Siempre pasa algo...
Que perdamos ó empatemos un partido de futbol importante en un mundial, porque la pelota rebotó en el travesaño, que no sigamos peleando por una medalla en el golf, porque la caprichosa pelota, iba para adentro, pero no quiso caer en el hoyo y ahora nuestro crédito en una prueba de equitación en los JJ.OO. inserta en el nuevo pentatlón, se le rompe la rienda del caballo en plena participación, por lo que lo eliminan de inmediato...
Pero esto no es nuevo, no olvidar que la historia cuenta, que nuestro maratonista Manuel Plaza en los JJ.OO. efectuados en Ámsterdam en 1928, se perdió en el recorrido de la maratón, pero igual llegó segundo a la meta, ganando la medalla de plata, en otras palabras, de no haberse perdido, podría haber sido la medalla de oro...
¿Solo son coincidencias, son cosas que le pueden pasar a cualquiera, simplemente es mala suerte, ó está incluido en nuestro ADN?
Ojo que también pasa en la política, sin ir más lejos, "un tropezón lingüístico", dejó en último momento a un candidato, fuera de la carrera a La Moneda...
Luis Soler
Sueldos dignos no deben afectar la mejora en la empleabilidad
La pandemia nos ha hecho más vulnerables. Además del impacto en salud, ha afectado los empleos. Al finalizar julio sabremos nuevamente la tasa de desempleo en el país. El último registro demostró que en 12 meses descendió en 1,6%. Sin embargo, la cifra de desocupación entre febrero y abril aumentó 10,2%.
Desde la perspectiva de la economía laboral, ajustar el sueldo mínimo y sus consecuencias directas sobre las empresas y la desocupación es un debate controversial. Paul Krugman, ganador del Premio Nobel de Economía en 2008, aseguró que "no hay evidencia de que aumentar el salario mínimo sea costoso a nivel de empleos".
Un sueldo digno no es un freno para el crecimiento, ya que contribuye a una actividad económica más inclusiva y equitativa. Además, evita empleos precarios. Según cifras de 2019 del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) de España, cuando se ajustó el sueldo mínimo, el desempleo bajó 3,5% en Andalucía.
Recién tendremos datos de la realidad nacional sólo después de dicho eventual reajuste. Sin embargo, podemos poner la atención en iniciativas que buscan modificar sueldos más bajos y disminuir las brechas desde ya. Desafío 10X invita a las empresas a convertirse en agentes de cambio a través de dos propuestas completamente voluntarias.
Por un lado, que el sueldo mínimo comience desde las 22 UF bruto y, por otro, que no exista una diferencia mayor a 10 veces entre el sueldo menor y mayor de una empresa.
Con el antecedente de lo ocurrido en España, podemos asegurar que mejorar el bienestar y potenciar talentos individuales es un plus. En el tema de la economía laboral, es imprescindible mantener el bienestar y la dignidad de las personas en el centro del debate. Es con ese foco, además, que las empresas que se han sumado al Desafío 10X han visto mejoras en diversas formas.
Por último, como antecedente local, las más de 1.600 empresas que son parte del Desafío 10X al día de hoy, en general han conseguido mantener su empleabilidad, han aumentado sus ganancias y se ha visto mejorada su cultura interna. Razones de sobra para, desde hoy, sin esperar que nos obligue nadie, se unan cada vez más empresas a esta iniciativa.
Catalina Valiente, Directora Ejecutiva de Desafío 10X
Pobreza en el Norte: Preocupante realidad
Los resultados de la última Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN), ubican a la zona norte como el territorio con el aumento de pobreza estadísticamente más significativo.
Si bien las regiones que representan el centro sur y sur, presentan porcentajes más altos de personas y hogares en situación de pobreza, el aumento más alto se observa en Arica y Parinacota, Tarapacá, y Antofagasta, aumentando respectivamente un 3,5%, 7,6% y, 4,2%. Atacama y Coquimbo igualmente tuvieron un alza en el porcentaje de población en situación de pobreza, en un 1,6% y 0,2% cada una.
A la luz de estos datos, es tremendamente preocupante la situación actual que enfrentamos. El incremento de los índices de pobreza no sólo refleja la cantidad de personas que no cuentan con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades más básicas, sino que van quedando al margen de un desarrollo integral; la pobreza no sólo afecta los indicadores de ingresos o gastos, sino que otras dimensiones tan relevantes como el acceso a la salud, educación, vivienda, trabajo y seguridad social, y participación comunitaria.
Los desafíos, sin duda, son grandes; los efectos económicos y sociales que ha dejado la crisis sanitaria por COVID-19 se ven reflejados en los resultados de la Casen, sin embargo, creo que las alternativas de solución (en plural) a este problema no debieran apuntar únicamente a mejorar los ingresos, por ejemplo, a través de transferencias monetarias, sino repensar el tipo de políticas públicas que se requieren para abordar el problema, cuya naturaleza es multidimensional.
Mariela Valderrama Díaz, Trabajadora Social, académica UCEN Región Coquimbo