Por una ampliación de la Ley de Cuidados Paliativos
Sr. director:
Recientemente se dio a conocer la noticia del fallecimiento de la doctora Liliana Ortiz, experta en bioética de la Universidad de Concepción, producto de un cáncer de mama en etapa avanzada. Poco antes la doctora grabó un video donde compartió el sufrimiento vivido por sus síntomas, agregando que se le aplicó sedación paliativa para que su muerte fuera tranquila.
La sedación paliativa es una medida de alivio para pacientes cuya muerte se prevé próxima y que presentan sufrimiento refractario a un tratamiento. Forma parte del cuidado paliativo, que es un proceso integral y multidisciplinario que involucra tratamiento contra el dolor, acompañamiento al paciente y manejo de sintomatología que, por ley, sólo tiene cobertura para pacientes oncológicos.
Actualmente la Comisión de Salud del Senado discute el proyecto de Ley sobre reconocimiento y protección de los derechos de las personas con enfermedades terminales y el buen morir. Con ello, se está avanzando positivamente en la discusión sobre garantizar el cuidado integral de la persona y aliviar padecimientos asociados a una enfermedad grave o terminal.
Esperamos que esta ley consiga, entre otras cosas, aumentar el espectro de cobertura en cuidados paliativos. Todos los pacientes graves, independiente de su diagnóstico, deben tener el derecho a una atención digna en el final de su vida.
Dra. Carolina Valdebenito, presidenta de la Sociedad Médica de Cuidados Paliativos
Licitaciones de pesca
Señor Director:
La Comisión de Hacienda del Senado estudia modificar la Ley de Pesca. Actualmente existen dos tipos de licencias que coexisten en las distintas pesquerías: licencias de clase A, que pagan una patente y se entregan por razones históricas, y las licencias de clase B, que se asignan mediante licitaciones.
El problema es que las licitaciones de la clase B están mal diseñadas. Primero, separan artificialmente la competencia en lotes idénticos. Esto significa que dos lotes pueden tener valores distintos y que una empresa que pierde en una subasta podría haber ganado en otra. El esquema actual no permite que las firmas puedan ofrecer un mayor valor por lote si ganan más de un lote, aprovechando economías de escala. De la misma forma, tampoco pueden ofrecer mayores valores por obtener lotes de una especie y la fauna acompañante, lo que permite aprovechar economías de escala asociadas a una mayor cantidad de derechos, ni tampoco las economías de ámbito asociadas a la extracción de fauna acompañante. Estos problemas reducen la participación en las subastas y la recaudación que recibe el Estado. Pese a los problemas de su diseño, el valor pagado por las licencias de clase B tiende a ser mayor que el de los pagos de los poseedores de licencias clase A. Por ejemplo, los adjudicatarios de licencias de clase B para la sardina común en las regiones V-X pagaron en promedio 22 veces el pago anual de los dueños de licencias clase A. Suponiendo una tasa del 8% anual, los adjudicatarios de licencias clase B pagan el doble de los poseedores de licencias clase A.
Un correcto diseño de licitaciones puede llevar a ganancias importantes en eficiencia, recaudación, y transparencia. El ejemplo de la asignación de espectro radioeléctrico para servicios 5G muestra que cambios en las reglas de la licitación pueden multiplicar la recaudación, sin poner en peligro la eficiencia con la que opera el mercado. Estas lecciones deberían ser incorporadas en las reformas a la ley para permitir un mejor diseño de las subastas de recursos pesqueros.
Juan Escobar, Instituto Milenio MIPP, Ing. Industrial, U. de Chile
Asistencia Humanitaria
Hace 13 años, Naciones Unidas llama a conmemorar el 19 de agosto como el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria. Es un día que nos debiese llamar a la reflexión en cada región y en cada rincón del planeta, y este año coloca el foco en las consecuencias inmediatas de la emergencia climática para las personas más vulnerables del mundo.
La asistencia humanitaria es llevada adelante por trabajadores que también viven consecuencias en sus vidas y en la de quienes les rodean. Son personas que cuidan personas y para quienes es necesario hacer mucho más que un reconocimiento público.
Naturalizar las consecuencias de las catástrofes humanitarias es también olvidar que miles y miles de personas trabajan para evitar las peores consecuencias. El cambio climático nos afectará a todos, pero al igual que la pandemia por Covid-19, afectará más a quienes se encuentren en condición de mayor vulnerabilidad.
Formar y actualizar a los docentes y estudiantes de las comunidades universitarias para la reducción de riesgos en catástrofes, ya no es una buena idea, es una necesidad imperiosa y hacia allí caminamos.
Carlos Güida director del Departamento de Salud Comunitaria Universidad de Las Américas