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¿qué va a pasar?
-¿Es definitivo el triunfo de los talibanes?
-No se sabe bien qué va a pasar. Si esto termina en guerra civil con milicias étnicas levantándose en el norte y áreas centrales; o bien hay un control talibán definitivo. No se sabe dónde está todo el armamento norteamericano. La confusión es enorme. No se sabe si los negociadores talibanes van a ser suficientemente astutos como para no reprimir a las mujeres y a las minorías étnicas. Porque también buscan venganza pues también fueron maltratados (el gobierno afgano los torturaba y mataba). Por el momento, los talibanes están actuando de una manera "soft". Reciben el apoyo de potencias regionales como Pakistán y Turquía y una mundial, como China, además de potencias petroleras como Arabia Saudita o los Emiratos Árabes Unidos. Están obteniendo el control de un país rico en minerales y haciéndose ricos ellos mismos, controlando todas las aduanas y el tráfico de opio.
-¿Puede un grupo como los talibanes gobernar un país o habrá un gobierno de transición?
-En estos momentos se habla de traer al gobierno anterior al derrocado, proamericano, el gobierno de Karzai, que estaría negociando con los talibanes. Ellos son muy astutos: les conviene muchísimo un gobierno "de mentira", porque no va a ser un gobierno de transición en la realidad. No es posible mediar con una doctrina ultra-religiosa y ultra-conservadora, de un Islam radical. La idea de los talibanes es convertir al país en una teocracia, un país gobernado por los líderes espirituales. Lo que puede haber es que, en la práctica, se entregue a un gobierno de técnicos la administración del país (financiera, urbanística, de salud) o las relaciones internacionales, manteniendo los talibanes las fuerzas armadas y el control ideológico y religioso. Ninguna de las soluciones es buena.
-¿Pretende regresar a Chile o quedarse en Afganistán en un momento así de histórico?
-Voy a estar monitoreando muy bien la situación. En estos momentos, para mí, la idea es intentar ser la voz latinoamericana que comunique la situación de los derechos humanos, de las mujeres y las minorías étnicas. De manera fortuita, soy el único periodista latinoamericano que está por acá y es una gran oportunidad profesional. Grabando un documental pude registrar los últimos días previos al control de los talibanes y ahora puedo grabar lo que ha cambiado con su llegada. Le doy prioridad a terminar un buen trabajo aquí antes de aprovechar la primera oportunidad de dejar el país. Me costó mucho llegar acá y mi idea es darme unos días más antes de salir. Por ahora, estoy tratando de hacer periodismo en un momento efectivamente histórico. Lo más probable es que salga una película documental. Esta oportunidad histórica no se presenta en la vida muchas veces.
-Pero es también un momento peligroso…
-Como periodista de conflictos y crisis humanitarias me he encontrado muchas veces en situaciones de riesgo (estuve en Siria, en Ucrania, en Libia cuando mataron a Kadhafi, en Egipto con la revolución). Tengo una cierta experiencia y por lo mismo un cierto miedo que me hacer ser prudente, el cual debo equilibrar con una dosis de osadía en la búsqueda de un material importante, como lo que grabé en los tiroteos del aeropuerto o en la celebración del Ashura, o lo que he grabado sobre las mujeres. Es importante que medios latinoamericanos o chilenos tengan la oportunidad de obtener el relato en primera persona de cómo se vive esta situación, segundo a segundo, y no a través de una agencia internacional con periodistas que están en otro lugar con información menos directa.
"De manera fortuita, soy el único periodista latinoamericano que está por acá y es una gran oportunidad profesional".