Día Mundial del Medio Ambiente
Algunos teóricos proponen considerar al medio ambiente como nuestro exometabolismo. La serie de procesos físicos y químicos que ocurren allí impactan de manera directa o indirecta en nuestro funcionamiento, determinando en último caso nuestra supervivencia como individuos, de la misma forma que nuestro metabolismo interno. Visto desde esta perspectiva, persona y ambiente son una unidad indivisible, un sistema complejo cuyas interacciones determinan el desarrollo de sus miembros.
La concepción de un ambiente visto como separado de nosotros, lejano, ajeno, como un material del que podemos disponer, es uno de los problemas que nos han llevado a la crisis ecológica que estamos viviendo. Este separatismo propio de la edad moderna, ha propiciado la explotación de nuestros recursos ambientales y la contaminación indiscriminada de ecosistemas completos porque no tenía consecuencias para nosotros. Hasta ahora.
El Día Mundial del Medio Ambiente es una invitación para que todos podamos apropiarnos de nuestro ambiente, de tal manera que cuidarlo sea parte natural de nuestra vida, de la misma forma que cuidamos de nosotros mismos. De esta manera, estamos además cuidando a todos nuestros congéneres, pues el planeta nos pertenece a todos. Al final, la crisis ambiental y la pandemia nos devuelven a nuestra máxima evolutiva como especie: vivimos y sobrevivimos juntos, y solo juntos.
Juan Ogueda, Psicología UDLA
"Cero papel" un aliado contra el cambio climático
Quienes conformamos actualmente la fuerza laboral somos personas que crecimos en un mundo muy diferente a la realidad que vemos hoy. A dos décadas de haber iniciado el siglo 21, somos parte de una sociedad más consciente del impacto de sus acciones realizadas en pos de la modernidad y el desarrollo. Hace un siglo atrás las chimeneas con humo eran sinónimo de progreso, las estanterías llenas de papeleo eran interpretadas como 'negocio boyante' y los basureros repletos de envoltorios eran vistos como señal de poder adquisitivo.
Ahora el papel -en casi todos sus usos- va en retroceso. Sí, seguiremos utilizando celulosa para productos relacionados con la higiene y algunos tipos de empaques, pero todo lo relativo a documentos ha migrado -y debe continuar haciéndolo- hacia lo virtual. Contamos con tecnología avanzada para digitalizar y mantener alojados en plataformas todo tipo de archivos, desde contratos hasta boletas de servicios, informes, reportes, formularios y todo tipo de documentación que pasaba por la impresora. ¿Si no nos 'despapelizamos', cómo aportaremos al cumplimiento de acuerdos internacionales como el Acuerdo de París? Frenar el cambio climático es nuestra responsabilidad como humanos que hemos heredado una mala costumbre, aún estamos a tiempo de mantenernos en temperaturas pre-industriales dando tan solo un paso a la vez.
No hacen falta grandes acciones para frenar de una sola vez el cambio climático, requiere de un compromiso diario con una manera diferente de hacer las cosas, una mirada distinta hacia cómo operar nuestros negocios y una consciencia sobre el origen de los recursos que utilizamos y el impacto que tiene en el ambiente cada hoja impresa. Seamos el cambio, 'despapelizémonos'.
Rodrigo Mortara, gerente Despapeliza
Trayectorias de luchas juveniles invisibilizadas
Desde hace años la juventud chilena se había caracterizado por abstenerse de los procesos electorales. Acusaban la ausencia de alternativas, desconfianza en los partidos y políticos e ineficacia del voto.
A partir de una mirada adultocéntrica, este fenómeno fue explicado por falta de interés y compromiso juvenil, invisibilizando las diversas expresiones emergentes; pero lo cierto es que este grupo siempre ha participado socialmente, sólo que a través de organizaciones que promueven formas autogestionadas y alternativas a la política formal, tales como los colectivos culturales, deportivos y estudiantiles, comunidades virtuales, entre muchos otros.
Tales agrupaciones han manifestado y canalizado sus luchas principalmente en las calles. Desde 2006, las y los estudiantes secundarios, y en 2011 los universitarios, iniciaron demandas por educación gratuita y de calidad; en el 2019 fueron los colectivos juveniles quienes estuvieron en primera línea en las protestas que dieron paso al estallido social y el consecuente debate que abrió el camino a la posibilidad de cambiar la Constitución.
Más que desinterés en la política lo que ha existido entre dicho segmento es un desacuerdo respecto de la forma tradicional de hacer política, lo que les ha costado una permanente invisibilización.
En el actual escenario, el círculo de exclusión se cierra con un bajo nivel de representatividad juvenil en las discusiones constituyentes. Según datos de Servel, de los actuales 155 integrantes, sólo seis son jóvenes sub 30. Lo que plantea la pregunta respecto a si estos seis representantes lograrán hacer escuchar y validar en el debate las preocupaciones y problemáticas juveniles de nuestro país o serán tratados como hasta ahora, desde la mirada adultocéntrica que infantilizará e invisibilizará sus demandas, ¿logrará esta convención ser realmente representativa si ya desde sus inicios deja fuera a uno de los grupos sociales que hizo presión para llegar a este histórico momento socio político?
Ángela Venegas, docente Trabajo Social UCEN