.
Es lamentable lo que sucede con los árboles. Entregan decenas de beneficios como dar sombra e incluso, según estudios, otorgan felicidad, pero estas características terminan siendo ignoradas ya sea por la falta de interés por las especies que nos ayudan a un mejor vivir o porque son vistos como seres no vivientes, tal cual unas bancas en la Plaza de Armas o un edificio por el que pasamos cada cierto tiempo.
Incluso en medio de la crisis hídrica, el ahorro de agua está siendo confundido con reducir las áreas verdes. En la Región Metropolitana, el municipio de Providencia dejará de regar ciertos sectores para evitar el "despilfarro" del vital elemento, en una medida insólita dado que las plantas de menor o gran tamaño son claves en la lucha por evitar un descalabro ambiental. Es de esperar que este tipo de acciones no sean tomadas en cuenta en Copiapó u otras comunas.
Los árboles caen e incluso su peligrosidad con el ser humano no es vista en la dimensión que se merece. Pueden precipitarse sobre peatones, vehículos y el tendido eléctrico, provocando trastornos en la vida diaria e incluso situaciones que pueden llevar a la muerte.