Por una ampliación de la Ley de Cuidados Paliativos
Sr. director:Recientemente se dio a conocer la noticia del fallecimiento de la doctora Liliana Ortiz, experta en bioética de la Universidad de Concepción, producto de un cáncer de mama en etapa avanzada. Poco antes la doctora grabó un video donde compartió el sufrimiento vivido por sus síntomas, agregando que se le aplicó sedación paliativa para que su muerte fuera tranquila.
La sedación paliativa es una medida de alivio para pacientes cuya muerte se prevé próxima y que presentan sufrimiento refractario a un tratamiento. Forma parte del cuidado paliativo, que es un proceso integral y multidisciplinario que involucra tratamiento contra el dolor, acompañamiento al paciente y manejo de sintomatología que, por ley, sólo tiene cobertura para pacientes oncológicos.
Actualmente la Comisión de Salud del Senado discute el proyecto de Ley sobre reconocimiento y protección de los derechos de las personas con enfermedades terminales y el buen morir. Con ello, se está avanzando positivamente en la discusión sobre garantizar el cuidado integral de la persona y aliviar padecimientos asociados a una enfermedad grave o terminal.
Esperamos que esta ley consiga, entre otras cosas, aumentar el espectro de cobertura en cuidados paliativos. Todos los pacientes graves, independiente de su diagnóstico, deben tener el derecho a una atención digna en el final de su vida.
Dra. Carolina Valdebenito Presidenta de la Sociedad Médica de Cuidados Paliativos
Institucionalidad científica en deuda
El 13 de agosto de 2018 fue publicada la Ley N° 21.105 que creó el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, un anhelo por el que lucharon muchos científicos y científicas del país. A tres años seguimos muy lejos de «superar el modelo extractivista», sin mayor «valor agregado» y a mayor distancia del Chile «innovador y diversificado» del que hablaban los medios y algunos políticos.
El presupuesto de ciencia en vez de subir bajó, la caída más grande en una década. El ranking sobre Competitividad Global dejó a Chile en el lugar 44 de 64, el más bajo en su historia. Según datos SCOPUS, la productividad científica aumentó un 18,16% en el último trienio, sin embargo, en el período equivalente, anterior a la creación del ministerio (2015-2017), el incremento fue del 29,86%. Mientras, el número de proyectos FONDECYT regular 2021 -principal forma de financiamiento de la ciencia básica en Chile- alcanzó los números que tenía el 2015.
Creemos en los cuatro ejes de la Política Nacional de Ciencia: vinculación con la sociedad, futuro, fortalecimiento del ecosistema y capacidades institucionales, esperamos que puedan ser abordados desde una mirada distinta a las que nos tiene con una inversión del 0,4% del PIB. La ciencia no es un gasto, es una inversión y como tal, debe entenderse su rol en el desarrollo del país.
Dr. Iván Suazo, Vicerrector de Investigación y Doctorados U. Autónoma de Chile
Pandemia y su impacto en la alimentación
La pandemia por COVID-19 generó cambios a nivel de todos los ámbitos. El aspecto nutricional no escapó a ello.
El teletrabajo, la falta de actividad física, y una alimentación altamente calórica, asociada a las extensas cuarentenas, han generado un impacto negativo en el estado nutricional de los chilenos.
Esto se refleja en un considerable aumento de peso, de incluso 7.5 kilos promedio por persona, según la consultora internacional Ipsos. Por tanto, el encierro nos ha dejado un notable incremento de peso, aumentando las cifras de sobrepeso y obesidad en nuestro país.
¿Cuáles fueron los principales errores que se cometieron durante la pandemia en cuanto a la alimentación?1) Comer a deshoras, sin horarios definidos, y varias veces al día; 2) No medirse en las porciones y calidad de los nutrientes ingeridos; 3) Preferir preparaciones altas en calorías, grasas y azúcares, como la comida chatarra, frituras, postres altos en azúcar, entre otros.
Amanda Ramírez, académica Escuela Nutrición y Dietética UNAB
República de Chile
En relación con la eliminación del concepto "República de Chile" propuesto por doña Rosa Catrileo cabría comentar que la cultura que ella demuestra poseer, así como la de doña Elisa Loncón y de otros convencionales constituyentes corresponde, básicamente, a la de la civilización cristiana occidental que los españoles trajeron desde Europa a mediados del siglo XVI y a la de inmigrantes llegados posteriormente desde diversas latitudes -asimiladas por instituciones republicanas-; no a las ancestrales propias de sus pueblos originarios.
Adolfo Paúl Latorre, abogado