Paipote
Así como lo fue la Caja de Crédito Minero, Cacremi, desde las primeras décadas del siglo XX; Enami, desde los años 60, del siglo pasado; la Fundición "Hernán Videla Lira", Paipote… ¡es de Chile! Por si los ejecutivos y trabajadores del complejo lo han olvidado.
Paipote es el resultado de la gran idea industrializadora del gobierno del radical Pedro Aguirre Cerda, desde 1939, quien junto al Frente de Acción Popular, Frap, comenzó a pensar en el procesamiento del cobre para dejar de exportar piedras, manufacturando el metal rojo, del cual vive nuestra nación hasta ahora.
Desde principios de los años 50, Paipote se transformó en una de las pocas industrias nacionales con la Planta Matta posteriormente, baluartes de lo que se ha pregonado siempre como bandera de lucha del esfuerzo de un país minero, desdibujado desde la dictadura cívico-militar de 1973.
En 1981, las autoridades militares determinaron vender al mejor postor privado la Planta Manuel Antonio Matta. Los interesados eran muchos que deseaban usufructuar de una instancia creada para el beneficio de todos los mineros: mediano, pequeños, artesanales y pirquineros, en la zona de mayor presencia en Chile de los buscadores de minerales con un martillo, cuña, puruña y un capacho en la espalda.
La lucha férrea de los socios de la Asociación Minera de Copiapó, junto al abogado Alfredo Brahm, lograron hacer entender jurídicamente al gobierno de facto que con la venta de Matta se terminaría el fomento y con ello la Enami.
Después de los 90 se apaciguaron los intentos privatizadores, resurgiendo en los gobiernos de la Concertación cuando el subsecretario de Minería, Iván Valenzuela, insinuó que "podrían cerrarse las puertas de Enami" ante las exigencias de mayores tarifas de sustentación hacia los pequeños mineros, esquema que significa el apoyo de Enami al sector cuando los precios del cobre internacional disminuyen. Se sustentan las tarifas lo que debe ser devuelto al Estado cuando los valores del metal rojo incrementan un alza.
El complejo sistema de sustentación fue estudiado en la tesis de título del entonces alumno de Ingeniería de Ejecución en Industria de la Universidad de Atacama, Antonio Cortés Paz, el año 2016.
Conflictos en Enami fueron expuestos a fines de abril por el Sindicato N°1 de la Fundición, consignando "mala gestión en Enami avalada por la delicada situación financiera" lo que habría ameritado la petición de renuncia al cargo de vicepresidente ejecutivo de la estatal Robert Mayne- Nichols, siendo reemplazado por Enrique Valdivieso Valdés.
Entre las razones de la mala gestión, están: venta de concentrados a otras fundiciones; producción a "cualquier precio" en la Fundición y "sobrepasar los niveles de contaminación".
Sobre las emisiones, la superioridad de Enami respondió que ha impuesto un plan de operaciones en Paipote por más de 7 millones de dólares lo "que ha permitido aumentar a 96,9 % la captura de emisiones de dióxido de azufre y del orden de 98 a 100% de arsénico. Más allá de lo que exige la normativa actual".
Indica Enami que con un presupuesto aproximado de 5 millones de dólares se mejorarán las infraestructuras y se implementarán soluciones tecnológicas para la automatización estratégica de algunas operaciones.
La comunidad está inquieta. Así como un candidato derrotado del centro del país propuso vender Codelco; con una mala gestión y resultados negativos, se podría consensuar que el Estado "es mal administrador" y resurgiría la premisa de "vender Enami porque los privados lo harían mejor".
Paipote es del Estado de Chile. Las campañas del terror no pueden contemplar desestabilizar el Estado ya que esa vertiente es la esencia del ciudadano.
Osman Cortés Argandoña
Pesadilla
Tras la modificación metodológica en su conteo de fallecidos por covid-19, Perú se convirtió en el país con la mayor tasa de mortalidad del mundo en relación a su población. Un verdadero golpe en la nariz para un país ya devastado por una crisis económica y política sin precedentes.
Los resultados de la carrera presidencial solo agregan desolación, a pesar que en populismo no nos quedamos cortos aquí en Chile.
En esta crisis de múltiples frentes se prepara Perú para celebrar su bicentenario en 2022. La tasa de ocupación informal supera el 70%. El déficit fiscal bordea el 9% del producto. Ningún candidato al sillón de Pizarro ofrecía un programa económico coherente con sus necesidades de largo plazo. Por el contrario, parecen destinados a empeorar las débiles condiciones macroeconómicas y erosionar la institucionalidad afín al crecimiento. Es esperable en estas condiciones un aumento de la presión migratoria peruana en Chile en el mediano plazo. Perú, por ahora, seguirá engrosando las páginas de ese libro denominado subdesarrollo, alejado de las estrategias de desarrollo exitosas, con este nuevo salto al vacío.
Camilo Barría-Rodríguez