La felicidad se entrena
Violeta Villalobos Utreras , Jefa Unidad de Estudios Defensoría Regional de Atacama, Sandra Aravena Palma, Ejecutiva Zonal en Fundación Fútbol Más
Sin duda alguna los pasados Juegos Olímpicos de Tokio 2020 llenaron de emoción y lágrimas los ojos de miles de personas que al verlos sintieron propios los triunfos de cientos de deportistas a nivel internacional. No obstante, estos JJOO levantaron la necesidad de hablar de temáticas de salud mental en el mundo del deporte. Los casos de Simone Biles y Arley Méndez, deportistas de alto rendimiento, fueron expuestos y evidenció los altos niveles de presión.
Según la tercera versión del Termómetro de la Salud Mental de la ACHS y la UC, un 39,7% de los encuestados y encuestadas de la zona norte del país, dicen presentar problemas de salud mental causados principalmente por su situación laboral, disminución de ingresos, hábitos de consumo de riesgo y sedentarismo en contexto pandémico.
En esa misma línea como Fundación Fútbol Más, sentimos la responsabilidad de aportar al bienestar físico y mental de los niños, niñas, jóvenes, y sus tutores/as del país. Es por esto, que a través de la metodología del deporte para el desarrollo promovemos habilidades para la vida como la empatía, el reconocimiento y expresión de emociones, resiliencia, trabajo en equipo, entre otras, a diferencia del deporte para la competencia que se centra en el resultado.
Esta metodología se desarrolla en las distintas canchas de la Región de Atacama y en otras diez regiones del país a través de sesiones sociodeportivas presenciales (de acuerdo con los aforos y protocolos permitidos por la autoridad sanitaria) donde apoyados por el juego, el deporte y el fútbol, se promueve la realización de actividad física, práctica clave a la hora de hablar del cuidado de la salud mental. Desde las canchas se busca reestablecer los tiempos de ocio de la comunidad, aportando a la utilización del espacio público y la confianza entre pares.
Finalmente, los Juegos Olímpicos, nos dejan una gran enseñanza a todos y todas, que más allá del resultado obtenido, siempre es necesario priorizar el bienestar físico y mental de las personas, es por eso, que como fundación creemos fielmente que la felicidad se entrena.
Justicia restaurativa juvenil
La justicia restaurativa es una forma de resolución de conflictos complementaria al derecho penal público, cuyos objetivos son que el infractor se responsabilice por el hecho delictual, que exista reparación del daño ocasionado y se procure la resocialización del ofensor.
Entre las prácticas de la justicia restaurativa se encuentra la mediación penal, que consiste en un proceso en que víctima e imputado son asistidos por un mediador especializado, quien dirige el encuentro con miras a lograr la comprensión por parte del agresor del impacto de su actuar sobre la víctima, asumiendo así esta responsabilidad, y de ser posible que ambos conjuntamente puedan establecer un plan o acción para reparar el daño, porque la reparación es un objetivo primario en los procesos de mediación penal.
En nuestro país se encuentra vigente el Convenio de Colaboración para la derivación de casos penales de adolescentes a mediación penal, este convenio está suscrito entre el Ministerio Público, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, y la Defensoría Penal Pública, y permite derivar casos al Centro de Mediación cuando se cumplen con ciertos requisitos, ya que no todas las infracciones penales son objeto de mediación; se excluyen los delitos contra la vida, delitos contra la libertad ambulatoria, aquellos que atenten contra la libertad sexual, delitos cometidos en contexto de violencia intrafamiliar; y delitos que involucren el uso de armas de fuego.
Respecto del perfil del usuario; se refiere a personas que se encuentren sometidas a la ley de responsabilidad penal adolescente que carezcan de condenas previas, que se encuentren escolarizados o en proceso de escolarización, y que no presenten consumo problemático de drogas.
En Atacama, actualmente se desarrolla un trabajo de sensibilización, información, y coordinación operativa entre las diversas instituciones del sistema de justicia juvenil, a efectos de conocer el paradigma de la justicia restaurativa, para luego avanzar a la fase de implementación que consiste en la derivación de casos desde el Ministerio Público y la Defensoría Penal Pública al Centro de Mediación. Es clave que los actores del sistema penal eviten considerar a la mediación penal como mecanismo de segundo orden.
La justicia restaurativa juvenil y sus estrategias de intervención, como la mediación penal revalorizan a la figura de la víctima, y el carácter social del conflicto jurídico penal, donde es imprescindible considerar los intereses y necesidades de los ciudadanos y la sociedad civil organizada, en aras de fortalecer sus vínculos, humanizando la convivencia, en condiciones de justicia e igualdad.