El rol del Especialista Clínico en tiempos de covid
La industria de dispositivos médicos, al igual que muchas otras, ha visto estresadas sus formas de actuar y de relacionarse con los pacientes, proveedores y cualquier otro actor relevante en la cadena del sector salud, producto de la pandemia por Covid-19.
En este contexto, es importante destacar a los Especialistas Clínicos de dispositivos médicos, quienes han seguido cumpliendo con su multiplicidad de roles, desde donde acompañan a nivel técnico/ clínico a los equipos de salud en el continuo del ciclo de vida de los dispositivos médicos, para mejorar el cuidado del paciente. Así, este profesional ha seguido ejerciendo sus funciones de capacitación, asistencia y asesoría en el uso y manutención de los DM, incluso en pabellón durante la realización de un procedimiento quirúrgico, manteniendo los más altos estándares de ética y compliance que regulan la industria.
Así, los Especialistas Clínicos, durante la pandemia, han seguido relacionándose directamente con los profesionales de la salud, en un marco ético permanente, cumpliendo con todas las normas que regulan las acciones de libre competencia, antisoborno, beneficios indebidos o inadecuados, entre otros
Esta crisis sanitaria ha evidenciado la importancia del cumplimiento de las normas en todo orden. En cuanto a Compliance, todo Especialista Clínico, así como cualquier otro trabajador de la industria de dispositivos médicos, debiera tener una formación en esta materia para contar, más allá de su función, con un marco de ética y cumplimiento en el actuar con las personas
Hoy, más que nunca, es necesario reforzar los códigos de ética para el relacionamiento con los profesionales de la salud, dado que, debido a los extensos confinamientos y el impacto económico de la pandemia, ha habido una tendencia a un relajo en el cumplimiento de las normas sanitarias por parte de la población, generando mayor exposición.
Por ello, los Especialistas Clínicos, y todos quienes trabajan en el ámbito de dispositivos médicos, han seguido respetando las normas, de tal manera de continuar entregando bienes y servicios bajo un marco de confianza y pleno cumplimiento.
Jean Paul Azaro, director de la Asociación de Dispositivos Médicos de Chile (ADIMECH)
Adolescencia, pandemia y salud mental
Los eventos traumáticos cambian la perspectiva que las personas poseen sobre sí mismas y el mundo. Las relaciones de confianza y cooperación se debilitan y se cuestiona la 'justicia' del mundo. En este sentido, los traumas colectivos rompen los lazos de relación entre el individuo y la comunidad, lo que afecta especialmente a las y los adolescentes. Los estudios están demostrando que, a pesar de su relevancia, las cuarentenas lamentablemente producen aislamiento y confinamiento, es decir la experiencia del 'encierro'. El confinamiento produce estrés psicosocial y exacerba los síntomas de trastornos psicológicos previos.
Uno de los principales problemas que afecta a la población y con más fuerza a los adolescentes, es precisamente la relación entre confinamiento y estrés psicosocial. Para la cultura juvenil, el aislamiento es causa de la ruptura del soporte emocional que dan los grupos de pares. Se ha demostrado, por ejemplo, que la anorexia aparece más intensa en los casos de meses recientes si se le compara con el período pre-pandemia. En un estudio practicado en Irlanda se encontró que niños y adolescentes experimentan efectos adversos en la salud mental a causa de la pandemia, como sentimientos de aislamiento social, depresión, ansiedad y el aumento de conductas mal adaptativas.
En otros estudios se ha descubierto que familias con niños con desordenes del espectro autista reportaban un aumento de problemas de salud mental asociadas fuertemente al cambio de rutinas y en el Reino Unido se ha estudiado la relación entre pandemia y violencia contra niños y adolescentes. Así también, otras investigaciones muestran que, en este contexto, los padres con trastornos psiquiátricos pueden ejercer violencia contra niños, niñas y adolescentes. Otros informes discuten la complejidad y la pluralidad de los factores involucrados en la producción de la salud mental y del sufrimiento psíquico de niños y adolescentes, especialmente aquellos que tienen el acceso de sus derechos debilitados o violados, exigiendo acciones intersectoriales que apoyan la atención psicosocial.
Para ello deben coordinarse las redes primarias, secundarias e institucionales, parte de este apoyo está sin vías de comunicación por lo que en algunos países se están aportando servicios de atención en salud mental online cuando los o las adolescentes buscan ayuda.
Otro estudio e intervención, atendió al impacto de foros grupales que se asemejan en sus posibilidades a los grupos de apoyo y autoayuda. Hay que ser creativos en esto e informar bien las intervenciones psicosociales.
Georg Unger, psicólogo y académico UCEN