Tal vez a modo de protesta, Mafalda, la niña creada por "Quino" (seudónimo de Joaquín Lavado), llamó Burocracia a su tortuga, y otros, recordando a Franz Kafka y su icónica novela "La Metamorfosis" - no sé si llegando a leer su obra enteramente - le agregan a modo de crítica con cierta superioridad y desdén el calificativo de kafkiana.
Quizás olvidan que la verdadera burocracia kafkiana consiste precisamente en pensar que lo contraria a ella, es ser: parte de un segundo piso consultivo, miembro en comisiones sobre la inmortalidad de los cangrejos, participante en sesiones de deshoje del "me quiere mucho, poquito o nada" de las encuestas; o, convertirse de repente en un maniquí de tienda, quieto, inmutable, despojado de opinión y recitando discursos aprendidos, exhibiéndose fuera de todo número, tiempo y recursos como logros en un currículo inventado (individuo) o en una cuenta pública inexacta (gobierno).
Todo lo contrario, al hacerlo quedan plenamente insertos e identificados con ella, evidenciando no entender el verdadero significado ni el valor del éxito de la colaboración, ni el trabajo de equipo. De qué otra manera, estos protagonistas transformados en monstruosos insectos tomarían conciencia de su cambiado entorno, sino pueden cruzar los escaparates para adentrarse en el mundo real que clama el asumir su desventura en búsqueda de una liberación, aunque sea supuesta.
Dónde quedan los reencarnados Maquiavelo y Rasputín, su experticia al servicio de prestos oídos apóstatas, o subyace en ellos "la difícil costumbre de estar lejos", de la cual nos habla José María Pérez Gay.
Es el trabajo administrativo, organizativo y de carácter técnico, sin el cual es imposible exhibir resultados concretos, medibles y positivos de quienes componen la burocracia cotidiana, lo que sostiene a las organizaciones y al juego político, es el bastón que sostiene el mando del gobernante.
Esperemos que, en tiempos de cuentas públicas y de Gobernadores Regionales, la encaparazonada Burocracia siga viva, en espera de la modernidad que el Estado requiere.
¿Y, qué es de Mafalda, esa niña de los ´60? Es madre, madruga, … trabaja. Sueña.
Patrimonio intangible
Quien alguna vez en su infancia no escuchó una canción de cuna cantada por su mamá, su papá o un familiar directo. O tal vez participó en alguna ronda que hacían los días más entretenidos y lúdicos, donde verdaderamente se compartía con amigos y amigas de infancia. Seguramente también participó de una ronda infantil, que son juegos colectivos de niños donde había algarabía, bullicio y mucha energía y que se trasmiten de generación en generación; o simplemente algún juego tradicional como jugar a las bolitas, el trompo, al luche, al corre el anillo, la gallinita ciega, al rún rún, al columpio, al volantín, al emboque, la rayuela, al pillarse, al compro huevos y otros como adivinanzas que lamentablemente se han olvidado y lentamente van desapareciendo.
Ese es nuestro mayor tesoro de "Patrimonio Intangible" que con la modernidad y como no se cultivan podrían simplemente desaparecer. Muchas veces Usted que lee esta columna, ha preferido que los niños de su entorno (sobrinos, nietos, vecinos), vean televisión o jueguen en una tablet o en un teléfono celular dejando de lado lo más lúdico y enriquecedor para un niño que es la "Creatividad" y las ganas de saber compartir con su familia y amigos, e interactuar de manera armónica con sus pares.
Ya es habitual que en reuniones familiares tanto adultos como niños, están más pendientes en la mesa de sus celulares, que de mantener una grata conversación que a la larga va producir una incomunicación permanente y una dependencia diaria, que trae como un hecho real que nadie converse y solo predomine el aislamiento y poca comunicación en la Familia.
Por ello un llamado a su grupo familiar, un S.O.S. para que estos hermosos juegos y tradiciones infantiles no desaparezcan ya que así en familia jugar y compartir momentos de sano esparcimiento.
Se entiende por "salvaguardar", poner en valor las medidas encaminadas a garantizar la viabilidad del patrimonio cultural intangible, comprendidas la identificación, documentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización, transmisión -básicamente a través de la enseñanza formal y no formal.
Sinceramente lo invito a Usted, a que se sume en esta cruzada y así poder rescatar estos valores del Patrimonio Intangible y que han acompañado por muchos años a la Familia Chilena.