Políticos
Señor director:
De acuerdo con la última encuesta del CEP, las instituciones menos confiables para la ciudadanía son precisamente aquellas dominadas por los políticos: solo un 9% confía en el Gobierno; un 8% hace lo propio con el Congreso Nacional y apenas un 2% confía en los partidos políticos. Ante esta escasa confianza en los políticos y advirtiendo que son estos -en buena medida- los que manejan el Estado, es preciso reflexionar y preguntarnos: ¿Por qué la Nueva Constitución debería darle más poder al Estado? ¿Por qué darle más poder a los políticos para que manejen nuestras vidas?
Juan L. Lagos, Fundación para el Progreso
Enfermedades "huérfanas"
Señor director:
Mucho se ha hablado sobre lo que debiese abordar la nueva Constitución. Sin embargo, un tema que no puede ser olvidado, y que debe ser prioritario, es el acceso digno a la salud, específicamente de aquellos pacientes que hoy sufren una enfermedad de alto costo.
Actualmente, vemos cómo cientos de chilenos no pueden acceder a tratamientos oportunos. Esta situación es aún más dramática para las personas que padecen patologías raras, las cuales se caracterizan por tener una baja prevalencia y, en muchos casos, por ser tremendamente costosas, con pocas opciones terapéuticas. Incluso, hay quienes pertinentemente denominan a estas enfermedades como "huérfanas", ya que parecen estar totalmente abandonadas por parte del Estado.
Por cierto, la Ley Ricarte Soto ha sido un gran aporte para miles de chilenos. No obstante, nadie debería quedar indiferente al sufrimiento de personas que deben poner sus esperanzas en bingos y rifas para poder acceder a un medicamento.
Como Asociación Nacional Chilena de los Amigos de la Infancia apoyamos a niños que padecen Fenilcetonuria, una enfermedad metabólica que impide la ingesta de proteínas y que expone a los pacientes a irreversibles afecciones neurocognitivas y psiquiátricas, que incluyen déficits en la función ejecutiva y síntomas como ansiedad, depresión, fobias, entre otras. Aunque en otros países se ha logrado afrontar con éxito este problema, hoy, en Chile, estamos al debe y nos queda mucho por avanzar.
A pocos días de una de las elecciones más importantes del último tiempo, queremos hacer un llamado a quienes aspiran a redactar la nueva Constitución para que no se olviden de estos pacientes, que consideren el acceso digno a la salud como una prioridad y le entreguen a todos aquellos que sufren una enfermedad poco frecuente la oportunidad de una vida digna.
De las próximas decisiones dependerá que desterremos para siempre la denominación de "huérfanos" que nos ha impuesto esta sociedad.
Eugenio Bruce, director ejecutivo Asociación Nacional Chilena de los Amigos de la Infancia
La huella de Humberto Maturana
Señor director:
Hablar de la vida y obra de Humberto Maturana Romesín podría tomar muchas páginas. Se trata de un autor tan prolífico como visionario, capaz de tender un puente entre dos mundos que persisten en tensión y que, pareciera, a veces luchan por separarse: las Ciencias Naturales y la Ciencias Sociales.
Si bien su formación era de Biólogo, su trabajo trascendió esa disciplina, se nutrió de otras del ámbito de las Humanidades, como la Filosofía, la Psicología y la Sociología, y sentó las bases de una teoría revolucionaria para entender (y no predecir) el comportamiento de los seres humanos, en su multidimensionalidad.
Cuestionando paradigmas hegemónicos, como la división cuerpo-mente, plantea conceptos teóricos como la autopoiesis o la biología cultural, generando un impacto pocas veces visto en la comunidad científica contemporánea, y cuyas ramificaciones se extienden al futuro, inspirando el trabajo de académicos en campos diversos y dejando una huella indeleble en el desarrollo del conocimiento del ser humano.
En este sentido, y alejándose del afán predictivo de las ciencias naturales, asume que los que tenemos en común, como especie, es la diferencia que deja la experiencia vivida en cada uno.
A propósito de su muerte, años de archivos en donde plasma su lucidez han salido a la superficie. En uno de ellos, señala querer entender cómo el dolor, el amor, las vivencias en general, cambian a las personas. Su trabajó es hoy el sustento de una corriente que apuesta por un vivir amoroso, conectado a con los otros y con las emociones.
Es de esperar que su trabajo pueda ser apreciado en su real dimensión en nuestro país, tal como lo ha recibido de la comunidad académica mundial, tan amiga de los índices de impacto, pero que supo valorar su legado.
Constanza Villarroel Cáceres, académica del Núcleo de Investigación Facultad Ciencias de la Educación Universidad San Sebastián